Freno a dos máquinas de la M-30 por vertidos Ayuntamiento. La Confederación del Tajo ordena cerrar los ingenios ubicados en el puente de Praga que almacenan y producen lodo bentonítico y el Gobierno municipal afirma que esto no frena la obra
Mié, 18/01/2006
Madrid. Obras de reforma de la M-30. La Confederación del Tajo ordena cerrar los ingenios ubicados en el puente de Praga que almacenan y producen lodo bentonítico
La Confederación Hidrográfica del Tajo (CHT) ordenó ayer paralizar los trabajos de reforma de la M-30 que se realizan a la altura del puente de Praga tras detectar «vertidos de material de obra de construcción al cauce del río Manzanares».
Bajo el paso elevado hay dos depósitos de lodos bentoníticos. El material, en absoluto contaminante, según el Ayuntamiento, se emplea para rellenar el terreno en el proceso de construcción de las pantallas laterales del túnel por donde circularán los coches tras el soterramiento de la autovía. Este lodo se inyecta para reforzar el suelo.
La Confederación del Tajo ha detectado en más de una ocasión vertidos de materiales de obra. No sólo de los propios lodos, que, en definitiva, no dejan de ser más que arcilla con agua, sino de cemento. Por eso ya advirtió al Gobierno municipal de que tomara medidas.
El 28 de diciembre pasado se produjo una rotura de la tubería que conecta el depósito con las dos máquinas pantalladoras que lo introducen en el terreno. La Concejalía de Urbanismo reconoce que entonces cayó fango, pero advierte de que el légamo quedó en la isla de tierra construida en el río con el objetivo, precisamente, de instalar estos ingenios. No cree la autoridad municipal que muchos restos acabaran en el Manzanares. Aquella cañería con fugas se reparó, pero todavía hay problemas. La Confederación dice que entonces puso reparos al depósito de limo. Como no se han adoptado soluciones, el Ministerio de Medio Ambiente remitió ayer al Ayuntamiento un escrito que ordena la paralización de las obras objeto del expediente abierto. Para Urbanismo, esto atañe tan sólo a la maquinaria que emplea lodos bentoníticos.
La clave de este conflicto entre administraciones está, finalmente, en si la obra se paralizará o no.
No hay motivo para ello, responden a la cuestión desde Urbanismo.Manuel Arnaiz, director general de Infraestructuras, explicó a M2 que ayer mismo se pactó una solución con la autoridad de aguas.
Se extendió tierra -una lámina de medio metro de espesor- alrededor del depósito y bajo la tubería que conecta el tanque con las máquinas inyectoras de lodo.
Con esta solución se evita, desde el punto de vista del Ayuntamiento, que en caso de pérdida, el barro termine en el cauce del río, como dice la CHT que ha ocurrido.
Pese a la notificación de la Confederación, las pantalladoras funcionaron todo el día. Desde el punto de vista de Pilar Martínez, titular de Urbanismo, las máquinas «tenían un trabajo planificado y no se podían detener». Los artilugios volverán a arrancar hoy si la Confederación considera que el lecho de tierra extendido por los responsables de la reforma de la M-30 garantiza la estanqueidad del depósito.
«Los primeros interesados, además, en que no haya pérdidas somos nosotros, porque se trata de un material muy caro», señaló Arnaiz.Y explicó que no se produce daño alguno al medio ambiente porque se trata de un material natural -un tipo de arcilla extraída de ríos mezclada con agua- y, además, porque antes de comenzar los trabajos de reforma se retiró toda la fauna del Manzanares, tal y como dictaba una de las condiciones impuestas por la Confederación del Tajo al Ayuntamiento para autorizar la ocupación del cauce del río.
En cualquier caso, como el Gobierno interpreta que la orden de la Confederación afecta a las máquinas del puente de Prada, las tareas de reforma siguen. Incluso si el depósito no se puede volver a usar hoy, no habría problema: se emplearán lodos almacenados en otros depósitos ubicados en el entorno.
La visión que tiene la Confederación difiere en matices de consideración de la aportada a este periódico por el Ayuntamiento.
José Antonio Díaz, comisario de aguas de este organismo del Ministerio de Medio Ambiente, dejó claro en conversación con M2 dos términos: primero, que la orden es de paralización de la obra en ese tramo; segundo, que si hoy las máquinas están funcionando «se actuará de la manera que proceda. Si ellos [el Gobierno municipal] entiende el escrito de la Confederación de otra manera, habrá que explicarles qué es lo que se debe hacer».
Díaz dijo que «la planta de bentonita/cemento no tiene las condiciones adecuadas para garantizar que, en caso de que se produzca una rotura o una lluvia intensa, no se produzcan vertidos al río».
