Una tromba de agua descargó en la tarde de ayer 86,2 litros por metro cuadrado en Córdoba en cuatro horas y todo apunta como causante a la depresión tropical Vince
. La trayectoria de este fenómeno no ha cumplido las previsiones y en la mañana de ayer se desvió en el golfo de Cádiz, alcanzando Córdoba sobre las 15.00 horas.
Lo que nació como un huracán en la isla de Madeira tomó una ruta no prevista para pasar a ser una tormenta tropical que llegó hasta Andalucía occidental.
El Instituto Nacional de Meteorología advertía ayer de que "se espera que a lo largo de la tarde se produzcan precipitaciones moderadas, que en algunos puntos podrían llegar a ser fuertes o muy fuertes (30 litros por hora)", y se quedó corto.
El aguacero produjo numerosos problemas en la capital y pocos sitios se salvaron del agua. El alcantarillado de la zona del hospital Reina Sofía no sólo fue incapaz de asumir la lluvia que caía, sino que incluso expulsaba más todavía, por lo que el sótano del Materno--Infantil acabó lleno de barro, pero sin afectar a los enfermos, ya que estas dependencias albergan talleres y almacenes. La tormenta también afectó a las comunicaciones telefónicas en parte, pero no al suministro eléctrico ni potable. El trabajo realizado por bomberos y personal de mantenimiento permitió que pudiesen habilitarse algunos ascensores a última hora de la tarde, tras quedar inutilizados, y se emplearon montacargas para traslados urgentes y repartir la cena. Los bomberos también tuvieron que achicar agua en el hospital de la Cruz Roja, mientras que la clínica de Sanitas de Vallellano resultó inundada.
La gasolinera del Arroyo de la Miel, en el cruce con el polígono Guadalquivir, se quedó encharcada. Igual situación se vivió en la confluencia de Carlos III con la avenida de Libia, inundándose la parte que baja hacia Carrefour. El agua hizo caer la tierra del talud en el puente de Andalucía, formando un barrizal en dirección a La Torrecilla. Hasta este mismo polígono industrial llegaba sobre las 17.00 horas el atasco de coches que provenía de la avenida de Cádiz, que estuvo cortada a la circulación, y plaza de Andalucía, en la que se registraron grandes bolsas de agua, dificultando la entrada a Córdoba.
Aunque el arroyo del Moro se canalizó hace tiempo, el agua fluyó con abundancia en la avenida Gran Vía Parque y en la del Aeropuerto, inundando un bazar situado en la esquina de ambas vías. En circunstancias similares se encontraron Cañito Bazán y la glorieta Amadora.
NI ENTRAR EN CASA El Arenal fue uno de los lugares más afectados por el intenso aguacero, junto a la Ribera, que quedó anegada. Tampoco se quedaron atrás Arroyo de San Lorenzo, varias calles de la Fuensanta y Cruz de Juárez. En esta última se inundaron sótanos con cocheras y un grupo de vecinos no pudo entrar en sus casas, a pesar del esfuerzo de los bomberos, cuyas bombas fallaron, porque el agua superaba el metro de altura.
Los semáforos de varias calles dejaron de funcionar durante un rato, mientras que dos conductores se quedaron atrapados en sus coches en La Torrecilla y bajo el puente del AVE.
Además, dos naves del Parque Joyero, entre ellas la de su presidente, resultaron dañadas. La tromba también afectó a la sala de proyecciones de la Filmoteca de Andalucía, así como a las residencias de mayores del Figueroa y El Brillante.