Narbona asegura que no hay problema de abastecimiento de agua para uso humano
Mar, 13/09/2005
La ministra de Medio Ambiente negó que hagan falta nuevas infraestructuras de envergadura durante una visita a las obras de 28 pozos para años de sequía
MIGUEL DOMINGO GARCÍA
MADRID. La ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, aseguró ayer que «no hay ningún problema de abastecimiento en uso humano que deba preocupar a los ciudadanos de la Comunidad». Si bien recordó, que durante los próximos meses, si la sequía sigue agravándose por la falta de nuevas lluvias abundantes, serán inevitables las restricciones para otro tipo de finalidades, como el riego de zonas verdes o usos industriales.
Lo hizo ayer tras visitar las obras de canalización del futuro campo de pozos del río Guadarrama, una arteria de tuberías, de cerca de 38 kilómetros de longitud que conectará un total de 28 pozos excavados por el Canal de Isabel II en la margen derecha del caudal.
La ministra de Medio Ambiente destacó esta infraestructura como uno de los proyectos más importantes en los que trabaja la Sociedad Estatal del Agua -dependiente del Gobierno central- en colaboración con la empresa Canal de Isabel II -dependiente de la Comunidad de Madrid-, «para aumentar a corto plazo la disponibilidad de agua en la Comunidad».
La canalización, que cuenta con dos de sus cuatro fases concluidas, recorre la zona oeste de la región: desde Majadahonda hasta Griñón (donde se encuentran sendas estaciones de potabilización, la segunda de ellas aún en proyecto). A través de sus tuberías se distribuirán 30 hectómetros cúbicos de agua al año, que se extraerán de 28 pozos. Este agua sólo podrá utilizarse en situaciones de sequía como la actual.
No más infraestructuras
Narbona hizo también referencia, aunque no explícita, a las peticiones de nuevos embalses en la región por parte de la Comunidad. Según la responsable de Medio Ambiente, «en un par de años vamos a tener más hectómetros cúbicos sin necesidad de ninguna infraestructura de mayor envergadura».
Este punto de vista contrasta con el mantenido hasta ahora por el Canal de Isabel II, cuyo gerente, Ildefonso De Miguel, que visitó ayer las obras de canalización junto a la ministra, reiteró la «necesidad» de Madrid de «más embalses». Estas infraestructuras, «ya están previstas en el Plan de la Cuenca del Tajo -según el gerente-, sólo queremos que éste se cumpla». Según explicó, «el año pasado tuvimos que tirar 300 hectómetros cúbicos» por falta de pantanos donde almacenarlos.
De Miguel también valoró la importante aportación de los nuevos pozos del Guadarrama -de cuya perforación y puesta en marcha se ha ocupado el propio Canal- al abastecimiento de agua. Pero explicó que no serán suficientes para solucionar el problema de suministro que, según afirmó, sufre la región: «Los recursos extraídos de los pozos sólo representan un 1 por ciento del consumo total de los madrileños».
Sobre la construcción de estos embaslses, la ministra sólo apuntó que se estudiaría «con mucha atención» estas «propuestas» a largo plazo, aunque «ahora mismo estamos todos interesados en impedir que haya desabastecimiento a corto plazo».
Las medidas «a corto plazo» a las que se refirió se basan en una «reasignación de los usos» y un mayor aprovechamiento de aguas recicladas. El objetivo inmediato es reducir el consumo en al menos un 10 por ciento. Sin embargo, añadió «no podemos obligar [a los Ayuntamientos] a utilizar agua depurada», algo que «sí puede hacer la Comunidad».
Municipios con medidas de ahorro
Algunos municipios, como el de la capital, ya han llevado a cabo esta sustitución de agua reciclada por la potable en usos como el baldeo de calles y el riego de los principales jardines. También se pondrá en marcha en la capital, en los próximos meses, una ordenanza municipal que obligue a las nuevas construcciones a adaptar los edificios al ahorro de agua.
Otros ayuntamientos, en cambio, han comenzado a tomar medidas más restrictivas en estos mismos servicios: el de Alcobendas, por ejemplo, suprimió desde ayer el baldeo de la mayoría de sus calles -menos las del casco histórico y para casos excepcionales de suciedad-. Este municipio también ha reducido el horario y periodos de riego de jardines hasta que finalmente sólo se realicen de forma puntual. Estas restricciones se han trasladado a los ciudadanos, a los que se les ha «solicitado» que las apliquen a las zonas verdes privadas.
