Segunda rogativa para pedir agua
Dom, 18/09/2005
Alrededor de trescientas personas volvieron a pedir agua en la rogativa a Santa Orosia que tuvo lugar ayer tarde en Yebra de Basa, la segunda en menos de un mes. Las últimas precipitaciones también se agradecieron en la plegaria, pero no han sido suficientes para paliar una sequía tan prolongada. Las celebraciones continuarán el lunes con una novena de misas, y ya se ha convocado por tercera vez a los romeros de la cabeza de Santa Orosia el sábado 1 de octubre. La procesión congregó por igual a fieles y amantes de estas tradiciones tan enraizadas en el sentir popular.
Pocas lluvias
Desde la anterior rogativa, que tuvo lugar el 27 de agosto, en Yebra se calcula que han caído entre 30 y 35 litros de agua por metro cuadrado, pero "hay otras poblaciones de esta zona en las que las tormentas ni se han notado, como en Aurín, estamos viviendo el período más seco de las últimas tres décadas", asegura el alcalde, Tomás Estaún. Las lluvias incluso han agravado la situación de la antigua captación del barranco de Santa Orosia, del que se abastece la localidad desde que se secó el pozo de Cartagena. El agua empezó a llegar turbia, y al no disponer de filtros ni de potabilizadora, los depósitos se llenaron el martes de esta semana con 50.000 litros traídos en cisternas por el servicio de protección civil del Alto Gállego. "Esta mañana (por ayer) los depósitos estaban al 40%, nos vamos manteniendo en el
mínimo, y de seguir así a lo mejor tenemos que recurrir de nuevo a los bomberos".
La procesión
Al llamamiento realizado por la junta de la romería de la cabeza de Santa Orosia, que se custodia en la iglesia parroquial, acudieron catorce romeros, que se distinguen por los ropones que visten de color marrón parduzco, y diecisiete representantes vecinales llevando las cruces de sus poblaciones. El recorrido de la comitiva después de misa permite contemplar hermosas estampas del pueblo. La encabeza la cruz de Yebra, seguida por el resto de cruceros y los romeros que preceden a la peana en la que se porta el busto de la santa.
La procesión, acompañada del canto de las letanías, se aleja de las casas y se adentra en un camino de tierra que conduce hasta la ermita conocida popularmente como Angusto, donde se veneran y besan las reliquias. Los que acuden por primera vez aquí a una romería de Santa Orosia se extrañan que hasta los más pequeños conozcan la letra del himno dedicado a ella.
El regreso tiene lugar por una ruta diferente y vale la pena adelantarse para contemplar el descenso por una de las empinadas calles empedradas. Esta vez la lluvia no hizo acto de presencia al final, pero, a lo mejor, la notable bajada de las temperaturas fue un buen presagio.
Pocas lluvias
Desde la anterior rogativa, que tuvo lugar el 27 de agosto, en Yebra se calcula que han caído entre 30 y 35 litros de agua por metro cuadrado, pero "hay otras poblaciones de esta zona en las que las tormentas ni se han notado, como en Aurín, estamos viviendo el período más seco de las últimas tres décadas", asegura el alcalde, Tomás Estaún. Las lluvias incluso han agravado la situación de la antigua captación del barranco de Santa Orosia, del que se abastece la localidad desde que se secó el pozo de Cartagena. El agua empezó a llegar turbia, y al no disponer de filtros ni de potabilizadora, los depósitos se llenaron el martes de esta semana con 50.000 litros traídos en cisternas por el servicio de protección civil del Alto Gállego. "Esta mañana (por ayer) los depósitos estaban al 40%, nos vamos manteniendo en el
mínimo, y de seguir así a lo mejor tenemos que recurrir de nuevo a los bomberos".
La procesión
Al llamamiento realizado por la junta de la romería de la cabeza de Santa Orosia, que se custodia en la iglesia parroquial, acudieron catorce romeros, que se distinguen por los ropones que visten de color marrón parduzco, y diecisiete representantes vecinales llevando las cruces de sus poblaciones. El recorrido de la comitiva después de misa permite contemplar hermosas estampas del pueblo. La encabeza la cruz de Yebra, seguida por el resto de cruceros y los romeros que preceden a la peana en la que se porta el busto de la santa.
La procesión, acompañada del canto de las letanías, se aleja de las casas y se adentra en un camino de tierra que conduce hasta la ermita conocida popularmente como Angusto, donde se veneran y besan las reliquias. Los que acuden por primera vez aquí a una romería de Santa Orosia se extrañan que hasta los más pequeños conozcan la letra del himno dedicado a ella.
El regreso tiene lugar por una ruta diferente y vale la pena adelantarse para contemplar el descenso por una de las empinadas calles empedradas. Esta vez la lluvia no hizo acto de presencia al final, pero, a lo mejor, la notable bajada de las temperaturas fue un buen presagio.