El presidente de la Asociación Española del Agua, José María Gálvez-Cañero, denunció hoy el clima de "crispación" social que existe en torno al tema del agua, y descalificó a los presidentes de la patronal alicantina y de la Cámara de Comercio, Joaquín Rocamora y Fernández Valenzuela, respectivamente, así como al catedrático de Geografía Gil Olcina y al presidente de la Junta Central de Usuarios del Vinalopó, l'Alacantí y Consorcio de Aguas de la Marina Baja, Andrés Martínez.
Durante un encuentro mantenido hoy con los medios de comunicación, José María Gálvez-Cañero defendió la toma de agua del trasvase Júcar-Vinalopó desde el Azud de la Marquesa, en Cullera (Valencia), y manifestó que a la sociedad alicantina "le falta el nivel de los profesionales que salen en los periódicos, de la Cámara de Comercio y de la Universidad", personas éstas respecto a las que afirmó que no tienen "nivel --en conocimientos sobre el agua, según aclaró después-- para los cargos que ocupan".
Al respecto, opinó que "se ha aprovechado una coyuntura para organizar la guerra del agua", y afirmó que los presidentes de la patronal alicantina y de la Cámara de Comercio, Joaquín Rocamora y Fernández Valenzuela, respectivamente, así como al catedrático de Geografía Gil Olcina y el presidente de la Junta Central de Usuarios del Vinalopó, l'Alacantí y Consorcio de Aguas de la Marina Baja, Andrés Martínez, "no hacen más que decir tonterías".
A su parecer, el problema del agua es "más bien, de los agricultores", y apuntó que por ello, son éstos "los que deben llegar a un consenso" en torno a la toma más adecuada para hacer el trasvase Júcar-Vinalopó, desde Cortes de Pallás o desde el Azud de la Marquesa, mientras la "opinión pública debe respetar las dos posturas", afirmó.
"CLIMA DE CRISPACIÓN"
No obstante, ante la decisión de la administración central de estudiar otras opciones distintas a Cortes de Pallás, manifestó que "los señores de la Junta Central de Usuarios han salido con una violencia excesiva", y señaló que su presidente "ha provocado la escisión entre agricultores".
En esta línea, apuntó que tras leer la prensa de los últimos meses ha podido comprobar que a Joaquín Rocamora "se le ve el plumero por todos los lados", y consideró que Fernández Valenzuela "desde su cargo no puede decir que la ministra Cristina Narbona baila la yenca".
Además, consideró al catedrático y rector honorífico Gil Olcina como un "agitador" por sus críticas a la calidad del agua del Azud de la Marquesa, y se mostró convencido de que actúa "resentido" porque el Gobierno "los ha sacado de la comisión técnica" del agua.
DESALACIÓN Y AGUA SUBTERRÁNEA
José María Gálvez-Cañero defendió que la solución al problema del agua se encuentra en el uso de la desalación y de los acuíferos subterráneos que, según dijo, "no se encuentran tan sobreexplotados como dicen" y abastecen a "más del 60 por ciento de la población de la Comunidad Valenciana".
Respecto a la calidad del agua del Azud de la Marquesa, aseguró que es "admisible para el riego agrícola", aunque reconoció que en la actualidad es de peor calidad que la de Cortes. Esta situación, no obstante, "puede cambiar si se trabaja en depuración para que lleguen aguas más limpias, que es lo que contempla la ley", sostuvo.
La Asociación Española del Agua está integrada por unos 200 empresarios de todo el país, con un total de 17 asociaciones sectoriales, repartidas principalmente de la Comunidad de Madrid, Castilla-La Mancha, Murcia, y "unos pocos" de la provincia de Alicante, según detalló su presidente