El objetivo es controlar el consumo de estas reservas. La mayoría son realizadas por pequeños agricultores para intentar mantener sus cosechas.

ALEJANDRO GONZÁLEZ. MÁLAGA

Saber de qué volumen de agua se puede disponer en caso de que sea necesario hacer uso de las bolsas subterráneas para afrontar la sequía. Ése es el objetivo de las inspecciones de la Cuenca Mediterránea.

La Cuenca Mediterránea Andaluza, dependiente de la Consejería de Medio Ambiente, ha emprendido una campaña para detectar la existencia de pozos ilegales de aguas subterráneas por toda la provincia.
En dos meses, los técnicos han inspeccionado más de 500 de estas prospecciones, muchas de las cuales se han detectado tras la denuncia de particulares y corresponden a pequeños agricultores.
La Cuenca Mediterránea Andaluza puede sancionar los pozos ilegales con multas de 600 a 60.000 euros, cuantía que la Consejería de Medio Ambiente puede incrementar en función de la gravedad de la explotación.
No obstante, el presidente de la Cuenca Mediterránea Andaluza, Antonio Rodríguez Leal, afirmó ayer a este diario que el objetivo no es tanto imponer fuertes sanciones económicas como regularizar, siempre que se pueda, y sobre todo controlar la extracción de agua mediante la instalación de contadores. "El objetivo es que todo el mundo sepa que las aguas subterráneas son públicas, saber de qué agua disponemos y cuál es el consumo que se hace de ella", aclaró.
Rodríguez Leal admitió que la situación es preocupante, pero añadió que la demanda ha descendido un punto esta semana, lo cual contribuye a aliviar la situación.
Actualmente, los embalses de la provincia almacenan 182,3 hectómetros cúbicos, el 30,2% de su capacidad y 0,7 puntos menos que la semana anterior. La cantidad de agua embalsada en la provincia es de 3,9 hectómetros cúbicos menos que la semana pasada, cuando los embalses de la provincia almacenaban 186,2 hectómetros cúbicos y estaban al 30,9% de su capacidad.
El director gerente de la Agencia Andaluza del Agua, Juan Corominas, aseguró ayer que las campañas por un buen uso del agua emprendidas este verano han sido eficaces en las zonas más conflictivas de Andalucía, donde se ha hecho un seguimiento detallado y se ha conseguido el ahorro del 10% que se perseguía en los regadíos.
Corominas reconoció que el litoral de Málaga es el que tiene la situación más difícil, ya que ha habido un descenso importante de recursos. Por eso, la Junta prepara un decreto con medidas complementarias a las adoptadas este verano, en caso de que no llueva antes de octubre, decreto a través del cual el Gobierno andaluz se plantea asumir todas las competencias sobre el agua.

Málaga El alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, consideró ayer que el decreto de sequía "es necesario", al tiempo que señaló que "debe haber más actuaciones urgentes".
Así, expuso que el primer ejemplo de colaboración es "nuestra disposición para consumir agua de La Viñuela, aunque es más cara, sin haber transferido ese sobreprecio a la tarifa del agua", un sobrecoste que ha sido absorbido por el Consistorio. Indicó que también se ha empezado a tratar en la desaladora de El Atabal agua con una concentración salina mayor y que están estudiando la reutilización de aguas residuales con la instalación de los equipos en las depuradoras del Guadalhorce y del Peñón del Cuervo y usar la red de distribución de esas aguas para regar jardines públicos "y en el futuro también está previsto regar los jardines privados, con lo que se ahorra agua".