UPA y COAG inician una recogida de firmas para poner en marcha el Plan del Alto Guadiana para recuperar el acuífero 23
Mar, 28/02/2006
Las organizaciones agrarias UPA y COAG-Iniciativa Rural de Castilla-La Mancha iniciaron hoy en Tomelloso (Ciudad Real) una campaña de recogida de firmas para reclamar una financiación suficiente en la puesta en marcha del Plan Especial del Alto Guadiana para restaurar la situación hidrológica y medioambiental del acuífero 23 y ofrecer una solución a las multas y a la falta de agua de los regantes ciudadrealeños.
Los responsables de ambas organizaciones, reunidos hoy en Tomelloso (Ciudad Real), coincidieron en la gravedad del déficit hídrico que se vive en la Cuenca Alta del Guadiana y, sobre todo, en la zona del Acuífero 23, informaron las organizaciones.
Agrega que la situación ha empeorado aún más de forma coyuntural debido a la actual sequía, y señala que, durante dos décadas, la Administración hidráulica no ha adoptado en Castilla-La Mancha las medidas adecuadas para satisfacer las necesidades de agua en materia medioambiental, de abastecimientos humanos, de regadío y del resto de actividades que conforman el tejido socioeconómico de los 32 pueblos que se asientan sobre esta área y en los que viven más de 230.000 habitantes.
UPA y COAG-IR indican que las únicas "actuaciones de política hidráulica" que han llegado hasta la Cuenca Alta del Guadiana para paliar su déficit hídrico han sido los expedientes de multas y de cierre de pozos.
Asimismo, las organizaciones advierten de que si el agua se ha trasvasado al Levante durante los últimos 20 años, se hubiera quedado y administrado en la región, hoy el acuífero 23 estaría lleno, las Tablas de Daimiel a rebosar, correrían los Ojos del Guadiana, los pueblos estarían abastecidos y los agricultores podrían regar "sin problemas".
Los responsables de ambas organizaciones, reunidos hoy en Tomelloso (Ciudad Real), coincidieron en la gravedad del déficit hídrico que se vive en la Cuenca Alta del Guadiana y, sobre todo, en la zona del Acuífero 23, informaron las organizaciones.
Agrega que la situación ha empeorado aún más de forma coyuntural debido a la actual sequía, y señala que, durante dos décadas, la Administración hidráulica no ha adoptado en Castilla-La Mancha las medidas adecuadas para satisfacer las necesidades de agua en materia medioambiental, de abastecimientos humanos, de regadío y del resto de actividades que conforman el tejido socioeconómico de los 32 pueblos que se asientan sobre esta área y en los que viven más de 230.000 habitantes.
UPA y COAG-IR indican que las únicas "actuaciones de política hidráulica" que han llegado hasta la Cuenca Alta del Guadiana para paliar su déficit hídrico han sido los expedientes de multas y de cierre de pozos.
Asimismo, las organizaciones advierten de que si el agua se ha trasvasado al Levante durante los últimos 20 años, se hubiera quedado y administrado en la región, hoy el acuífero 23 estaría lleno, las Tablas de Daimiel a rebosar, correrían los Ojos del Guadiana, los pueblos estarían abastecidos y los agricultores podrían regar "sin problemas".