Las últimas lluvias recargan las reservas de los acuíferos y garantizan el abastecimiento
Lun, 13/02/2006
Alacant
RECURSOS HÍDRICOS
Las últimas lluvias recargan las reservas de los acuíferos y garantizan el abastecimiento
La situación de los embalses permitirá afrontar la temporada estival sin restricciones
Servicios
Vicente Zaragoza, Benidorm
Los 190 litros de lluvia por metro cuadrado de media que han caído en el último mes en la comarca de la Marina Baixa han aportado del orden de los cinco millones de metros cúbicos a los acuíferos de la comarca, llenando en un caso las reservas subterráneas e incrementando en cerca de dos hectómetros los caudales de los dos embalses. Con esta situación la comarca podrá afrontar las necesidades de abastecimiento y de riego agrícola durante la temporada estival, según afirmó el ingeniero del Consorcio de Aguas de la Marina Baixa, Francisco Santiago.
Santiago destacó el bien comportamiento del sistema de aprovechamiento integral de los recursos hídricos de la Marina Baixa, «el cual permite con la mitad de pluviometría que se registran en otras zonas» dar servicio con total garantía a una importante franja del litoral.
El buen comportamiento de la climatología ha permitido que en los últimos cuatro años la Marina Baixa no haya tenido necesidad de utilizar los recursos exteriores que le permiten el acueducto Rabasa-Amadorio, ya que con las propias reservas de la comarca se ha podido hacer frente a las necesidades de consumo de la población y las necesidades de riego del campo, sin apenas restricciones, salva las medidas que habitualmente se ponen en marcha todos los veranos, como es la reducción de la presión en las redes de abastecimiento y los turnos rigurosos en el riego agrícola.
La situación de cara al verano de 2006 no puede ser más optimista. Los 199 litros por metro cuadrado de media que han dejado las lluvias en la zona de Guadalest y Algar, donde se hallan enclavados los principales acuíferos que abastecen a la comarca, han aportado de los acuíferos del orden de los cinco hectómetros cúbicos. De esta forma el embalse de Amadorio contiene al día de hoy unas reservas de 7,4 hectómetros cúbicos, mientras que el pantano de Guadalest se sitúa en los 8,4 hectómetros, justo un hectómetro más cada uno de los embalses que disponían hace apenas un mes. La lluvia que se ha registrado en este mismo período en la zona del Amadorio es justo la mitad que la medida en la zona norte de la comarca.
El acuífero del Algar
En lo que se refiere a las reservas subterráneas, el acuífero de Algar ha sufrido un espectacular aumento, al subir veinte metros el nivel del agua, lo que permite que mane de las fuentes de modo natural del orden de los 199.000 metros cúbicos diarios, según informaron fuentes del Consorcio de Aguas de la Marina Baixa. De este caudal que fluye por las fuentes del Algar se están elevando a través de la estación de bombeo de este paraje de Callosa, unos 100.000 metros cúbicos diarios al embalse de Guadalest, y otros 50.000 metros cúbicos al día llegan a la estación del río Torres a través del Canal Bajo del Algar al pantano del Amadorio. Una parte de estos caudales se pierde en el mar a través del cauce del río Algar, donde en la desembocadura de Altea se están midiendo del orden de 50.000 a 60.000 metros cúbicos diarios, lo que supone unos 400 litros por segundo de agua, según señalaron las mencionadas fuentes.
En lo que respeta a los pozos de Beniardá estos se hallan paralizados desde hace varias semanas, al igual que ocurrió con el Algar donde uno de los dos pozos existentes se paralizó por el temor a la pérdida de reservas.
«Nosotros conocemos mejor que nadie el comportamiento de nuestros acuíferos y por esta razón necesitamos extraer el máximo de reservas del subsuelo para elevarlas a los embalses, ya que, como ahora ha ocurrido, con la llegada de las lluvias los acuíferos se recuperan con facilidad y si los niveles están altos se pierde más cantidad de agua por el mar», asegura el ingeniero del Consorcio de Aguas de la Marina Baixa.
Equilibrio hídrico
En este sentido el equilibrio entre las extracciones y el consumo debe ser muy ajustado ya que, como está ocurriendo en estos momentos, la capacidad que permite la Confederación Hidrográfica del Júcar de poder mantener embalsada en los pantanos está a punto de alcanzar el máximo permitido para esta época del año. Guadalest alberga actualmente unas reservas del orden de los 8,8 hectómetros cúbicos y el nivel máximo permitido por la CHJ en esta época es de 10,8 hectómetros, circunstancia que ha hecho que se paralicen las extracciones por bombeo de las reservas del subsuelo para evitar que en el caso de nuevas lluvias se tuviera que desembalsar, con la consiguiente pérdida de recursos que supondría para la comarca.
El equilibrio hídrico en la comarca está perfectamente equilibrado en estos momentos para poder obtener los veinticinco millones de metros cúbicos de caudales, que es lo que necesita la comarca para hacer frente a sus necesidades según apuntan los cálculos oficiales.
