Agbar no prevé restricciones de agua en el área metropolitana hasta noviembre
Si las lluvias siguen a este ritmo, las primeras medidas para controlar el consumo doméstico del agua llegarían en octubre, aunque la población apenas lo notaría
AGENCIAS
BARCELONA. La compañía de Aguas de Barcelona (Agbar), aclaró ayer que, pese a que haya llovido estos días, la sequía continua pero que aun así no tiene previsto aplicar restricciones considerables al consumo doméstico hasta el mes de noviembre.
El director de la Unidad de Negocio de Agbar, Lleonard Carcolé, aclaró en rueda de prensa que la empresa ya tiene pensado invertir 7,63 millones de euros con el fin de reducir el impacto de la sequía en el consumo doméstico, si se tuviera que aplicar el decreto de Emergencia por sequía.
Carcolé indicó que cuando los embalses lleguen a un 20 por ciento de su capacidad y las de la cuenca del Llobregat a un 24 por ciento, la dotación de agua se reducirá en un 1 por ciento con lo que los consumidores «no lo notarán». Esto supone que la población en vez de disponer de la cantidad de agua habitual (232 litros de agua por habitante y día) tan solo recibirían 230 litros por habitante y día. La compañía prevé que este primer escenario podría darse a mediados de octubre, teniendo en cuenta la situación actual de los pantanos. Carcolé prevé que no será un gran inconveniente ya que «con una campaña de información para hacer un consumo responsable será suficiente».
Más importante serán las restricciones en un segundo escenario que contempla Agbar, porque en el caso de que los embalses del Ter y el Llobregat alcanzaran unos índices de capacidad del 15 por ciento, el decreto de Emergencia por sequía obligaría a reducir el suministro a 210 litros por habitante y día, además de reducir la presión del agua durante la noche, en un primer momento. Pero Aguas de Barcelona tiene la esperanza de que esta situación no se produciría probablemente hasta noviembre.
Aun así, Carcolé prefiere ser optimista e indicó que la primera restricción «se espera para mediados de octubre, pero falta un mes, y esperamos que llueva antes» y para las restriccione más importantes que se producirían un noviembre opinó que «es un horizonte suficientemente lejano como para que podamos recoger más precipitaciones». Aunque éstas tendrán que ser más notables que las de los últimos días ya que como el mismo Carcolé reconoció «con las últimas lluvias sólo hemos ganado una semana de consumo en el sistema del Llobregat».
Quejas por el malgasto
Por su parte, la Plataforma de Oposición a los Trasvases (POT) se ha mostrado contraria a la cesión por parte de los regantes del Baix Ter de la mitad del agua de la que disponen al consumo a la metrópolis de Barcelona. La POT ha enviado una carta al director de la Agencia Catalana del Agua (ACA), Jaume Solà, en la que muestra su «total rechazo» a esta cesión, al considerar que no se está gestionando bien el agua de la cuenca del Llobregat. Mientras que apuestan por «disminuir la capacidad de decisión a la empresas hidroeléctricas» y aprovechar las aguas subterráneas y de la lluvia sobrantes de Barcelona.
La misma plataforma además quiere presentar alegaciones contra el proyecto del túnel del AVE en la frontera con Francia, ya que según ellos, la toneladora que se debe utilizar requiere de 500.000 litros de agua diarios y no consideran apropiado que «padeciendo esta sequía se hayan concedido 500 metros cúbicos de agua para la tuneladora», según declaraciones a Efe. Y es que, según la POT, la tuneladora consume la misma agua que una población de 2.000 habitantes.
AGENCIAS
BARCELONA. La compañía de Aguas de Barcelona (Agbar), aclaró ayer que, pese a que haya llovido estos días, la sequía continua pero que aun así no tiene previsto aplicar restricciones considerables al consumo doméstico hasta el mes de noviembre.
El director de la Unidad de Negocio de Agbar, Lleonard Carcolé, aclaró en rueda de prensa que la empresa ya tiene pensado invertir 7,63 millones de euros con el fin de reducir el impacto de la sequía en el consumo doméstico, si se tuviera que aplicar el decreto de Emergencia por sequía.
Carcolé indicó que cuando los embalses lleguen a un 20 por ciento de su capacidad y las de la cuenca del Llobregat a un 24 por ciento, la dotación de agua se reducirá en un 1 por ciento con lo que los consumidores «no lo notarán». Esto supone que la población en vez de disponer de la cantidad de agua habitual (232 litros de agua por habitante y día) tan solo recibirían 230 litros por habitante y día. La compañía prevé que este primer escenario podría darse a mediados de octubre, teniendo en cuenta la situación actual de los pantanos. Carcolé prevé que no será un gran inconveniente ya que «con una campaña de información para hacer un consumo responsable será suficiente».
Más importante serán las restricciones en un segundo escenario que contempla Agbar, porque en el caso de que los embalses del Ter y el Llobregat alcanzaran unos índices de capacidad del 15 por ciento, el decreto de Emergencia por sequía obligaría a reducir el suministro a 210 litros por habitante y día, además de reducir la presión del agua durante la noche, en un primer momento. Pero Aguas de Barcelona tiene la esperanza de que esta situación no se produciría probablemente hasta noviembre.
Aun así, Carcolé prefiere ser optimista e indicó que la primera restricción «se espera para mediados de octubre, pero falta un mes, y esperamos que llueva antes» y para las restriccione más importantes que se producirían un noviembre opinó que «es un horizonte suficientemente lejano como para que podamos recoger más precipitaciones». Aunque éstas tendrán que ser más notables que las de los últimos días ya que como el mismo Carcolé reconoció «con las últimas lluvias sólo hemos ganado una semana de consumo en el sistema del Llobregat».
Quejas por el malgasto
Por su parte, la Plataforma de Oposición a los Trasvases (POT) se ha mostrado contraria a la cesión por parte de los regantes del Baix Ter de la mitad del agua de la que disponen al consumo a la metrópolis de Barcelona. La POT ha enviado una carta al director de la Agencia Catalana del Agua (ACA), Jaume Solà, en la que muestra su «total rechazo» a esta cesión, al considerar que no se está gestionando bien el agua de la cuenca del Llobregat. Mientras que apuestan por «disminuir la capacidad de decisión a la empresas hidroeléctricas» y aprovechar las aguas subterráneas y de la lluvia sobrantes de Barcelona.
La misma plataforma además quiere presentar alegaciones contra el proyecto del túnel del AVE en la frontera con Francia, ya que según ellos, la toneladora que se debe utilizar requiere de 500.000 litros de agua diarios y no consideran apropiado que «padeciendo esta sequía se hayan concedido 500 metros cúbicos de agua para la tuneladora», según declaraciones a Efe. Y es que, según la POT, la tuneladora consume la misma agua que una población de 2.000 habitantes.