La ministra de Agricultura, Pesca y Alimentación, Elena Espinosa, presidió hoy la firma de diez convenios con comunidades de regantes de la Comunidad Valenciana para la modernización de 24.868 hectáreas de regadíos, que suponen una inversión de 86,5 millones de euros.
Esta inversión representa el 20 por ciento de los 450 millones de euros previstos en el Plan de Choque 2006-2007 para la modernización de regadíos que el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) destinará a la Comunidad Valenciana para obras urgentes de mejora que posibilitarán paliar los daños producidos por la sequía.
Espinosa presidió, en un acto celebrado en la sede de la Delegación del Gobierno en la Comunidad Valenciana ante numerosos regantes, la firma de los convenios por parte del presidente de la Sociedad Estatal de Infraestructuras Agrarias (SEIASA) de la Meseta Sur, Francisco Rodríguez Mulero, con los distintos representantes de las zonas afectadas.
Las obras de modernización de regadíos beneficiarán a más de 17.000 regantes y se ejecutarán para explotaciones de cítricos y cultivos hortícolas, de olivo, de almendro y ornamentales.
Las comunidades de regantes comprendidas en esos convenios son la de Llíria (22,3 millones de euros), la Junta Central de Regantes de Turís (14), Riegos de Levante Margen Izquierda del Segura (12), San Isidro y Realengo (11), Nules y Mascarell (10,2), Sindicato de Riegos del Valle de Benejama (5), Juzgado Privativo de Guardamar del Segura (4,3), Canal Júcar-Turia sector III de Benimodo (4), Junta Local de Aguas de la Acequia de Rafelguaraf (3) y Alcalalí-Jalón (700.000 euros).
Una parte de estas obras fueron declaradas de urgencia por el Gobierno central, en desarrollo del Real Decreto 287/2006 del 10 de marzo, mientras que el resto fueron calificadas de interés general el pasado mes de junio con el fin de paliar los daños producidos por la sequía y otras adversidades climáticas.
La ministra de Agricultura afirmó, ante los representantes de las comunidades de regantes, que el regadío es fundamental para el desarrollo económico de las zonas rurales y el desarrollo "cohesionado" en las zonas de influencia de las explotaciones agrarias.
La inversión del Plan de Choque será realizada por los Ministerios de Medio Ambiente y de Agricultura, así como por los propios regantes -que aportan el 20 por ciento-, y el programa se centra en actuaciones en los lugares "donde más se necesita", según manifestó Espinosa, quien destacó las cuencas del Turia, Júcar y Segura.
Añadió que con la modernización de los regadíos se consigue el ahorro de agua, explotaciones "más eficaces y eficientes" y además incorporar la última tecnología en agricultura.
En una rueda de prensa posterior, la ministra de Agricultura indicó que se intenta que las actuaciones que lleva a cabo el MAPA "no sean gravosas" para los agricultores y recordó un acuerdo para amueblamiento de parcelas firmado recientemente que contempla préstamos con plazos "muy amplios, de 30 años" y con tipos de interés bonificados.
Preguntada por la crisis de la agricultura causada por los precios que perciben los productores, según han denunciado en numerosas ocasiones las organizaciones agrarias de la Comunidad, Espinosa afirmó que no le gusta hablar de crisis puesto que el agroalimentario es el único sector con saldo positivo en la balanza comercial.
"La situaciones duras se vivieron el año pasado, que fue un año malo para la agricultura, con heladas, granizadas, sequías e inundaciones en algunas zonas, pero se han intentado compensar con las ayudas del Gobierno a los agricultores", aseguró.
También se refirió a las ayudas concedidas por el aumento del precio de los carburantes y al aumento de las subvenciones para la contratación de pólizas de seguros agrarios.
Espinosa reconoció que el proceso de incremento del precio desde el productor al consumidor final es "un tema muy complejo" y se trabaja, en colaboración con el Ministerio de Industria, para la elaboración de un Indice de Tendencia de Márgenes para disponer de datos homogéneos de 34 productos frescos (carnes, pescados y frutas y hortalizas).
Una vez se tengan esos datos, que se obtienen en colaboración con las organizaciones agrarias, los resultados pueden ofrecer "sorpresas", dijo en relación a la responsabilidad que atribuyen los productores a la gran distribución.
"A lo mejor el problema es de logística para distribuir un determinado producto", señaló.