El alto caudal de la presa de Cecebre anega la carretera de Crendes
Vie, 31/03/2006
El embalsamiento del agua dificulta el tránsito por la vía y preocupa a los vecinos de la zona ?os problemas del incremento del agua embalsada en la presa de Cecebre ya afectó más allá del río Mero y del núcleo urbano de O Caneiro, en el municipio de Cambre. Durante la jornada de ayer, la acumulación de agua en el embalse también perjudicó considerablemente a la parroquia de Crendes en el Ayuntamiento de Abegondo. El problema más grave se concentró en la carretera que une el núcleo urbano principal con el lugar de Macenda y Guiliade. La vía se convirtió en un auténtico río que surcaba paralelamente al pantano que abastece de agua a A Coruña y a su área de influencia. Esta situación, que no fue subsanada en toda la jornada, impidió el transito rodado por la citada carretera. Pero además, los vecinos de la zona estaban a última hora de la tarde noche de ayer muy preocupados por como se iban desarrollando los acontecimientos. Protección Civil y los agentes de la Guardia Civil de Abegondo estuvieron durante toda la jornada controlando el comportamiento del nivel del agua por si fuera necesario solicitar ayuda a otros servicios de emergencia de municipios próximos para proceder al desalojo de los vecinos. Presa de A Barcala Por otra parte, varios vecinos de A Barcala y A Telva visitaron ayer la presa de Os Muíños da Barcala. Allí pudieron observar como aún de marea baja la llegada del agua procedente del río Mero a la ría de O Burgo se realizaba con muchas dificultades e impedimentos. Esta situación es la que «provoca» que el río se desborde a lo largo de su cauce, desde O Caneiro. Los vecinos, alguno de ellos técnicos en hidrología, explicaron que el problema radica en la existencia de una presa construida en el año 1908 para abastecer de agua a seis molinos. Pero el pequeño dique estaba diseñado para recoger el agua del río «da Gándara», un regato cuyo cauce discurría a la altura del río Mero. Sin embargo, en la década de los setenta el cauce del Mero fue desviado hacia el de A Gándara y el caudal se incrementó de forma considerable. Este aumento de agua hace que la desembocadura natural se quede «pequeña». ¿Cuál sería la solución? Para los vecinos, la reparación pasa por «derribar» la pequeña presa. De esta forma, indican que el agua no se encontraría con ningún obstáculo y ahora tiene que superar una altura de casi cuatro metros. Además, se preguntan para qué sirve la presa. Creen que la intención es mantenerla para que «continúen» las riadas y expropiar los terrenos a precio de «ganga», dicen.