Innova-Investigadores de la UPV patentan un sensor que detecta la presencia de mercurio en vertidos industriales y aguas

Vie, 26/05/2006

Europa Press

Un equipo de investigadores de la Universidad Politécnica de Valencia (UPV), dirigido por el profesor Ramón Martínez Mañez, ha patentado un nuevo sensor que permite detectar, de una manera rápida, sencilla y fiable, la presencia de mercurio en vertidos industriales, así como en cualquier otra solución acuosa. El sistema ha sido desarrollado por el Grupo de Diseño y Desarrollo de Sensores del Instituto de Química Molecular Aplicada de la UPV, que también ha patentado un nuevo material para la eliminación de otra sustancia altamente nociva como es el boro, según informaron hoy fuentes de la institución académica.
Este nuevo sistema químico se basa en la utilización de moléculas que, ante la presencia del mercurio, reaccionan con un cambio de color o de sus propiedades fluorescentes. "La principal ventaja de este nuevo sistema de sondas que hemos desarrollado es la rápida detección de este metal, que todavía sigue utilizándose en procesos industriales, con el consiguiente riesgo de contaminación del medioambiente y para la salud de las personas", explicó el profesor Ramón Martínez.
La contaminación por mercurio supone una grave amenaza cuando se libera hacia el aire, principalmente por plantas químicas y factorías industriales, subrayaron estas fuentes. Su metabolismo microbiano puede formar metilmercurio, un derivado que tiene la capacidad de acumularse en organismos y de concentrarse especialmente en la cadena alimentaria acuática. "El mercurio puede ser tremendamente perjudicial. Un miligramo puede intoxicar 1.000 litros de agua", indicó, por su parte, el profesor Martínez Máñez.
Según un estudio de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria sobre el riesgo de la presencia de mercurio en los alimentos, las personas que consumen mucho pescado y, fundamentalmente, depredadores de gran tamaño, pueden alcanzar o rebasar los niveles de seguridad establecidos.
Asimismo, el metilmercurio traspasa fácilmente la barrera placentaria y la barrera sanguínea del cerebro, lo que lo hace especialmente peligroso para las mujeres embarazadas y en edad fértil, que pueden acumularlo en su organismo y traspasárselo a sus hijos.
Se trata de uno de los metales "más peligrosos para nuestra salud y, por ello, se hace absolutamente necesario aplicar nuevos métodos que permita detectarlo con rapidez. Y, entre estos métodos, se encuentran las sondas que hemos desarrollado desde nuestro departamento", destacó el catedrático Ramón Martínez.
El sistema, que ha sido patentado por el citado grupo de investigadores de la UPV, está siendo estudiado actualmente por una empresa alemana para su posterior comercialización por toda Europa. Además, el equipo dirigido por el profesor Martínez ha desarrollado también nuevos sistemas químicos para la detección de otras sustancias nocivas para la salud y medio ambiente presentes, por ejemplo, en aguas y alimentos, como sulfuros, fluoruros, aminas y cianuro, cuyos efectos pueden llegar a ser muy perjudiciales.
CONSECUENCIAS
El sulfuro se utiliza en gran cantidad de procesos industriales y sus efectos en la salud son notables, pudiendo provocar pérdida de conocimiento, irritación en las mucosas e incluso parálisis respiratorias.
Por su parte, los fluoruros pueden provocar daños y disminución del crecimiento en las plantas y degradación en los huesos de animales y humanos explicaron.
El anión cianuro es, probablemente, según los investigadores, uno de los aniones más tóxicos que existen. A pesar de ello, es utilizado en un gran número de aplicaciones como, citaron como ejemplo, en la fabricación de fibras y resinas, en la obtención de herbicidas y en la extracción minera de oro.
La toxicidad de estas sustancias depende en gran medida de su concentración y es interesante disponer de métodos de aplicación rápida y fácil que permitan conocer in situ y de manera fiable los niveles de dichas sustancias en determinados sistemas hídricos, aseguran los investigadores.
El grupo de Diseño y Desarrollo de Sensores se formó en el seno del Departamento de Química de la Universidad Politécnica de Valencia y en la actualidad forma parte, junto con otros dos grupos de la UPV, del Instituto de Química Molecular Aplicada.
Sus trabajos se centran básicamente en la investigación científica relacionada con la obtención de nuevos sistemas de reconocimiento de especies químicas que puedan ser de interés medioambiental, industrial o diagnóstico, así como con el desarrollo de sensores y sistemas de monitorización ambiental.