Las medidas contra la sequía reducen un tercio el consumo de agua en Málaga
Mar, 04/10/2005
El año hidrológico más seco de la historia se cierra con los pantanos de la provincia por debajo de la barrera del 30% de su capacidad total La suspensión de riegos agrícolas y la desaladora de Marbella, claves para el ahorro
MANUEL BECERRA/MÁLAGA
AL LÍMITE. El pantano de Guadalteba se encuentra al 5% de su capacidad. / RAFAEL DÍAZ. EFE
ASÍ ESTÁN LOS PANTANOS
El Limonero: Está vacío, ya que sólo contiene 2,7 hectómetros cúbicos (hm3) de agua enfangada, no aprovechable para el suministro.
Guadalhorce: Al 23% de su capacidad, con 29,4 hm3.
Guadalteba: Casi vacío, ya que sólo almacena 7,2 hectómetros (5% de su capacidad) cuando el umbral mínimo para usar un embalse está en tres hectómetros.
Conde del Guadalhorce: Al 20%, con 13,9 hectómetros cúbicos.
La Viñuela: Contiene 117 hm3 (69%), que representan el 66,5% de las reservas de los seis pantanos de la provincia.
La Concepción: En una situación similar a Guadalteba, ya que se encuentra al 12%, con sólo 6,7 hectómetros cúbicos.
La sequía que atraviesa Málaga comienza a ser motivo de preocupación. La amenaza de las restricciones y el decreto que presentó la semana pasada la Junta de Andalucía están despertando las conciencias de los ciudadanos y de las administraciones que, aunque todavía en grado insuficiente, han empezado a cerrar el grifo. La última semana el consumo de agua de los embalses se mantuvo estable en 3,2 hectómetros cúbicos (hm3), pero si se comparan los datos con los de hace justo un año se observa un apreciable recorte.
La última semana del mes de septiembre de 2004, los seis grandes embalses de la provincia perdieron 4,8 hectómetros, frente a los 3,2 de los pasados siete días. Este descenso, de un 33,3%, ha sido posible por las medidas para hacer frente a la escasez de lluvias puestas en marcha por la Administración autonómica y por los ayuntamientos, pero también por la colaboración de los agricultores y de los ciudadanos, que han retomado hábitos de ahorro que no se observaban desde hace una década.
Al 100%
Preguntado por SUR, el presidente de Cuenca Mediterránea Andaluza (CMA), Antonio Rodríguez Leal, explicó ayer que la caída del consumo es el resultado de varias medidas. En primer lugar, destacó el fin anticipado de la campaña de riego de los agricultores del Guadalhorce y la puesta en marcha de la desaladora de Marbella, que precisamente esta semana funcionará al 100% de su capacidad.
De hecho, del ahorro total de 1,6 hectómetros cúbicos respecto al año pasado, prácticamente la mitad corresponde a los regadíos del Guadalhorce y a la estación desalinizadora. «Al no desembalsar agua para los cultivos se ahorra 0,4 hectómetros, un volumen muy similar al que está proporcionando la desaladora», concretó Rodríguez Leal.
El uso de agua no potable para el riego de jardines y el baldeo de calles, medida ya puesta en práctica en la capital y otros municipios, tendrá también en las próximas semanas un efecto positivo en el objetivo de alargar al máximo las reservas de los pantanos.
Caudales obtenidos
Es pronto aún para cuantificar en qué medida, al contrario que otras decisiones que llevan desde verano en marcha como la recuperación de los pozos empleados en la sequía de 1995. Según datos facilitados por la Consejería de Medio Ambiente, en estos momentos esas captaciones aportan a la red de suministro 650 litros diarios en el litoral occidental y 475 litros en la capital, sumando los caudales obtenidos en las prospecciones de Aljaima, Rojas, La Cónsula y Olías, entre otras.
