La CHE sólo autorizará campos de golf si tienen agua asegurada Nueve pueblos planean complejos que demandan tanta agua como 117.000 personas
Jue, 13/04/2006
La Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) sólo emitirá informes favorables a la construcción de campos de golf en el caso de que tengan garantizado el suministro de agua para su mantenimiento, explicaron fuentes del organismo de cuenca. El dictamen de la CHE es preceptivo para que la DGA pueda conceder los permisos para su puesta en marcha, según recoge la ley de Aguas, que indica que, cuando esos planes "comporten nuevas demandas de recursos hídricos", los dictámenes "se pronunciarán expresamente sobre la existencia o inexistencia de recursos suficientes para satisfacer tales demandas". No obstante, la última palabra queda en manos de las autoridades urbanísticas.
Los informes deben tener en cuenta las normas del Plan Hidrológico, que sitúan el uso lúdico del agua por detrás de otros como el abastecimiento, la cobertura de las garantías ambientales y el regadío.
Ocurre lo mismo en la tramitación de concesiones de caudal, competencia de la CHE tanto si el proyecto contempla captaciones de ríos o pozos como si pretende reutilizar aguas tratadas en depuradoras. Si captan el aguas de la red municipal, el el ayuntamiento quien debe habilitar el caudal. Las solicitudes salen a información pública para que cualquier persona o colectivo que se sienta afectado por el proyecto pueda presentar alegaciones.
En la actualidad, nueve municipios del entorno de Zaragoza planean la puesta en marcha de otros tantos campos de golf, cuya puesta en marcha supondría un aumento de la demanda equivalente a la que originarían 72.000 personas. Algunos de ellos se sitúan en cuencas con déficit de regulación, como el Gállego --Villanueva, San Mateo y Zuera-- o el Jalón --Bárboles--. El resto, en Fuentes, La Muela, Ricla, Torres de Berrellén y Vera de Moncayo. Junto a ellos se levantarán 15.000 viviendas: otros 45.000 usuarios teóricos.
La CHE no está tramitando ninguna concesión para campos de golf o urbanizaciones que los incluyan. Lo habitual, en caso de proyectarse fuera de los cascos urbanos, es que pidan por separado el agua para las viviendas y para regar el campo.
Los informes deben tener en cuenta las normas del Plan Hidrológico, que sitúan el uso lúdico del agua por detrás de otros como el abastecimiento, la cobertura de las garantías ambientales y el regadío.
Ocurre lo mismo en la tramitación de concesiones de caudal, competencia de la CHE tanto si el proyecto contempla captaciones de ríos o pozos como si pretende reutilizar aguas tratadas en depuradoras. Si captan el aguas de la red municipal, el el ayuntamiento quien debe habilitar el caudal. Las solicitudes salen a información pública para que cualquier persona o colectivo que se sienta afectado por el proyecto pueda presentar alegaciones.
En la actualidad, nueve municipios del entorno de Zaragoza planean la puesta en marcha de otros tantos campos de golf, cuya puesta en marcha supondría un aumento de la demanda equivalente a la que originarían 72.000 personas. Algunos de ellos se sitúan en cuencas con déficit de regulación, como el Gállego --Villanueva, San Mateo y Zuera-- o el Jalón --Bárboles--. El resto, en Fuentes, La Muela, Ricla, Torres de Berrellén y Vera de Moncayo. Junto a ellos se levantarán 15.000 viviendas: otros 45.000 usuarios teóricos.
La CHE no está tramitando ninguna concesión para campos de golf o urbanizaciones que los incluyan. Lo habitual, en caso de proyectarse fuera de los cascos urbanos, es que pidan por separado el agua para las viviendas y para regar el campo.