Este es el cuarto procedimiento sancionador abierto por violaciones a las medidas dictadas por la CHT en la autorización de reforma de la M-30. Uno afecta al acopio de materiales de una zona no autorizada junto al puente de la Princesa, otro a la construcción sin permiso de una isleta para realizar una instalación eléctrica a la altura del puente de Segovia, y la última por la edificación de un murete en las proximidades del puente de Toledo.
Todos ellos siguen abiertos. El de ayer puede concluir en una sanción de 6.000 euros.
Bajo el paso elevado hay dos depósitos de lodos bentoníticos. El material, en absoluto contaminante, según el Ayuntamiento, se emplea para rellenar el terreno en el proceso de construcción de las pantallas laterales del túnel por donde circularán los coches tras el soterramiento de la autovía. Este lodo se inyecta para reforzar el suelo.
La Confederación del Tajo ha detectado en más de una ocasión vertidos de materiales de obra. No sólo de los propios lodos, que, en definitiva, no dejan de ser más que arcilla con agua, sino de cemento. Por eso ya advirtió al Gobierno municipal de que tomara medidas.
El 28 de diciembre pasado se produjo una rotura de la tubería que conecta el depósito con las dos máquinas pantalladoras que lo introducen en el terreno. La Concejalía de Urbanismo reconoce que entonces cayó fango, pero advierte de que el légamo quedó en la isla de tierra construida en el río con el objetivo, precisamente, de instalar estos ingenios. No cree la autoridad municipal que muchos restos acabaran en el Manzanares. Aquella cañería con fugas se reparó, pero todavía hay problemas. La Confederación dice que entonces puso reparos al depósito de limo. Como no se han adoptado soluciones, el Ministerio de Medio Ambiente remitió ayer al Ayuntamiento un escrito que ordena la paralización de las obras objeto del expediente abierto. Para Urbanismo, esto atañe tan sólo a la maquinaria que emplea lodos bentoníticos.
La clave de este conflicto entre administraciones está, finalmente, en si la obra se paralizará o no.
No hay motivo para ello, responden a la cuestión desde Urbanismo.Manuel Arnaiz, director general de Infraestructuras, explicó a M2 que ayer mismo se pactó una solución con la autoridad de aguas.
Se extendió tierra -una lámina de medio metro de espesor- alrededor del depósito y bajo la tubería que conecta el tanque con las máquinas inyectoras de lodo.
Con esta solución se evita, desde el punto de vista del Ayuntamiento, que en caso de pérdida, el barro termine en el cauce del río, como dice la CHT que ha ocurrido.
Pese a la notificación de la Confederación, las pantalladoras funcionaron todo el día. Desde el punto de vista de Pilar Martínez, titular de Urbanismo, las máquinas «tenían un trabajo planificado y no se podían detener». Los artilugios volverán a arrancar hoy si la Confederación considera que el lecho de tierra extendido por los responsables de la reforma de la M-30 garantiza la estanqueidad del depósito.
«Los primeros interesados, además, en que no haya pérdidas somos nosotros, porque se trata de un material muy caro», señaló Arnaiz.Y explicó que no se produce daño alguno al medio ambiente porque se trata de un material natural -un tipo de arcilla extraída de ríos mezclada con agua- y, además, porque antes de comenzar los trabajos de reforma se retiró toda la fauna del Manzanares, tal y como dictaba una de las condiciones impuestas por la Confederación del Tajo al Ayuntamiento para autorizar la ocupación del cauce del río.
En cualquier caso, como el Gobierno interpreta que la orden de la Confederación afecta a las máquinas del puente de Prada, las tareas de reforma siguen. Incluso si el depósito no se puede volver a usar hoy, no habría problema: se emplearán lodos almacenados en otros depósitos ubicados en el entorno.
La visión que tiene la Confederación difiere en matices de consideración de la aportada a este periódico por el Ayuntamiento.
José Antonio Díaz, comisario de aguas de este organismo del Ministerio de Medio Ambiente, dejó claro en conversación con M2 dos términos: primero, que la orden es de paralización de la obra en ese tramo; segundo, que si hoy las máquinas están funcionando «se actuará de la manera que proceda. Si ellos [el Gobierno municipal] entiende el escrito de la Confederación de otra manera, habrá que explicarles qué es lo que se debe hacer».
Díaz dijo que «la planta de bentonita/cemento no tiene las condiciones adecuadas para garantizar que, en caso de que se produzca una rotura o una lluvia intensa, no se produzcan vertidos al río».
Este es el cuarto procedimiento sancionador abierto por violaciones a las medidas dictadas por la CHT en la autorización de reforma de la M-30. Uno afecta al acopio de materiales de una zona no autorizada junto al puente de la Princesa, otro a la construcción sin permiso de una isleta para realizar una instalación eléctrica a la altura del puente de Segovia, y la última por la edificación de un murete en las proximidades del puente de Toledo.
Todos ellos siguen abiertos. El de ayer puede concluir en una sanción de 6.000 euros.