El Gobierno estudia rescatar aguas industriales y de regadío para asegurar el abastecimiento urbano

Vie, 09/09/2005

Hoy

«Es el camino que debiéramos empezar a recorrer», aseguró Jaime Palop, director general del Agua
A. PRÁDANOS MADRID/
El Ministerio de Medio Ambiente y las comunidades y ayuntamientos más amenazados por la sequía estudian la posibilidad de 'rescatar' concesiones de derechos de uso de agua en la industria y la agricultura para apuntalar el suministro urbano allá donde peligre. El director general del Agua, Jaime Palop, apuntó hoy a esta vía como uno de los mecanismos más viables para paliar las situaciones de emergencia si en las próximas semanas sigue sin llover en amplias regiones de España.

Palop presidió este jueves la primera reunión del Comité de Expertos en Sequía constituido por el ministerio como órgano consultivo y multidisciplinar que aúne voces y esfuerzos ante la progresiva disminución de los recursos hídricos después de un año sin lluvias. Aunque no existe una estrategia generalizada, los planes de gestión y protocolos contra la sequía ya en marcha en las cuencas hidrográficas con más problemas - Segura, Júcar, Tajo y Guadalquivir, entre otras- "llevan implícita" la posibilidad de recuperar para consumo humano caudales de agua que ahora se dedican al regadío o a la industria hidroeléctrica si fuera necesario.

Abastecimiento

«Cuando empieza a faltar agua, la prioridad será siempre el abastecimiento», subrayó Palop. En España el 80% del consumo total de agua corresponde a la agricultura, de modo que, en caso de necesidad, sería este sector el más afectado por el rescate de concesiones, previo pago de compensaciones económicas por parte de los municipios o entidades beneficiarias. Las transacciones se realizarían a través de los centros de intercambio de derechos o entre corporaciones y particulares, según los casos.

Palop citó como ejemplo las negociaciones en curso entre el área metropolitana de Sevilla y comunidades de regantes, que analizan la cesión remunerada de parte de sus concesiones de riego para paliar las carencias en el suministro urbano. Otro ejemplo de esta fórmula de intercambio lo encarnan los arroceros de la cuenca del Guadalquivir y los regantes de Almanzora, en Almería, que estudian la posibilidad de cederse el uso de agua de riego en función de las necesidades de unos y otros. Asimismo, la confederación hidrográfica del Tajo, una de las más castigadas por la sequía, negocia con Unión Fenosa la recuperación de algunos saltos de agua para nutrir a tres embalses y el abastecimiento de las poblaciones.

Junto al ahorro interno, las restricciones graduales al consumo y la reutilización de aguas, la recuperación transitoria de concesiones son -dijo Palop- las medidas más sensatas en momentos de escasez hídrica. La construcción de nuevas infraestructuras, caso de embalses y presas, exige una planificación a más largo plazo «de lo que puede durar una situación de sequía», recalcó.

Madrid en apuros

Madrid, las comunidades de los canales del Taibillla (Alicante y Murcia), la Costa del Sol y, sobre todo, las cuencas internas de Cataluña son las que afrontan el otoño en una situación más apurada incluso en el suministro urbano. Si no llueve en cantidades suficientes, las restricciones están a la vuelta de la esquina. En Cataluña pueden ser «importantes», admitió el director general.

También es complejo el panorama del trasvase Tajo Segura. De no mejorar la precaria situación de los embalses de Entrepeñas y Buendía, en la cabecera del Tajo, tendrá que ser de nuevo el Consejo de Ministros el que decida qué cantidad se trasvasa a los regantes del Segura.

El año hidrológico que se cerró el pasado 31 de agosto ha sido el más seco desde que el primer registro sistemático de las precipitaciones en España, en 1947.