'Murcia no ha tenido restricciones, con el trasvase las hubiera habido'
Sáb, 17/09/2005
"Este año de sequía, en Murcia no ha habido restricciones porque ya está en marcha la planta desaladora de San Pedro del Pinatar; sin embargo, si hubiera estado en marcha el trasvase del Ebro no hubiera podido dar ese caudal como ha pasado con el Tajo-Segura". Así de claro fue ayer el director general de la Sociedad Estatal Aguas de las Cuencas Mediterráneas (Acuamed), Adrián Baltanás, a la hora de explicar por qué el Gobierno actual ha optado por la construcción de desaladoras en lugar del trasvase. Baltanás, que estuvo en el XVII Congreso Mundial de Restauración Ecológica que se celebra en Zaragoza, aclaró que este año la sequía ha sido más fuerte que en 2003, cuando sí que hubo restricciones en Murcia.
El responsable de Acuamed aseguró que los mil hectómetros cúbicos que prevé el programa AGUA en las cuencas mediterráneas como alternativa al trasvase del Ebro están "plenamente garantizados, con independencia de cualquier situación climática desfavorable como la que estamos sufriendo este año".
Baltanás añadió que este sistema basado principalmente en la desalación de agua marina, en contra del trasvase, permite obtener los caudales "a corto plazo y a costes perfectamente viables". Además, destacó que da una mayor independencia en la obtención de los recursos hídricos, lo que reduce las posibilidades de enfrentamiento entre las Comunidades Autónomas.
Sobre los movimientos contrarios a las desaladoras, señaló que se trata de reacciones más políticas y mediáticas que reales. "Nadie entendería que no se colaborara con las administraciones autonómicas en una serie de actuaciones que van a aportar inmediatamente los recursos hídricos, plenamente garantizados", destacó y afirmó que las obras se están poniendo en marcha.
Baltanás reconoció que el 70 % de estas iniciativas formaban parte del Plan Hidrológico Nacional (PHN) del PP, pero indicó que "estaban allí muertas de risa, porque si en 2001 se hubiera comenzado a trabajar en ellas, la mayor parte de los problemas actuales de agua del Mediterráneo no existirían".
En el marco del congreso, el director de Acuamed destacó que antes de que finalice este año habrá una propuesta concreta para eliminar los contaminantes tóxicos y peligrosos de origen químico que se detectaron en el fondo del Ebro a la altura de la localidad tarraconense de Flix. Baltanás explicó que el área contaminada es de unas diez hectáreas, algo mayor de lo que se había pensado en un inicio. Por último, anunció que esta zona del Ebro quedará libre de la contaminación a finales del año 2008.
El responsable de Acuamed aseguró que los mil hectómetros cúbicos que prevé el programa AGUA en las cuencas mediterráneas como alternativa al trasvase del Ebro están "plenamente garantizados, con independencia de cualquier situación climática desfavorable como la que estamos sufriendo este año".
Baltanás añadió que este sistema basado principalmente en la desalación de agua marina, en contra del trasvase, permite obtener los caudales "a corto plazo y a costes perfectamente viables". Además, destacó que da una mayor independencia en la obtención de los recursos hídricos, lo que reduce las posibilidades de enfrentamiento entre las Comunidades Autónomas.
Sobre los movimientos contrarios a las desaladoras, señaló que se trata de reacciones más políticas y mediáticas que reales. "Nadie entendería que no se colaborara con las administraciones autonómicas en una serie de actuaciones que van a aportar inmediatamente los recursos hídricos, plenamente garantizados", destacó y afirmó que las obras se están poniendo en marcha.
Baltanás reconoció que el 70 % de estas iniciativas formaban parte del Plan Hidrológico Nacional (PHN) del PP, pero indicó que "estaban allí muertas de risa, porque si en 2001 se hubiera comenzado a trabajar en ellas, la mayor parte de los problemas actuales de agua del Mediterráneo no existirían".
En el marco del congreso, el director de Acuamed destacó que antes de que finalice este año habrá una propuesta concreta para eliminar los contaminantes tóxicos y peligrosos de origen químico que se detectaron en el fondo del Ebro a la altura de la localidad tarraconense de Flix. Baltanás explicó que el área contaminada es de unas diez hectáreas, algo mayor de lo que se había pensado en un inicio. Por último, anunció que esta zona del Ebro quedará libre de la contaminación a finales del año 2008.