Inundaciones: vigilancia y predicción

Lun, 27/03/2006

Diario de Noticias de Navarra

Es necesaria la vigilancia y predicción de fenómenos como fuertes lluvias, temporales o nevadas-La localización de ubicaciones con alta probabilidad de que se produzcan inundaciones es vital

Tribuna Abierta


las inundaciones son una de las catástrofes naturales que mayor número de víctimas producen en el mundo. Se ha calculado que en el siglo XX unas 3,2 millones de personas han muerto por causas directamente relacionadas con este motivo, lo que es más de la mitad de los fallecidos por desastres naturales en el mundo en ese periodo.

En Euskadi padecemos este tipo de catástrofes todos los años, en mayor o menor magnitud y representan un grave problema social y económico.

Las inundaciones se producen en prácticamente todo nuestro territorio, aunque éstas se dan sobre todo en la zona norte de nuestra comunidad, en los territorios históricos de Gipuzkoa y Bizkaia. Desgraciadamente estamos habituados a escuchar que uno o varios ríos se han desbordado, al igual que en otras latitudes del mundo están acostumbrados a escuchar, por ejemplo, que se aproxima una tormenta tropical o que se va a producir el llamado fenómeno de la gota fría, es decir, es algo inherente a nuestro clima.

La causa principal de una inundación son las grandes lluvias. El exceso de precipitación como consecuencia de temporales de lluvias son el origen principal, cuando el terreno no puede absorber o almacenar todo el agua que cae y ésta resbala por la superficie haciendo aumentar el nivel de los ríos hasta que rebasan su cauce. En este sentido, Euskadi es una de las regiones más lluviosas de Europa y del mundo. Se recogen entre 1.200 y más de 2.000 mm de precipitación media al año y el número de frentes fríos que atraviesan nuestro territorio oscila entre 50 y 60.

Otra causa frecuente de las inundaciones es la coincidencia de dos fenómenos. Por un lado de la fusión de las nieves acumuladas durante la época invernal, que se produce en primavera y que se acumula en forma de agua en los ríos, y por otra de las fuertes lluvias y temporales. La conjunción de ambos elementos da lugar habitualmente a inundaciones.

Finalmente, a las dos causas anteriormente citadas debemos añadir el peligro de ciertas actividades humanas, que por sí mismas no dan lugar a inundaciones, pero que pueden intervenir indirectamente en que se produzcan. Por ejemplo, las canalizaciones o las construcciones en los cauces o zonas adyacentes de los ríos, o la reducción de los niveles de permeabilización del suelo.

Evidentemente, el estudio de la meteorología y la climatología es un elemento fundamental a la hora de prevenir las inundaciones. Para una correcta prevención de este tipo de catástrofes es necesaria la vigilancia y predicción de fenómenos como fuertes lluvias, temporales o nevadas. Por ello, el Gobierno Vasco ha ido dando pasos en la dirección de contar con información suficiente sobre los fenómenos meteorológicos y el clima de nuestra comunidad, con el objetivo de prevenir y monitorizar, entre otros, este tipo de desastres naturales. Para ello se optó por el desarrollo de una red meteorológica y climatológica, y por la creación de la Agencia Vasca de Meteorología, que conocemos como Euskalmet. En este sentido, una de las tareas operativas que realiza Euskalmet es la vigilancia y predicción hidro-meteorológica, apoyándose en la red de estaciones de aforo ubicadas en distintos ríos y gestionada por el Gobierno Vasco y las diputaciones forales.

Las inundaciones en el País Vasco se producen durante todo el año. Son bastante elevadas en invierno, desciende el número en primavera y se da un alto número de ellas en junio y agosto (en el caso de Gipuzkoa junio es un mes especialmente proclive a las inundaciones). Es decir, son fenómenos muy generalizados en cualquier época.

Hemos observado periodos catastróficos importantes en nuestro territorio, por ejemplo en el periodo que va desde 1923 a 1930 y también inundaciones espectaculares como las de 1913 en Mungia, las de 1930 en Vitoria-Gasteiz, las de 1933 en Renteria, o las más recientes y desastrosas de Bilbao en 1983. Pero lo cierto es que, tal y como hemos apuntado, las inundaciones se producen de forma recurrente. Así, a finales del año pasado y también durante este año hemos sufrido varias inundaciones.

La localización de ubicaciones con alta probabilidad de que se produzcan inundaciones es vital. Desafortunadamente hay que decir que existen muchos puntos conflictivos en nuestra comunidad, ya que son frecuentes las precipitaciones muy altas (por ejemplo 500 mm de lluvia el 26 de agosto de 1983 en Larrasquitu) y dado que nuestros valles son estrechos y profundos, a lo que hay que sumar que las poblaciones están situadas a menudo muy cerca de los cauces.

La Agencia Vasca de Meteorología no puede evitar que se produzcan inundaciones. Sin duda seguiremos escuchando, leyendo o viendo en los medios de comunicación noticias relacionadas con inundaciones en nuestra comunidad. No obstante, Euskalmet está vigilando continuamente las 24 horas del día los 365 días del año y se dota de dispositivos modernos y sofisticados, como el radar meteorológico de Kapildui, para disponer de información más precisa. Con ello, el Departamento de Transportes y Obras Públicas colabora en la comunicación efectiva y en el aviso preventivo a los organismos encargados de intervenir en la zona, para que puedan actuar de una forma eficiente cuando se producen este tipo de catástrofes y para que dispongan de información en tiempo real sobre lo que está ocurriendo y sobre la previsión de lo que puede ocurrir a corto plazo en la zona afectada.

El día mundial de la meteorología tiene por tema Previniendo y mitigando desastres naturales y precisamente el objetivo más relevante de Euskalmet es la contribución directa en este ámbito en Euskadi.

(*) Consejera de Transportes y Obras Públicas del Gobierno Vasco