MIGUEL DOMINGO GARCÍA
MADRID. La ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, aseguró ayer que «no hay ningún problema de abastecimiento en uso humano que deba preocupar a los ciudadanos de la Comunidad». Si bien recordó, que durante los próximos meses, si la sequía sigue agravándose por la falta de nuevas lluvias abundantes, serán inevitables las restricciones para otro tipo de finalidades, como el riego de zonas verdes o usos industriales.
Lo hizo ayer tras visitar las obras de canalización del futuro campo de pozos del río Guadarrama, una arteria de tuberías, de cerca de 38 kilómetros de longitud que conectará un total de 28 pozos excavados por el Canal de Isabel II en la margen derecha del caudal.
La ministra de Medio Ambiente destacó esta infraestructura como uno de los proyectos más importantes en los que trabaja la Sociedad Estatal del Agua -dependiente del Gobierno central- en colaboración con la empresa Canal de Isabel II -dependiente de la Comunidad de Madrid-, «para aumentar a corto plazo la disponibilidad de agua en la Comunidad».
La canalización, que cuenta con dos de sus cuatro fases concluidas, recorre la zona oeste de la región: desde Majadahonda hasta Griñón (donde se encuentran sendas estaciones de potabilización, la segunda de ellas aún en proyecto). A través de sus tuberías se distribuirán 30 hectómetros cúbicos de agua al año, que se extraerán de 28 pozos. Este agua sólo podrá utilizarse en situaciones de sequía como la actual.
No más infraestructuras
Narbona hizo también referencia, aunque no explícita, a las peticiones de nuevos embalses en la región por parte de la Comunidad. Según la responsable de Medio Ambiente, «en un par de años vamos a tener más hectómetros cúbicos sin necesidad de ninguna infraestructura de mayor envergadura».
Este punto de vista contrasta con el mantenido hasta ahora por el Canal de Isabel II, cuyo gerente, Ildefonso De Miguel, que visitó ayer las obras de canalización junto a la ministra, reiteró la «necesidad» de Madrid de «más embalses». Estas infraestructuras, «ya están previstas en el Plan de la Cuenca del Tajo -según el gerente-, sólo queremos que éste se cumpla». Según explicó, «el año pasado tuvimos que tirar 300 hectómetros cúbicos» por falta de pantanos donde almacenarlos.
De Miguel también valoró la importante aportación de los nuevos pozos del Guadarrama -de cuya perforación y puesta en marcha se ha ocupado el propio Canal- al abastecimiento de agua. Pero explicó que no serán suficientes para solucionar el problema de suministro que, según afirmó, sufre la región: «Los recursos extraídos de los pozos sólo representan un 1 por ciento del consumo total de los madrileños».
Sobre la construcción de estos embaslses, la ministra sólo apuntó que se estudiaría «con mucha atención» estas «propuestas» a largo plazo, aunque «ahora mismo estamos todos interesados en impedir que haya desabastecimiento a corto plazo».
Las medidas «a corto plazo» a las que se refirió se basan en una «reasignación de los usos» y un mayor aprovechamiento de aguas recicladas. El objetivo inmediato es reducir el consumo en al menos un 10 por ciento. Sin embargo, añadió «no podemos obligar [a los Ayuntamientos] a utilizar agua depurada», algo que «sí puede hacer la Comunidad».
Municipios con medidas de ahorro
Algunos municipios, como el de la capital, ya han llevado a cabo esta sustitución de agua reciclada por la potable en usos como el baldeo de calles y el riego de los principales jardines. También se pondrá en marcha en la capital, en los próximos meses, una ordenanza municipal que obligue a las nuevas construcciones a adaptar los edificios al ahorro de agua.
Otros ayuntamientos, en cambio, han comenzado a tomar medidas más restrictivas en estos mismos servicios: el de Alcobendas, por ejemplo, suprimió desde ayer el baldeo de la mayoría de sus calles -menos las del casco histórico y para casos excepcionales de suciedad-. Este municipio también ha reducido el horario y periodos de riego de jardines hasta que finalmente sólo se realicen de forma puntual. Estas restricciones se han trasladado a los ciudadanos, a los que se les ha «solicitado» que las apliquen a las zonas verdes privadas.