RECURSOS HÍDRICOS
Las últimas lluvias recargan las reservas de los acuíferos y garantizan el abastecimiento
La situación de los embalses permitirá afrontar la temporada estival sin restricciones
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Vicente Zaragoza, Benidorm
Los 190 litros de lluvia por metro cuadrado de media que han caído en el último mes en la comarca de la Marina Baixa han aportado del orden de los cinco millones de metros cúbicos a los acuíferos de la comarca, llenando en un caso las reservas subterráneas e incrementando en cerca de dos hectómetros los caudales de los dos embalses. Con esta situación la comarca podrá afrontar las necesidades de abastecimiento y de riego agrícola durante la temporada estival, según afirmó el ingeniero del Consorcio de Aguas de la Marina Baixa, Francisco Santiago.
Santiago destacó el bien comportamiento del sistema de aprovechamiento integral de los recursos hídricos de la Marina Baixa, «el cual permite con la mitad de pluviometría que se registran en otras zonas» dar servicio con total garantía a una importante franja del litoral.
El buen comportamiento de la climatología ha permitido que en los últimos cuatro años la Marina Baixa no haya tenido necesidad de utilizar los recursos exteriores que le permiten el acueducto Rabasa-Amadorio, ya que con las propias reservas de la comarca se ha podido hacer frente a las necesidades de consumo de la población y las necesidades de riego del campo, sin apenas restricciones, salva las medidas que habitualmente se ponen en marcha todos los veranos, como es la reducción de la presión en las redes de abastecimiento y los turnos rigurosos en el riego agrícola.
La situación de cara al verano de 2006 no puede ser más optimista. Los 199 litros por metro cuadrado de media que han dejado las lluvias en la zona de Guadalest y Algar, donde se hallan enclavados los principales acuíferos que abastecen a la comarca, han aportado de los acuíferos del orden de los cinco hectómetros cúbicos. De esta forma el embalse de Amadorio contiene al día de hoy unas reservas de 7,4 hectómetros cúbicos, mientras que el pantano de Guadalest se sitúa en los 8,4 hectómetros, justo un hectómetro más cada uno de los embalses que disponían hace apenas un mes. La lluvia que se ha registrado en este mismo período en la zona del Amadorio es justo la mitad que la medida en la zona norte de la comarca.
El acuífero del Algar
En lo que se refiere a las reservas subterráneas, el acuífero de Algar ha sufrido un espectacular aumento, al subir veinte metros el nivel del agua, lo que permite que mane de las fuentes de modo natural del orden de los 199.000 metros cúbicos diarios, según informaron fuentes del Consorcio de Aguas de la Marina Baixa. De este caudal que fluye por las fuentes del Algar se están elevando a través de la estación de bombeo de este paraje de Callosa, unos 100.000 metros cúbicos diarios al embalse de Guadalest, y otros 50.000 metros cúbicos al día llegan a la estación del río Torres a través del Canal Bajo del Algar al pantano del Amadorio. Una parte de estos caudales se pierde en el mar a través del cauce del río Algar, donde en la desembocadura de Altea se están midiendo del orden de 50.000 a 60.000 metros cúbicos diarios, lo que supone unos 400 litros por segundo de agua, según señalaron las mencionadas fuentes.
En lo que respeta a los pozos de Beniardá estos se hallan paralizados desde hace varias semanas, al igual que ocurrió con el Algar donde uno de los dos pozos existentes se paralizó por el temor a la pérdida de reservas.
«Nosotros conocemos mejor que nadie el comportamiento de nuestros acuíferos y por esta razón necesitamos extraer el máximo de reservas del subsuelo para elevarlas a los embalses, ya que, como ahora ha ocurrido, con la llegada de las lluvias los acuíferos se recuperan con facilidad y si los niveles están altos se pierde más cantidad de agua por el mar», asegura el ingeniero del Consorcio de Aguas de la Marina Baixa.
Equilibrio hídrico
En este sentido el equilibrio entre las extracciones y el consumo debe ser muy ajustado ya que, como está ocurriendo en estos momentos, la capacidad que permite la Confederación Hidrográfica del Júcar de poder mantener embalsada en los pantanos está a punto de alcanzar el máximo permitido para esta época del año. Guadalest alberga actualmente unas reservas del orden de los 8,8 hectómetros cúbicos y el nivel máximo permitido por la CHJ en esta época es de 10,8 hectómetros, circunstancia que ha hecho que se paralicen las extracciones por bombeo de las reservas del subsuelo para evitar que en el caso de nuevas lluvias se tuviera que desembalsar, con la consiguiente pérdida de recursos que supondría para la comarca.
El equilibrio hídrico en la comarca está perfectamente equilibrado en estos momentos para poder obtener los veinticinco millones de metros cúbicos de caudales, que es lo que necesita la comarca para hacer frente a sus necesidades según apuntan los cálculos oficiales.