Barcelona
Aguas de Barcelona (Agbar) y Aguas de El Prat crearán una empresa participada al 50% para abastecer de agua al aeropuerto una vez esté concluida la ampliación en curso. Las instalaciones actuales dan ya trabajo a unas 12.000 personas, que alcanzarán las 40.000 una vez entre en funcionamiento la nueva terminal. En la limpieza de las pistas y exteriores, sin embargo, se utilizará el agua procedente de la depuradora del Llobregat.
El aeropuerto se abastece ahora de tres fuentes: Aguas de El Prat, la empresa municipal que suministra el agua en este término municipal; Agbar, a través de la conexión que el aeropuerto tiene con el municipio de Sant Boi, y del propio subsuelo, gracias a una concesión. Las autoridades aeroportuarias regulan en cada momento las cantidades y las procedencias del agua que utilizan, al tiempo que, con tres fuentes de suministro, garantizan la disponibilidad en cualquier eventualidad.
Las extracciones propias se hacen del subsuelo, un subsuelo rico en agua dulce que, además, ejerce de efecto barrera ante la intrusión del agua procedente del mar. De ahí los constantes controles de la capa freática que hacen tanto Aguas de El Prat como la Agencia Catalana del Agua y algunas de las empresas que se abastecen con pozos propios. Fruto de esa observación fue una amenaza de paralizar las obras de la nueva terminal debido a que, en opinión de las autoridades medioambientales, la ejecución afectaba seriamente al subsuelo y, por tanto, a los suministros locales.
En el futuro, sin embargo, el agua que llegue al aeropuerto procederá de una nueva empresa constituida al 50% por Aguas de Barcelona y Aguas de El Prat, según explica el concejal de Urbanismo y Medio Ambiente, Sergi Alegre, y confirma un portavoz de Agbar. Aguas de Barcelona es la empresa que tiene la concesión del suministro de agua en toda el área metropolitana salvo en una localidad: El Prat del Llobregat, donde este servicio está municipalizado.
Intentos de compra
En el pasado, Agbar intentó repetidamente la adquisición de Aguas de El Prat, pero se ha topado siempre con la negativa del equipo de gobierno, en el que Iniciativa Verds (ICV) es la fuerza mayoritaria. Ahora, según fuentes de ambas partes, se ha llegado a un alto el fuego y Aguas de Barcelona ha dejado de intentar hacerse con la única localidad metropolitana que se le ha resistido. Tanto es así, que la colaboración resulta muy fácil y fruto de ella es la futura compañía que abastecerá al aeropuerto y, quizá, a algún complejo de instalaciones ahora en construcción y situado en el límite de la población.
El suministro de agua por parte de la nueva empresa al aeropuerto afectará, sobre todo, al agua de boca, es decir, que será utilizada en los lavabos, bares, restaurantes y, en general, para el consumo humano en cualquiera de sus vertientes, incluida la limpieza de los interiores.
No obstante, habrá una segunda fuente de suministro de agua al aeropuerto: la necesaria para la limpieza de pistas, exteriores y riego de plantas situadas fuera de las terminales se hará con agua procedente de la depuradora del Llobregat, que produce una cantidad mucho más que suficiente para estos menesteres.
La utilización de agua procedente de la depuradora para actividades no relacionadas con el consumo humano es una de las peticiones constantes de las autoridades del agua, que ven en ello una fuente de ahorro de agua potable. En la ciudad de Barcelona, donde la capa de freático está también casi en la cota cero en algunos puntos, se utiliza también agua procedente del subsuelo para limpieza de calle y determinados riegos.