La entidad será independiente de la Confederación del Norte y tendrá su sede en la comunidad El Gobierno confirmó ayer la inminente puesta en marcha de la Demarcación Hidrográfica del Miño-Sil, que tendrá su sede en Galicia y funcionará como organismo independiente de la Confederación Hidrográfica del Norte. La ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, afirmó que la participación de la Xunta en la gestión de la demarcación del Miño será «determinante». La sede estará en Galicia, en una ciudad todavía sin especificar, dado que, según la ministra, hay varias localidades candidatas. El anuncio del Gobierno se produjo en respuesta a una pregunta del senador del BNG, Francisco Jorquera, que recordó que el propio Senado reclamó por unanimidad en abril del 2005 la creación de este organismo. Aunque Jorquera consideró que la Demarcación Hidrográfica del Miño supone un «avance en la capacidad de Galicia de gestionar sus recursos hídricos», explicó que su grupo reclamará en el marco de la negociación del nuevo Estatuto de Galicia el traspaso total de las competencias sobre el Miño. Consejo del Agua Narbona explicó que el texto del real decreto que creará la demarcación y otras similares en otras comunidades ya ha sido consultado con las autonomías y ha recibido el visto bueno. En este momento sólo resta la consulta preceptiva al Consejo Nacional del Agua. La previsión del Gobierno es que antes de finales de otoño estará lista toda la normativa. La Demarcación Hidrográfica del Miño-Sil estará integrada por un Comité de Autoridades y un Consejo de Cuenca de Demarcación. En ambas áreas, según aseguró la ministra de Medio Ambiente, «lógicamente el peso de la Xunta será determinante en las decisiones que se adopten». Narbona destacó el hecho de que la sede de la demarcación Miño-Sil estará en Galicia, aunque incluye un «tramo internacional» con las aguas de Portugal y comprende territorios de Castilla y León y de Asturias. La creación del nuevo organismo de gestión de las aguas del río gallego no supone la desaparición de la Confederación Hidrográfica del Norte, que seguirá existiendo. Sin embargo, este organismo verá muy limitadas sus funciones, dado que además del caso de Galicia, otras comunidades como Castilla y León y Asturias contarán con sus propias demarcaciones para todos aquellos ríos que nazcan y mueran en una sola comunidad. Francisco Jorquera se felicitó por el anuncio y afirmó que la creación de la Demarcación Hidrográfica Miño-Sil «significa poner fin a un anacronismo y a una injusticia histórica». El senador del BNG explicó que el sistema implantado hasta ahora supone que la gestión del 47% del territorio hidrográfico gallego estaba en manos de la Confederación Hidrográfica del Norte, un organismo con sede en Oviedo «y en el que la participación de la Xunta de Galicia es residual». Aportó también otros datos, como el hecho de que la cuenca Miño-Sil representa el 80% de los recursos hidráulicos de la Confederación Hidrográfica del Norte y el 86% de sus recursos hidroeléctricos. El 83% de la población total de la cuenca vive en la parte gallega.