La extracción de agua en La Mancha agota el río Júcar

Sáb, 15/04/2006

Levante

El río Júcar se encuentra en una situación límite, con tramos a su paso por la Ribera en los que la posibilidad de que el cauce se quede en seco ha dejado de ser un mal sueño para pasar al terreno de lo posible. La probabilidad de ver convertido el principal río valenciano en un cauce yermo es una realidad que toma cuerpo y en la que la sequía es un factor, aunque no el único ni determinante.
El colectivo Xúquer Viu, que ha aceptado el cambio de toma en el Júcar-Vinalopó como una especie de mal menor, lanzaba ayer una grave acusación contra el consumo del agua en La Mancha oriental y atribuía a las extracciones masivas de agua para una agricultura que califica de «irracional» e «insostenible» el lamentable aspecto que presenta el río. Xúquer Viu recoge así las denuncias que desde hace ya casi 20 años realizan los regantes tradicionales del Júcar, sin éxito, cabría añadir, y responsabiliza a la falta de control sobre el acuífero de la situación del río, al borde de una catástrofe medioambiental y también económica. Según este colectivo, que utiliza datos facilitados por los propios regantes de La Mancha oriental, los bombeos superan en 86 hm3 año los asignados a estas comarcas en el Plan Hidrológico del Júcar. El déficit acumulado en el río es de tal magnitud que este año los escasos recursos que han llegado a Alarcón apenas han bastado para impedir que el río se secara en pleno invierno a su paso por La Mancha.
Con la llegada del verano, el Ministerio de Medio Ambiente ha pedido sacrificios, pero entre los regantes valencianos se extiende la peligrosa sensación de que el baremo aplicado en los recortes no mantiene el necesario equilibrio. Los ecologistas anuncian movilizaciones, incluso una manifestación, en defensa del río. Y en ese empeño es probable que encuentren a regantes y ciudadanos de su lado.