MADRID .- El escaso nivel de polen y alergias será lo único bueno de la sequía
Lun, 13/03/2006
Este año, de seguir con las bajas precipitaciones, podrían repetirse las cifras de 2005, en el que se registraron los niveles más bajos de polen de los últimos diez años, informó hoy a Europa Press la coordinadora de la Red Palinológica de la Comunidad de Madrid (Palinocam), Patricia Cervigón.
"Si seguimos con una sequía continuada, los alérgicos tendrán una buen año, ya que al no haber llovido, las plantas no han florecido.
Sin embargo, aún es demasiado pronto para hablar, porque en caso de que abril, mayo y junio sean meses lluviosos, las gramíneas y el plantago germinarían rápidamente. Eso sí, el aire se limpiaría pues las lluvias producen un efecto de lavado y barrido instantáneo de la atmósfera", explicó Cervigón.
En los últimos diez años, 2001 fue el que alcanzó cifras más altas de niveles de polen con 5.790 granos de gramínea por metro cúbico en la región madrileña. Sin embargo, 2005 fue el menos problemático de todos (726 granos metro cúbico) con recuentos de polen inferiores a todos los de la serie histórica de la Red, que lleva funcionando desde 1993.
En la región hay distribuidos diez captadores que se encargan de mostrar el patrón de comportamiento de cada zona madrileña. Sin embargo, según explicó Cervigón, "el polen se difunde y diluye en la atmósfera y se mezcla con lo que el comportamiento es bastante parecido en toda la Comunidad, salvo los casos de Collado Villaba y Aranjuez, que por sus condiciones geográficas tienen especies arbóreas singulares y dan resultados un poco distintos".
UN CINCO POR CIENTO DE ASMÁTICOS
Respecto a la cantidad de madrileños que padecen reacciones alérgicas, la coordinadora de Palinocam aseguró que no hay cifras exactas, ya que en Madrid es raro el paciente "monosensibilizado", es decir, alérgico a un sólo tipo de polen. "Los únicos registrados son lo que sufren asma como consecuencia de alguna alergia, y es que hay un cinco por ciento de madrileños que lo padece, y es la enfermedad crónica más frecuente de la infancia", agregó Cervigón.
Según la encuesta de prevalencia de asma de la Comunidad de Madrid realizada por el servicio de Epidemiología del Instituto de Salud Pública de Madrid, del 75 por ciento de los asmáticos diagnosticados en la región, el 62 por ciento, o lo que es lo mismo, 3 de cada 4, tenían un test cutáneo positivo a algun factor externo que les provoca esa crisis respiratoria. En ese sentido, Cervigón apuntó que el más frecuente es el de gramíneas con un 57,3 por ciento.
Un alergeno, que aunque está presente durante casi todo el año con niveles bajos, se eleva notablemente en los meses de mayo, junio. Pese a ello, hay otros alergenos que causan el asma, aunque eso sí, de forma menos acentuada. Tal es el caso del plantago, (48,3 por ciento), ácaros (27 por ciento), el perro y gato, con un 21 y 27 por ciento respectivamente, y las cucarachas (7 por ciento).
EL DOBLE EFECTO DE LA LLUVIA
En cuanto a la forma de paliar una alergia, Cervigón explicó que a diferencia de un virus o bacteria, nunca va a desaparecer y que se pueden producir más o menos síntomas en función de la exposición que tenga el sujeto ante el alergeno. En ese sentido, la meteorología influye mucho. "Si hay un año lluvioso, va a haber mucho más polen aunque la lluvia también va a limpiar el aire, con lo que tiene un doble efecto, positivo y negativo", explicó.
Por su parte, la jefa del Servicio de Alergología del Hospital Gregorio Marañón, María Rubio Sotes, explicó a Europa Press que con la sequía que está afectando este año a la región, tendría que haber una cantidad de polen muy baja. "De momento estamos en unos niveles moderados, un tercio respecto a las ocasiones en las que se registró un máximo de polinización. Las alergias de esta época (polen de las arizónicas), están produciendo síntomas nasales y oculares fundamentalmente, en primavera ya veremos lo que ocurre", explicó.
