La sequía provocará que las emisiones de dióxido de carbono aumenten en 25 millones de toneladas

Jue, 22/09/2005

Diario de Noticias de Navarra

MADRID. La sequía provocará que España aumente este año sus emisiones de dióxido de carbono (CO2) a la atmósfera en 25 millones de toneladas debido al menor rendimiento de la energía hidráulica y al incremento de las energías que utilizan combustibles fósiles (carbón y gas) para satisfacer la demanda energética.

El secretario general para la Prevención de la Contaminación y del Cambio Climático del Ministerio de Medio Ambiente, Arturo Gonzalo Aizpiri, realizó estas estimaciones tras inaugurar unas jornadas celebradas con motivo de la Semana Europea de la Movilidad y del Día sin Coches, en las que reveló que el transporte representa el 24,4% de las emisiones de CO2 en España.

La sequía ha producido una fuerte reducción en la producción de energía hidroeléctrica, la que no emite dióxido de carbono, y eso significa un crecimiento paralelo de la generación térmica, que sí lo emite, explicó Aizpiri.

A su juicio, este comportamiento de las respectivas tecnologías de generación de energía permite augurar que la contribución del sector a las emisiones de dióxido de carbono va a verse incrementado considerablemente este año.

En este sentido, los datos de los inventarios históricos apuntan que la diferencia entre un año húmedo y un año seco se cifra en torno a 20 millones de toneladas de dióxido de carbono y, en este caso, se trata de un año extraordinariamente seco en el que la demanda de energía ha seguido creciendo .

efecto invernadero Pese a que el Inventario Nacional de emisiones correspondiente a 2004 no está concluido, Aizpiri avanzó que en materia de gases de efecto invernadero se estima que el año 2004 se ha cerrado con un incremento en las emisiones en torno a un 45%. Además, el secretario general del Ministerio de Medio Ambiente manifestó su preocupación por la tendencia no circunstancial a un deterioro sostenido de la calidad del aire de las ciudades españolas, un problema que también ha agravado la sequía. En particular, Aizpiri mencionó los gravísimos problemas de gestión de los óxidos de nitrógeno en las grandes ciudades que, por ejemplo, en Madrid durante el primer trimestre del año estuvieron a punto de alcanzar niveles de alerta para la población.

La sequía ha aumentado asimismo la reaparición de partículas contaminantes que, al no ser barridas por la lluvia, vuelven a la atmósfera, concluyó Aizpiri.