La Xunta logra parar la construcción de once minicentrales en el río Ulla
Sáb, 25/03/2006
Cuatro empresas hidroeléctricas han decidido renunciar a la construcción de 11 minicentrales en el río Ulla para las que ya contaban con concesión, aunque no habían empezado ningún tipo de obra. Esto ha sido posible tras alcanzar la Consellería de Medio Ambiente un acuerdo con las dueñas de estos aprovechamientos, la mayoría pertenecientes a Fenosa, y que el departamento que dirige Manuel Vázquez prevé firmar la próxima semana.
El conselleiro desveló que con esta renuncia Medio Ambiente demandó a estas cuatro empresas "un gesto" para "dejar el Ulla tranquilo", con la compensación de "en un futuro ver como se plantea la relación entre Administración y hidroeléctricas en materia de pactos ambientales".
En este sentido, el titular de Medio Ambiente recordó que en el río Ulla ya existen 10 aprovechamientos hidroeléctricos y advirtió de que cuando se hace cargo, con el cambio de gobierno, de este departamento, había programada otros 18 más, "por lo que la cifra de minicentrales se elevaría a 28", recriminó.
A este número, se eleva el hecho de que, entre las zonas del bajo y alto Ulla, existen medio centenar de aprovechamientos hidroeléctricos en solicitud. Este dato sirvió a Manuel Vázquez para lamentar que en los últimos años la "Galicia de los 1.000 ríos, se ha convertido en el país de las 1.000 minicentrales" y, censuró, este porcentaje de construcción de aprovechamientos, "cuando en la producción energética de la comunidad sólo representan el 2,5%".
El conselleiro abogó por "un equilibrio" en la concesión de estas licencias, ya que alertó del "destrozo medioambiental" que supone. Por ello, defendió la decisión del nuevo Gobierno de suspender "de un plumazo" el trámite e 49 minicentrales en curso y destacó las negociaciones que mantiene con el sector hidroeléctrico para "recuperar" la concesiones de 17 minicentrales. Decisiones que avalan la política de Medio Ambiente de "no constituir ninguna minicentral más".
"Había mucha piratería con mucho listillo al que se le concedía una minicentral", censuró Vázquez, en referencia a la situación con la que se encontró el nuevo Gobierno en esta materia cuando accedió a la Xunta.
No obstante, las críticas no sólo se centraron en materia de minicentrales sino de saneamiento, ya que al asumir la consellería de Medio Ambiente se ha encontrado con datos como que el 40% de los gallegos devuelve las aguas contaminadas a sus ríos sin tratar y las rías reciben millones de litros de aguas residuales sin tratar. Además, censuró el incumplimiento de las directrices medioambientales de la UE y recordó la amenaza de multa de la UE por la contaminación de la ría de Vigo. "En definitiva, la Administración es la mayor contaminadora de nuestras aguas", reconoció.
En cuanto al tratamiento de los residuos sólidos urbanos (RSU), Vázquez advirtió de que el modelo de gestión de tratamiento para la segunda planta, que la Xunta baraja construirla en el sur de Galicia, es complicado porque "es necesario definir cuál es el correcto" y reconoció lo "cuestionable" de la incineración. Por ello, avanzó que el sistema que mejor suena es el "modelo plasma". Es decir, "se introduce el residuo y sale vidrio".
El conselleiro desveló que con esta renuncia Medio Ambiente demandó a estas cuatro empresas "un gesto" para "dejar el Ulla tranquilo", con la compensación de "en un futuro ver como se plantea la relación entre Administración y hidroeléctricas en materia de pactos ambientales".
En este sentido, el titular de Medio Ambiente recordó que en el río Ulla ya existen 10 aprovechamientos hidroeléctricos y advirtió de que cuando se hace cargo, con el cambio de gobierno, de este departamento, había programada otros 18 más, "por lo que la cifra de minicentrales se elevaría a 28", recriminó.
A este número, se eleva el hecho de que, entre las zonas del bajo y alto Ulla, existen medio centenar de aprovechamientos hidroeléctricos en solicitud. Este dato sirvió a Manuel Vázquez para lamentar que en los últimos años la "Galicia de los 1.000 ríos, se ha convertido en el país de las 1.000 minicentrales" y, censuró, este porcentaje de construcción de aprovechamientos, "cuando en la producción energética de la comunidad sólo representan el 2,5%".
El conselleiro abogó por "un equilibrio" en la concesión de estas licencias, ya que alertó del "destrozo medioambiental" que supone. Por ello, defendió la decisión del nuevo Gobierno de suspender "de un plumazo" el trámite e 49 minicentrales en curso y destacó las negociaciones que mantiene con el sector hidroeléctrico para "recuperar" la concesiones de 17 minicentrales. Decisiones que avalan la política de Medio Ambiente de "no constituir ninguna minicentral más".
"Había mucha piratería con mucho listillo al que se le concedía una minicentral", censuró Vázquez, en referencia a la situación con la que se encontró el nuevo Gobierno en esta materia cuando accedió a la Xunta.
No obstante, las críticas no sólo se centraron en materia de minicentrales sino de saneamiento, ya que al asumir la consellería de Medio Ambiente se ha encontrado con datos como que el 40% de los gallegos devuelve las aguas contaminadas a sus ríos sin tratar y las rías reciben millones de litros de aguas residuales sin tratar. Además, censuró el incumplimiento de las directrices medioambientales de la UE y recordó la amenaza de multa de la UE por la contaminación de la ría de Vigo. "En definitiva, la Administración es la mayor contaminadora de nuestras aguas", reconoció.
En cuanto al tratamiento de los residuos sólidos urbanos (RSU), Vázquez advirtió de que el modelo de gestión de tratamiento para la segunda planta, que la Xunta baraja construirla en el sur de Galicia, es complicado porque "es necesario definir cuál es el correcto" y reconoció lo "cuestionable" de la incineración. Por ello, avanzó que el sistema que mejor suena es el "modelo plasma". Es decir, "se introduce el residuo y sale vidrio".