"Si seguimos con una sequía continuada, los alérgicos tendrán una buen año, ya que al no haber llovido, las plantas no han florecido.
Sin embargo, aún es demasiado pronto para hablar, porque en caso de que abril, mayo y junio sean meses lluviosos, las gramíneas y el plantago germinarían rápidamente. Eso sí, el aire se limpiaría pues las lluvias producen un efecto de lavado y barrido instantáneo de la atmósfera", explicó Cervigón.
En los últimos diez años, 2001 fue el que alcanzó cifras más altas de niveles de polen con 5.790 granos de gramínea por metro cúbico en la región madrileña. Sin embargo, 2005 fue el menos problemático de todos (726 granos metro cúbico) con recuentos de polen inferiores a todos los de la serie histórica de la Red, que lleva funcionando desde 1993.
En la región hay distribuidos diez captadores que se encargan de mostrar el patrón de comportamiento de cada zona madrileña. Sin embargo, según explicó Cervigón, "el polen se difunde y diluye en la atmósfera y se mezcla con lo que el comportamiento es bastante parecido en toda la Comunidad, salvo los casos de Collado Villaba y Aranjuez, que por sus condiciones geográficas tienen especies arbóreas singulares y dan resultados un poco distintos".
UN CINCO POR CIENTO DE ASMÁTICOS
Respecto a la cantidad de madrileños que padecen reacciones alérgicas, la coordinadora de Palinocam aseguró que no hay cifras exactas, ya que en Madrid es raro el paciente "monosensibilizado", es decir, alérgico a un sólo tipo de polen. "Los únicos registrados son lo que sufren asma como consecuencia de alguna alergia, y es que hay un cinco por ciento de madrileños que lo padece, y es la enfermedad crónica más frecuente de la infancia", agregó Cervigón.
Según la encuesta de prevalencia de asma de la Comunidad de Madrid realizada por el servicio de Epidemiología del Instituto de Salud Pública de Madrid, del 75 por ciento de los asmáticos diagnosticados en la región, el 62 por ciento, o lo que es lo mismo, 3 de cada 4, tenían un test cutáneo positivo a algun factor externo que les provoca esa crisis respiratoria. En ese sentido, Cervigón apuntó que el más frecuente es el de gramíneas con un 57,3 por ciento.
Un alergeno, que aunque está presente durante casi todo el año con niveles bajos, se eleva notablemente en los meses de mayo, junio. Pese a ello, hay otros alergenos que causan el asma, aunque eso sí, de forma menos acentuada. Tal es el caso del plantago, (48,3 por ciento), ácaros (27 por ciento), el perro y gato, con un 21 y 27 por ciento respectivamente, y las cucarachas (7 por ciento).
EL DOBLE EFECTO DE LA LLUVIA
En cuanto a la forma de paliar una alergia, Cervigón explicó que a diferencia de un virus o bacteria, nunca va a desaparecer y que se pueden producir más o menos síntomas en función de la exposición que tenga el sujeto ante el alergeno. En ese sentido, la meteorología influye mucho. "Si hay un año lluvioso, va a haber mucho más polen aunque la lluvia también va a limpiar el aire, con lo que tiene un doble efecto, positivo y negativo", explicó.
Por su parte, la jefa del Servicio de Alergología del Hospital Gregorio Marañón, María Rubio Sotes, explicó a Europa Press que con la sequía que está afectando este año a la región, tendría que haber una cantidad de polen muy baja. "De momento estamos en unos niveles moderados, un tercio respecto a las ocasiones en las que se registró un máximo de polinización. Las alergias de esta época (polen de las arizónicas), están produciendo síntomas nasales y oculares fundamentalmente, en primavera ya veremos lo que ocurre", explicó.