Un informe estadístico revela que la sequía podría durar un mínimo de 3 años
Vie, 07/10/2005
Las rachas de años secos son mucho más largas que las de los períodos húmedos
J. Sierra, Valencia
El análisis de los episodios de sequía sufridos en el territorio de la Comunidad Valenciana evidencian que desde el punto de vista estadístico lo «habitual» es que los períodos de escasas precipitaciones que provocan las sequías casi nunca se limitan a un solo año sino que se mantienen durante dos, tres y hasta diez años, mientras que las sequías de un solo año- el actual déficit de precipitaciones se remonta a principios del año hidrológico 2004-2005- son claramente minoritarias en la historia de los registros de la Confederación Hidrográfica del Júcar.
Teodoro Estrela, jefe de la Oficina de Planificación Hidrológica del Júcar y autor del «Protocolo de Actuación en Situación de Alerta y Eventual Sequía» sostiene que la serie de precipitaciones en el ámbito de la CHJ muestra una elevada variabilidad temporal aunque las rachas de años secos son más largas que las secas.
De hecho, el organismo de cuenca tiene registrados desde 1940 hasta hoy cinco episodios de sequía plurianual: 1941-1944; 1952-1956; 1977-1985; 1991-1995 y 1996-1999. Además existen períodos bianuales como el de 1964-65 y el de 1967-68 y años de sequía que apenas se prolongaron y nunca fueron una amenaza real como los de 1949,1956,1961, 1969 y 1975.
Por lo que respecta a la respuesta de los distintos sistemas de explotación de la Confederación Hidrográfica del Júcar, el panorama es bien diferente dependiendo de la capacidad de los embalses y de los acuíferos que alimentan cada río.
Así, Estrela alerta sobre la vulnerabilidad de algunos sistemas como el Cenia-Maestrazgo, que tiende hacia un estatus «dominante» de prealerta con inclusiones de alerta previa y emergencia, situación que alcanzó en 1985,1986, 1994,1995 y 1998-2000. El sistema, según el análisis realizado por expertos de la CHJ, «tiene poca inercia» y acusa de inmediato la falta de recursos.
Otros sistemas relevantes como el del Mijares-Plana de Castelló solo han entrado en emergencia en los años 1985, 1995 y 1999, aunque el desfase entre el inicio de una sequía meteorológica como la actual y el estado de emergencia es de tres años debido a regulación plurianual de Arenós y a las descargas del acuífero.
Los sistemas del Turia y del Júcar presentan similar comportamiento frente a las sequías y de hecho ambos solo coincidieron en el estado de emergencia en el período 1993-1995, cuando la Comisión de Sequía se reunió un 23 de febrero de 1995 con apenas 294 hectómetros cúbicos de reservas en toda la cuenca.
J. Sierra, Valencia
El análisis de los episodios de sequía sufridos en el territorio de la Comunidad Valenciana evidencian que desde el punto de vista estadístico lo «habitual» es que los períodos de escasas precipitaciones que provocan las sequías casi nunca se limitan a un solo año sino que se mantienen durante dos, tres y hasta diez años, mientras que las sequías de un solo año- el actual déficit de precipitaciones se remonta a principios del año hidrológico 2004-2005- son claramente minoritarias en la historia de los registros de la Confederación Hidrográfica del Júcar.
Teodoro Estrela, jefe de la Oficina de Planificación Hidrológica del Júcar y autor del «Protocolo de Actuación en Situación de Alerta y Eventual Sequía» sostiene que la serie de precipitaciones en el ámbito de la CHJ muestra una elevada variabilidad temporal aunque las rachas de años secos son más largas que las secas.
De hecho, el organismo de cuenca tiene registrados desde 1940 hasta hoy cinco episodios de sequía plurianual: 1941-1944; 1952-1956; 1977-1985; 1991-1995 y 1996-1999. Además existen períodos bianuales como el de 1964-65 y el de 1967-68 y años de sequía que apenas se prolongaron y nunca fueron una amenaza real como los de 1949,1956,1961, 1969 y 1975.
Por lo que respecta a la respuesta de los distintos sistemas de explotación de la Confederación Hidrográfica del Júcar, el panorama es bien diferente dependiendo de la capacidad de los embalses y de los acuíferos que alimentan cada río.
Así, Estrela alerta sobre la vulnerabilidad de algunos sistemas como el Cenia-Maestrazgo, que tiende hacia un estatus «dominante» de prealerta con inclusiones de alerta previa y emergencia, situación que alcanzó en 1985,1986, 1994,1995 y 1998-2000. El sistema, según el análisis realizado por expertos de la CHJ, «tiene poca inercia» y acusa de inmediato la falta de recursos.
Otros sistemas relevantes como el del Mijares-Plana de Castelló solo han entrado en emergencia en los años 1985, 1995 y 1999, aunque el desfase entre el inicio de una sequía meteorológica como la actual y el estado de emergencia es de tres años debido a regulación plurianual de Arenós y a las descargas del acuífero.
Los sistemas del Turia y del Júcar presentan similar comportamiento frente a las sequías y de hecho ambos solo coincidieron en el estado de emergencia en el período 1993-1995, cuando la Comisión de Sequía se reunió un 23 de febrero de 1995 con apenas 294 hectómetros cúbicos de reservas en toda la cuenca.