El agua contaminada provoca el 80 por ciento de las enfermedades del planeta
Jue, 06/04/2006
La escasez de agua hará que los conflictos bélicos del siglo XXI se libren por su control Bajo el lema «Acciones locales para un reto global», la ciudad de Méjico reunió durante una semana a más de diez mil personas que se dieron cita en el IV Foro Mundial del Agua para tratar de buscar soluciones a la crisis mundial de acceso y gestión de los recursos hídricos, con el fin de conseguir los objetivos de Desarrollo del Milenio entre los que se incluye reducir a la mitad en el año 2015 el número de seres humanos que carecen de agua. Sin embargo, y tras una semana de reuniones, el encuentro fue clausurado en medio del fracaso después de que los países ricos se negasen a incluir en la declaración final que el acceso del agua es un derecho fundamental que deben hacer efectivo los gobiernos. Esto supone que en los países en vías de desarrollo se tienda a privatizar el acceso y la gestión del agua. En el texto consensuado por las 146 naciones participantes se afirma que el agua es esencial para el desarrollo sostenible y la lucha contra la pobreza, pero sin hacer mención a la garantía de acceder a este recurso. Las diferencias se hicieron patentes con dos declaraciones complementarias, una de Bolivia, Cuba, Uruguay y Venezuela, y otra de la Unión Europea, en la que los Veinticinco defienden que el agua debe ser considerada un derecho fundamental, al ser una necesidad básica para la vida, apoyando, igualmente, la mejora, protección y conservación de los ecosistemas asociados a ella. Durante la celebración del Foro, el Banco Mundial dio a conocer un estudio sobre programas de empresas de agua y electricidad en África, Asia e Hispanoamérica, en el que se afirma que los subsidios a las tarifas (consumo o conexión) benefician a las clases altas y no a los más pobres porque sus hogares no suelen estar conectados a las redes y pagan el agua más cara al caer en manos de quienes hacen negocio son el suministro mediante camiones cisternas. El citado organismo advirtió, además, que los conflictos bélicos del siglo XXI se librarán por el control del agua. En este sentido, la ONU ha identificado 300 zonas en las que viven más de 3.000 millones de personas, en la que se esperan en un próximo futuro guerras por el control de los recursos hídricos. Las cifras del agua De los más de 6.400 millones de personas que hay en el planeta, la quinta parte carece de agua potable y un tercio de infraestructuras de saneamiento. Aunque la mayor parte de la superficie terrestre está cubierta de agua, sólo el 2% es apto para el consumo humano. En el Tercer Mundo, las reservas de agua disminuyen a gran velocidad, lo que favorece el riesgo de epidemias. El agua contaminada provoca el 80% de las enfermedades del planeta, con más de cuatro millones de casos de diarrea al año y dos millones de personas fallecidas, la mayoría con menos de cinco años de edad. Mientras, en Occidente, el agua se desperdicia y los niños nacidos en los países ricos consumen entre 30 y 50 veces más agua que los de los países pobres. Un niño nacido en Europa o en Estados Unidos tiene 500 veces menos posibilidades de morir por una enfermedad diarreica que uno nacido en África. El continente africano, que tiene sólo el 9% de los recursos mundiales de agua potable, ha padecido en la última década la tercera parte de los desastres naturales vinculados con el agua, que afectaron a 130 millones de personas.