Con todos los ojos políticos puestos sobre los niveles de agua de los embalses y pendientes de que las nubes descarguen algunas gotas sobre la región, se vigila una iniciativa para frenar la posibilidad de las temidas restricciones al consumo: el Campo de Pozos de Guadarrama, situado en Navalcarnero, cuyas obras visita hoy la ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona.
La importancia de este proyecto es evidente puesto que, según Medio Ambiente, estos pozos aportarán hasta 30 hectómetros cúbicos de agua al sistema de abastecimiento de la Comunidad de Madrid.
La titular de Medio Ambiente acudirá a estas obras enmarcadas dentro del conjunto de actuaciones que se están desarrollando para ofrecer una mayor garantía de disponibilidad de agua a los ciudadanos de la región, informó el Ministerio.
El convenio para el desarrollo de las obras del Campo de Pozos de Guadarrama fue suscrito el 23 de enero de 2003 entre la Administración Central y la autonómica.
El proyecto, denominado entonces Arteria Aductora del Campo de Pozos de Guadarrama y Estación de Tratamiento de Aguas de Griñón, tiene como objetivo aprovechar conjuntamente las aguas superficiales y subterráneas.
Entre otras acciones se contemplaba la construcción de una arteria principal aductora, de aproximadamente 39 kilómetros de longitud y diámetros comprendidos entre 800 y 1.200 milímetros, que conectará la zona norte y la sur de la Comunidad de Madrid.
Ya el pasado día 1, la ministra Narbona advirtió de que la Comunidad de Madrid tendría que aplicar medidas obligatorias de restricción de «determinados consumos de agua» a partir de octubre, si las lluvias no lo remedian.
Por su parte, el vicepresidente regional y presidente del Canal de Isabel II, Ignacio González, señaló ese mismo día que si el mes de septiembre no trae lluvias, Madrid entrará en el nivel de alerta uno, que empezará a implicar restricciones en el abastecimiento.