Las desaladoras garantizan agua de calidad ajustando la oferta a la demanda, según destaca el director de ACUAMED
Mié, 21/12/2005
La desalación se perfila en España como una opción de futuro que garantiza agua suficiente y además de calidad. Prueba de ello es la importancia que ha tenido la desaladora de Marbella para suministrar recursos a toda la Costa de Sol en este año de grave sequía. Así lo puso de manifiesto hoy en Zaragoza el director de la sociedad estatal Aguas de las Cuencas Mediterráneas (ACUAMED), Adrián Baltanás.
Una gran ventaja que tienen las desaladoras es que ajustan la oferta a la demanda, algo que no garantizan macroinfraestructuras como el proyecto del trasvase de Ebro, matizó Baltanás. "Si la demanda de agua se incrementa, podemos construir más desaladoras que aporten los recursos suficientes", destacó. "Pero con el trasvase del Ebro se hablaba de invertir 5.000 millones sin saber si después habría clientes para ese agua", puntualizó.
Pensar primero en invertir tanto dinero y "después ya veremos qué pasa", insistió Baltanás, es "totalmente irracional". Además, el trasvase del Ebro "era inviable desde el punto de vista social, económico y medioambiental".
En cambio, las desaladoras suponen una inversión menor y, según cifró Baltanás, su coste se ha reducido en estos últimos años casi a la mitad. Además, estas instalaciones "han garantizado agua en este año de sequía, sin que haya habido restricciones", recordó el director general de ACUAMED.
Por todo ello, la desalación se está potenciando en España. Actualmente, 400 hectómetros cúbicos provienen de agua desalada y, gracias al programa estatal A.G.U.A. que prevé el incremento de desaladoras, se espera que el volumen alcance los 1.000 hectómetros cúbicos, estimó Adrián Baltanás. De hecho, en el entorno de las cuencas mediterráneas está previsto que se construyan una veintena de desaladoras más, algunas de ellas ya existen pero se ampliarán.
GESTIÓN SOSTENIBLE
Pese a sus ventajas, las desaladoras "no son la panacea", aclaró el director general de ACUAMED. La gestión que se hace del agua es "insostenible" y lo que está claro, dijo, es que "no podemos seguir manejando este recurso como lo estamos haciendo, ni en Aragón ni en ninguna otra comunidad autónoma".
Para Baltanás, la sociedad y las instituciones debe concienciarse de la importancia que tiene hacer un uso eficiente del agua. "No podemos seguir sacando agua de los ríos, ni debemos verter tantos residuos", explicó. Por el contrario, apostó por una gestión adecuada de los recursos e invertir en modernización de infraestructuras.
En este reto de avanzar hacia una gestión sostenible del agua cobra especial importancia la Expo 2008 de Zaragoza, destacó Baltanás, quien confió en que este gran evento consiga sensibilizar a la población y sitúe a Aragón como referente en el uso de los recursos.
Adrián Baltanás hizo estas declaraciones momentos antes de participar en la presentación de un monográfico sobre desalación editado por el Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos de Aragón. Al acto acudieron también el presidente de Expo Zaragoza 2008, Roque Gistau, el decano del Colegio, Fausto Comenge, y el director de la revista, Ramiro Aurín.
Una gran ventaja que tienen las desaladoras es que ajustan la oferta a la demanda, algo que no garantizan macroinfraestructuras como el proyecto del trasvase de Ebro, matizó Baltanás. "Si la demanda de agua se incrementa, podemos construir más desaladoras que aporten los recursos suficientes", destacó. "Pero con el trasvase del Ebro se hablaba de invertir 5.000 millones sin saber si después habría clientes para ese agua", puntualizó.
Pensar primero en invertir tanto dinero y "después ya veremos qué pasa", insistió Baltanás, es "totalmente irracional". Además, el trasvase del Ebro "era inviable desde el punto de vista social, económico y medioambiental".
En cambio, las desaladoras suponen una inversión menor y, según cifró Baltanás, su coste se ha reducido en estos últimos años casi a la mitad. Además, estas instalaciones "han garantizado agua en este año de sequía, sin que haya habido restricciones", recordó el director general de ACUAMED.
Por todo ello, la desalación se está potenciando en España. Actualmente, 400 hectómetros cúbicos provienen de agua desalada y, gracias al programa estatal A.G.U.A. que prevé el incremento de desaladoras, se espera que el volumen alcance los 1.000 hectómetros cúbicos, estimó Adrián Baltanás. De hecho, en el entorno de las cuencas mediterráneas está previsto que se construyan una veintena de desaladoras más, algunas de ellas ya existen pero se ampliarán.
GESTIÓN SOSTENIBLE
Pese a sus ventajas, las desaladoras "no son la panacea", aclaró el director general de ACUAMED. La gestión que se hace del agua es "insostenible" y lo que está claro, dijo, es que "no podemos seguir manejando este recurso como lo estamos haciendo, ni en Aragón ni en ninguna otra comunidad autónoma".
Para Baltanás, la sociedad y las instituciones debe concienciarse de la importancia que tiene hacer un uso eficiente del agua. "No podemos seguir sacando agua de los ríos, ni debemos verter tantos residuos", explicó. Por el contrario, apostó por una gestión adecuada de los recursos e invertir en modernización de infraestructuras.
En este reto de avanzar hacia una gestión sostenible del agua cobra especial importancia la Expo 2008 de Zaragoza, destacó Baltanás, quien confió en que este gran evento consiga sensibilizar a la población y sitúe a Aragón como referente en el uso de los recursos.
Adrián Baltanás hizo estas declaraciones momentos antes de participar en la presentación de un monográfico sobre desalación editado por el Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos de Aragón. Al acto acudieron también el presidente de Expo Zaragoza 2008, Roque Gistau, el decano del Colegio, Fausto Comenge, y el director de la revista, Ramiro Aurín.