Esos aportes y la desalinizadora de El Atabal han hecho posible otra de las medidas de urgencia adoptadas por el Gobierno andaluz para afrontar la sequía. Se trata de la mezcla de los citados recursos subterráneos con el agua de los embalses del Guadalhorce, muy salinizada. Gracias a su tratamiento en El Atabal, esta agua se está empleando en la capital, que ha reducido el caudal procedente de La Viñuela.
Pese a que hay datos positivos, todavía está por ver el éxito de las medidas incluidas por la Junta en su decreto de sequía para Málaga, el Valle del Guadalhorce y la costa occidental de la provincia, que entrarán en vigor a mediados de mes. Además, el Gobierno central tiene la asignatura pendiente de activar, a través de la sociedad estatal Acuamed, las inversiones que viene anunciado los últimos meses.
Entre ellas, sobresalen tres, que cuentan además con fondos en los Presupuestos del Estado de 2006. Se trata de la segunda desaladora de la capital, con una reserva de 22,9 millones; de la ampliación de la tubería que une Málaga con el litoral occidental, con seis millones en las cuentas estatales del próximo año, y del programa de reutilización de aguas residuales, con una partida de idéntica cuantía.
Panorama sombrío
Ningún esfuerzo estará de más los próximos meses, ante el panorama sombrío con el que, el pasado viernes, se cerró el año hidrológico 2004-2005, el más seco de la historia desde que se dispone de datos estadísticos fiables. Así, los pantanos de Málaga contienen sólo 175,9 hm3, y han rebasado la barrera del 30% de su capacidad. Hace un año, estaban al 52%, con 310,8 hectómetros, es decir, tenían 135 hectómetros cúbicos más (el volumen de una gran presa como la del Guadalhorce completamente llena).
La precipitación media recogida en la provincia los 12 últimos meses asciende a 286 litros por metro cuadrado, frente a los 778 litros del año 2003-04 (un 63,3% menos), y a un promedio histórico de casi 600 litros. Desde el 1 de octubre, el contador de las lluvias se ha puesto a cero, pero hará falta un año extremadamente lluvioso e inversiones suficientes para que Málaga no se encuentre el próximo verano con todos sus pantanos también a cero y sin alternativas para asegurar el abastecimiento.
MANUEL BECERRA/MÁLAGA
AL LÍMITE. El pantano de Guadalteba se encuentra al 5% de su capacidad. / RAFAEL DÍAZ. EFE
ASÍ ESTÁN LOS PANTANOS
El Limonero: Está vacío, ya que sólo contiene 2,7 hectómetros cúbicos (hm3) de agua enfangada, no aprovechable para el suministro.
Guadalhorce: Al 23% de su capacidad, con 29,4 hm3.
Guadalteba: Casi vacío, ya que sólo almacena 7,2 hectómetros (5% de su capacidad) cuando el umbral mínimo para usar un embalse está en tres hectómetros.
Conde del Guadalhorce: Al 20%, con 13,9 hectómetros cúbicos.
La Viñuela: Contiene 117 hm3 (69%), que representan el 66,5% de las reservas de los seis pantanos de la provincia.
La Concepción: En una situación similar a Guadalteba, ya que se encuentra al 12%, con sólo 6,7 hectómetros cúbicos.
La sequía que atraviesa Málaga comienza a ser motivo de preocupación. La amenaza de las restricciones y el decreto que presentó la semana pasada la Junta de Andalucía están despertando las conciencias de los ciudadanos y de las administraciones que, aunque todavía en grado insuficiente, han empezado a cerrar el grifo. La última semana el consumo de agua de los embalses se mantuvo estable en 3,2 hectómetros cúbicos (hm3), pero si se comparan los datos con los de hace justo un año se observa un apreciable recorte.
La última semana del mes de septiembre de 2004, los seis grandes embalses de la provincia perdieron 4,8 hectómetros, frente a los 3,2 de los pasados siete días. Este descenso, de un 33,3%, ha sido posible por las medidas para hacer frente a la escasez de lluvias puestas en marcha por la Administración autonómica y por los ayuntamientos, pero también por la colaboración de los agricultores y de los ciudadanos, que han retomado hábitos de ahorro que no se observaban desde hace una década.
