El decreto de la sequía entra en vigor en Málaga También hay restricciones en la agricultura y los campos de golf

Mar, 08/11/2005

Córdoba

El decreto de medidas excepcionales para paliar la situación de sequía en Málaga entró en vigor ayer tras su publicación en el Boletín Oficial de la Junta de Andalucía (BOJA), aunque algunos organizaciones agrarias lo critican ya que, a su juicio, se ha hecho "a espaldas de los agricultores".
Una de las medidas que puso en marcha ayer la Agencia Andaluza del Agua es la reducción de hasta 230 litros por habitante y día el volumen de agua suministrado para el abastecimiento doméstico, según informó en un comunicado la Junta de Andalucía.
De igual manera, se reducen las dotaciones para otros usos del agua no potable, como la agricultura, los campos de golf o la industria, hasta situarlas en los máximos permitidos en el decreto, que llegan a los doscientos metros cúbicos por hectárea y mes en el caso de los dos primeros y un 30 por ciento respecto a las dotaciones actuales en el tercero. Además, la Junta de Andalucía ha puesto en marcha el dispositivo de control y vigilancia de las medidas contenidas en el documento, por lo que "se intensificarán las actuaciones de inspección y sanción para identificar cualquier uso no autorizado de los recursos hídricos".
CRITICAS El sindicato COAG Málaga denunció ayer, por su parte, que las explicaciones del alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, sobre la pérdida de 30.000 metros cúbicos de agua denotan el "poco interés" de los Ayuntamientos en cumplir la normativa de la sequía. "Esto es una cacicada, ya que a los únicos a los que se les ha aplicado el decreto desde hace cincuenta días ha sido a los regantes del Guadalhorce", declaró el Responsable provincial de COAG, Juan Antonio García. COAG pidió además que se garantice la viabilidad de las explotaciones mediante la dotación adecuada de agua, ya que los riegos para cultivos plurianuales "no garantizar la supervivencia de estos cultivos" y exigió además que se establezcan ayudas directas destinadas a paliar las pérdidas económicas que, con estas restricciones, "únicamente han sufrido los agricultores".