Las ciudades españolas pierden hasta el 60% de su agua por fugas en las redes de abastecimiento

Lun, 27/02/2006

La Razón

Madrid¿Subsistirá la agricultura en el Mediterráneo? ¿Es la desalación la solución? ¿Por qué unos trasvases sí y otros no? Son algunas de las preguntas que surgieron el pasado día 22 en la Mesa Redonda sobre el Agua organizada por LA RAZÓN, a la que asistieron representantes del Gobierno, la oposición, las autonomías y los sectores agrícolas más afectados por la sequía y la gestión de los recursos hídricos, y que fue presentada por el director de Publicaciones de LA RAZÓN, José Antonio Vera. En el acto también estuvieron presentes destacados expertos en Economía, Biología y Ecología. Todos para debatir un tema central: soluciones al problema del agua.
El derogado trasvase del Ebro centró buena parte de las intervenciones y del coloquio posterior. Cristina Gutiérrez Cortínez, eurodiputada del Grupo Popular y presidenta de la
Asociación Mujeres del Agua, introdujo uno de los temas más polémicos: «¿Por qué el Gobierno está dispuesto a estudiar el trasvase del Ródano a Cataluña y descarta el
del Ebro?» Tanto ella como José Ramón García Antón, consejero de Infraestructuras de la Comunidad Valenciana achacaron que el Ejecutivo estudie esta obra a su política
de alianzas con los partidos catalanes, puesto que CiU está a favor del trasvase. Jaime Palop, director general del Agua del Ministerio de Medio Ambiente respondió que el Ródano «es una cuenca francesa y la Generalitat catalana lo rechaza».
Sobre el trasvase Tajo-Segura, Palop señaló que «la infraestructura existe y debemos sacar
mucha punta». Sobre todo, cuando España se enfrenta a las malas previsiones meteorológicas (un año más de sequía) y a problemas como el de las pérdidas de agua en las redes de suministro urbanas. En algunas ciudades españolas «las pérdidas en las redes llegan hasta el 60 por ciento», admitió Palop. El representante de Medio Ambiente defendió
las líneas básicas del Plan AGUA, la alternativa del Gobierno socialista al Plan Hidrológico Nacional (PHN) del PP. Para el responsable del Agua del Ejecutivo, el trasvase del Ebro conllevaba una «conflictividad social brutal», por lo que abogó por buscar otras soluciones.
«Vamos a agotar los recursos de cada cuenca. No se pueden planificar estructuras caras sin antes arreglar la casa.
Reutilicemos, modernicemos y luego ya apelaremos a la solidaridad», señaló. Algo muy criticado por algunos de los participantes, como la doctora en Biología Verónica Lipperheide, quien aseguró que con la derogación del trasvase «se ha enterrado el principio de solidaridad» en base a «documentos arbitrarios».
Palop manifestó, sin embargo, otros criterios en cuanto al trasvase Tajo-Segura. Admitió que, en Castilla-La Mancha, «el PP se opone y al PSOE no le hace gracia. Los partidos estamos rotos y va a costar mucho bajar el tono de la confrontación».
El consejero de Infraestructuras valenciano lanzó duras críticas al programa del Gobierno. «Se quiere confundir a la gente -afirmó diciendo que el programa AGUA es gestión y el PHN era sólo un trasvase.
Pero la gestión del programa AGUA ya estaba prevista». A su juicio, la derogación del
trasvase del Ebro pone en peligro la agricultura del Mediterráneo, «la única competitiva, que no se sostiene con desaladoras».
La desalación, principal alternativa del Ejecutivo al PHN, también centró buena parte del debate. Una solución criticada por los agricultores regantes que, en palabras de su presidente, Andrés del Campo, exigen «tener agua garantizada», y también por los ecologistas. Para la oposición, aunque el PHN ya contemplaba desaladoras, se trata sólo de
una medida parcial. Para reflexionar sobre este asunto, la pregunta que dejó en el aire José Antonio Vera: «¿No es una contradicción permitir que se vierta al mar un agua que luego se desala?»

Claves
- José Antonio Vera. ¿No es una contradicción permitir que se vierta al mar un agua que luego se desala?»
-Jaime Palop: «Vamos a agotar los recursos de cada cuenca antes de planificar estructuras. Reutilicemos, modernicemos y luego ya apelaremos a la solidaridad».

- José R. García Antón: «El Gobierno se quiere cargar la agricultura del Mediterráneo, la única competitiva de España, que no se sostiene sólo con las desaladoras».? Cristina Gutiérrez:
«¿Por qué el trasvase del Ródano a Cataluña sí y el del Ebro no?»? Javier Morillas. «Pensar que con desaladoras se soluciona el problema del agua es un tópico».

- Andrés del Campo. «En la cuenca del Guadalquivir va a haber sólo un 30 por ciento de la dotación normal para riego».
- Lucía De Stefano. «En España, el número de presas per cápita es el más alto del mundo, 30 por millón de habitantes».
- Joaquín Araújo: «Hay que dar de beber al agua. La mayor agresión no son las desaladoras, sino considerar el agua sólo como un recurso».
- Verónica Lipperheide: «Falta una política para todo el país. Con la derogación del trasvase del Ebro se ha enterrado el principio de solidaridad».
- Gonzalo Echagüe: «La única solución es el consenso político. Sin él, ni el programa AGUA ni el PHN van a buen puerto».
-Sergio Alonso: «La información de Medio Ambiente es compleja por la politización y el maniqueísmo del sector».