El agua, ¿un derecho o un negocio?

Mié, 22/03/2006

En el mundo contemporáneo no existe una cuestión más importante que la del agua dulce. De ella depende la supervivencia de la cadena de la vida y, por consiguiente, de nuestro futuro. El agua puede ser un motivo desencadenante de guerras, pero también un asunto de solidaridad y cooperación entre los pueblos.
En nuestro planeta, el agua es extremadamente abundante y, al mismo tiempo, extremadamente escasa. Del total, el 97% es agua salada y tan solo el 3% restante es agua dulce. Y de éste, sólo un 0,7% es accesible al uso humano.

Por otra parte, se estima que en la corteza terrestre, se renuevan unos 43.000 kilómetros cúbicos de agua anuales, mientras que el consumo total es de aproximadamente 6.000 kilómetros cúbicos. Aunque esto indica superabundancia de agua, su distribución no puede ser más desigual: el 60% de toda la reserva de agua potable se concentra en el territorio de sólo nueve países mientras en 80 países padecen absoluta escasez del líquido elemento. Pero además, algo menos de 1.000 millones de personas consumen el 86% del agua disponible, en contraste con los alrededor de 1.400 millones que apenas tienen acceso a la misma. A ellos hay que añadir los 2.000 millones de habitantes que consumen agua de calidad altamente deficiente, por falta de tratamiento, que es causa del 86% de las enfermedades comprobables anualmente en la Tierra. Más información