Al 100%
Preguntado por SUR, el presidente de Cuenca Mediterránea Andaluza (CMA), Antonio Rodríguez Leal, explicó ayer que la caída del consumo es el resultado de varias medidas. En primer lugar, destacó el fin anticipado de la campaña de riego de los agricultores del Guadalhorce y la puesta en marcha de la desaladora de Marbella, que precisamente esta semana funcionará al 100% de su capacidad.
De hecho, del ahorro total de 1,6 hectómetros cúbicos respecto al año pasado, prácticamente la mitad corresponde a los regadíos del Guadalhorce y a la estación desalinizadora. «Al no desembalsar agua para los cultivos se ahorra 0,4 hectómetros, un volumen muy similar al que está proporcionando la desaladora», concretó Rodríguez Leal.
El uso de agua no potable para el riego de jardines y el baldeo de calles, medida ya puesta en práctica en la capital y otros municipios, tendrá también en las próximas semanas un efecto positivo en el objetivo de alargar al máximo las reservas de los pantanos.
Caudales obtenidos
Es pronto aún para cuantificar en qué medida, al contrario que otras decisiones que llevan desde verano en marcha como la recuperación de los pozos empleados en la sequía de 1995. Según datos facilitados por la Consejería de Medio Ambiente, en estos momentos esas captaciones aportan a la red de suministro 650 litros diarios en el litoral occidental y 475 litros en la capital, sumando los caudales obtenidos en las prospecciones de Aljaima, Rojas, La Cónsula y Olías, entre otras.
Esos aportes y la desalinizadora de El Atabal han hecho posible otra de las medidas de urgencia adoptadas por el Gobierno andaluz para afrontar la sequía. Se trata de la mezcla de los citados recursos subterráneos con el agua de los embalses del Guadalhorce, muy salinizada. Gracias a su tratamiento en El Atabal, esta agua se está empleando en la capital, que ha reducido el caudal procedente de La Viñuela.
Pese a que hay datos positivos, todavía está por ver el éxito de las medidas incluidas por la Junta en su decreto de sequía para Málaga, el Valle del Guadalhorce y la costa occidental de la provincia, que entrarán en vigor a mediados de mes. Además, el Gobierno central tiene la asignatura pendiente de activar, a través de la sociedad estatal Acuamed, las inversiones que viene anunciado los últimos meses.
Entre ellas, sobresalen tres, que cuentan además con fondos en los Presupuestos del Estado de 2006. Se trata de la segunda desaladora de la capital, con una reserva de 22,9 millones; de la ampliación de la tubería que une Málaga con el litoral occidental, con seis millones en las cuentas estatales del próximo año, y del programa de reutilización de aguas residuales, con una partida de idéntica cuantía.
Panorama sombrío
Ningún esfuerzo estará de más los próximos meses, ante el panorama sombrío con el que, el pasado viernes, se cerró el año hidrológico 2004-2005, el más seco de la historia desde que se dispone de datos estadísticos fiables. Así, los pantanos de Málaga contienen sólo 175,9 hm3, y han rebasado la barrera del 30% de su capacidad. Hace un año, estaban al 52%, con 310,8 hectómetros, es decir, tenían 135 hectómetros cúbicos más (el volumen de una gran presa como la del Guadalhorce completamente llena).
La precipitación media recogida en la provincia los 12 últimos meses asciende a 286 litros por metro cuadrado, frente a los 778 litros del año 2003-04 (un 63,3% menos), y a un promedio histórico de casi 600 litros. Desde el 1 de octubre, el contador de las lluvias se ha puesto a cero, pero hará falta un año extremadamente lluvioso e inversiones suficientes para que Málaga no se encuentre el próximo verano con todos sus pantanos también a cero y sin alternativas para asegurar el abastecimiento.