Greenpeace denuncia la falta de depuración de las aguas residuales que vierte la ciudad al río

Jue, 10/11/2005

La Opinión. El Correo de Zamora

El Ayuntamiento de Toro justifica la carencia del tratamiento debido a que se está realizando la construcción de la nueva planta depuradora

N.S.

El grupo ecologista Greenpeace denuncia «el nulo grado» de depuración de las aguas residuales del municipio de Toro, según consta en un informe realizado con el colectivo sobre el estado de las aguas pertenecientes a la cuenca del río Duero.
En el citado estudio destacan que uno de los problemas del deterioro de la calidad del agua del Duero lo representan los municipios que «no depura sus aguas residuales urbanas» entre los que citan el de Toro.
En el texto se hace mención a que en la ciudad de Toro se «está construyendo» la planta depuradora, y recuerdan que la comunidad autónoma «tiene que cumplir con la normativa europea obligando a depurar a sus municipios y a las industrias que vierten en la cuenca» del río.
Fuentes del Ayuntamiento de Toro reconocen que en este momento se está vertiendo las aguas directamente al río, pero «se trata de un vertido controlado y autorizado desde la Confederación Hidrológica del Duero», ya que se está realizando la construcción de la nueva depuradora para la ciudad «desde hace cerca de diez meses» precisa el concejal de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Toro, Antonio Medina.
La antigua instalación contaba más de quince años de antigüedad y únicamente daba servicio a unos 5.000 habitantes, según indicó el concejal del área de Medio Ambiente.
La planta en construcción se encuentra en la última fase, por lo que espera que «se concluyan las obras en un par de meses» indicó ayer el concejal de Obras y Urbanismo de la ciudad de Doña Elvira, Fernando Caballero.
La estación que se está llevando a cabo en la carretera de Pozoantiguo tratará un volumen de vertidos muy superior al que pasaba por las antiguas instalaciones. Y precisamente el incremento de la cantidad de los residuos líquidos que generará la nuevo instalación ha hecho que Alcaldía esté en negociaciones con la Confederación para conseguirla autorización oficial para el nuevo vertido.
Por otro lado, en el documento elaborado por Greenpeace, indican que cerca del 91% de las aguas de la cuenca del Duero tiene un destino agropecuario.
El colectivo concluye que el carácter agrícola y ganadero de la zona «ha provocado la sobreexplotación de las aguas subterráneas y la contaminación difusa de suelo» .
Asimismo, en el informe se menciona que la demanda del sector agrícola ha elevado la regulación de los cauces de la cuenca dan lugar a una presa cada 175 kilómetros fluvial y según los ecologistas sirve de pretexto «para seguir demandado la construcción de nuevos embalses que son innecesarios»