La ministra de Agricultura, Elena Espinosa, insistió hoy en la necesidad de modernizar los regadíos españoles para garantizar su supervivencia ante un millar de agricultores reunidos en el acto de clausura del XI Congreso Nacional de Comunidades de Regantes, celebrado en Palma desde el pasado martes.
La ministra recalcó posteriormente esta idea tras suscribir la encomienda de gestión que atribuye a la sociedad pública instrumental Tragsa la ejecución y financiación de obras urgentes de modernización incluidas en el Plan de Choque de mejora del regadío por un valor total de 196,9 millones de euros y plazos de finalización que concluyen en el 2007.
Espinosa precisó que de estos fondos corresponderán 54,4 millones de euros a doce proyectos en Baleares que comprenden un total de 2.145 hectáreas regables cultivadas por 1.390 payeses organizados en las correspondiente comunidades de regantes.
La ministra resaltó que algunos de estos planes de mejora se refieren a la reutilización agrícola de aguas residuales depuradas, una materia en la que atribuyó a Baleares la condición de Comunidad "pionera".
Antes de este acto, la titular del Ministerio de Agricultura acudió junto al secretario general de Territorio y Biodiversidad del Ministerio de Medio Ambiente, Antonio Serrano, y la consellera de Agricultura de Baleares, Margalida Moner, al acto de clausura del congreso de regantes.
En este foro, Espinosa subrayó el esfuerzo del Gobierno socialista por invertir en la agricultura de riego y destacó que cuando accedió a su actual responsabilidad el Plan Nacional de Regadíos no alcanzaba el 5 por ciento de las inversiones previstas, mientras que en la actualidad rebasa el 100 por ciento porque se recuperan partidas no ejecutadas.
Asimismo, explicó que el Plan de Choque de Regadíos recientemente aprobado para el periodo 2006-2007, con una inversión que cifró en 2.344 millones de euros, es la actuación más importante realizada nunca en esta materia en España.
Por otra parte, la ministra se felicitó y elogió al sector por haber logrado que actualmente el terreno agrícola regado por goteo supere en superficie a las tierras dedicadas al riego por inundación, lo cual consideró un avance en el necesario camino de "hacer comprender a la sociedad que la agricultura es capaz de gestionar bien el agua".
En esta línea, subrayó la relevancia creciente que han de tener recursos alternativos para el riego agrícola como el agua desalinizada o el agua residual depurada.
Antecedió a Espinosa en la clausura la consellera balear del ramo, que pidió a la ministra una ampliación del convenio de inversión conjunta en sistemas de uso agrícola de aguas residuales depuradas por valor de 113 millones de euros que ha permitido ya el riego de 1.823 de las 3.000 hectáreas previstas en el acuerdo.
También intervino ante los congresistas el secretario general de Territorio y Biodiversidad, Antonio Serrano, que cuando recalcó la importancia de elaborar los planes de sequía de las cuencas hidrográficas y tras destacar la gran inversión estatal para paliar la escasez de agua fue interrumpido con sonoros abucheos que posteriormente la ministra atribuyó a una malinterpretación de sus palabras.
En cuanto a las conclusiones del congreso, expuestas parcialmente en su discurso de clausura por el presidente de la Federación Nacional de Comunidades de Regantes, Andrés del Campo, se centran en la inquietud por la repercusión total del coste del agua y sus infraestructuras a los agricultores, que según esta organización sería imposible asimilar en su totalidad, la importancia de extender el uso de aguas depuradas y la necesidad de explotar de forma sostenible los acuíferos.