El año hidrológico 2004-2005 se convierte en el más seco de la historia reciente de España
Dom, 04/09/2005
La precipitación media en este año recién finalizado ha sido de tan sólo 411 mm, lo que supone casi un 40 por ciento menos que el valor medio normal
Estrella Digital/ EFE
Madrid
El año hidrometeorológico, que comenzó el 1 de septiembre del año pasado y ha terminado el 31 de agosto de 2005, pasará a la historia de la climatología por ser el más seco de la historia de España desde que comenzaron a hacerse mediciones sistematizadas de lluvias, en 1947, según informó ayer el INM. Sin embargo, el secretario general para el Territorio y la Biodiversidad, Antonio Serrano, explicó ayer que 2004/2005 ha sido el periodo más seco desde 1887 si se tienen en cuenta los primeros datos proporcionados por los escasos observatorios que había entonces en España.
Según informó ayer en una nota el Instituto Nacional de Meteorología (INM), la precipitación media en este año recién finalizado, sobre el conjunto del territorio nacional, ha sido de tan sólo 411 mm, lo que supone casi un 40 por ciento menos que el valor medio normal.
La sequía ha afectado, en mayor o menor medida, a la práctica totalidad de las regiones, salvo Canarias, aunque el déficit mayor de precipitaciones se registra en Extremadura, Andalucía, Castilla-la Mancha y Madrid.
En esas regiones, junto con algunas zonas de Cataluña y del sur de Castilla y León, las precipitaciones acumuladas no han llegado ni siquiera al 50 por ciento de los valores normales.
En zonas del oeste de Andalucía, en el bajo Guadalquivir, y del sureste de Castilla-La Mancha se han registrado totales pluviométricos acumulados que apenas superan el 35 por ciento de los valores medios.
En el resto de las regiones, se aprecia también un déficit de precipitaciones aunque más moderado, de entre el 60 y el 75 por ciento de los valores medios.
Tan sólo en áreas de tamaño relativamente reducido de la vertiente cantábrica, sur de Galicia, La Rioja, Navarra, este de Aragón, centro y norte de la Comunidad Valenciana, sur de Murcia y este de Almería se supera el 75 por ciento de los valores medios, aunque sin llegar a los valores normales, que tan sólo son alcanzados y superados en el archipiélago canario.
El INM también destaca "el hecho excepcional" de que de los últimos 12 meses sólo en octubre se alcanzaron o superaron los valores normales de precipitación en el conjunto del territorio, siendo el resto de los meses secos o muy secos.
El trimestre otoñal septiembre-noviembre fue el menos seco del año, con unas precipitaciones acumuladas desde el inicio del año hidrológico que, a finales de noviembre, suponían en el conjunto de territorio el 81 por ciento del valor medio, centrándose el mayor déficit de lluvias en esta fecha en el tercio sur y en las zonas mediterráneas.
Frente a ese otoño ya algo más seco de lo normal, el trimestre invernal diciembre-febrero tuvo un carácter aun más extremado y no hubo prácticamente lluvias en prolongados períodos de tiempo.
En diciembre, sólo llovió un 62 por ciento del valor medio. En enero, el mes más seco del año en términos relativos, el 16 por ciento y, en febrero, el 58 por ciento.
Por trimestres
En el trimestre primaveral, marzo-mayo, no sólo no se compensó el déficit existente sino que éste continuó acumulándose en la casi totalidad del territorio.
En ese trimestre, las precipitaciones tan solo supusieron el 62 por ciento del valor medio, situándose por debajo del 50 por ciento en una zona que abarca algo más de la mitad sur peninsular e incluso por debajo del 25 por ciento en Madrid y norte de Castilla-La Mancha.
En el trimestre veraniego, junio-agosto, con el que se cierra el año hidrometeorológico, continuó la sequía en la práctica totalidad de las regiones, con unas precipitaciones totales acumuladas en la estación que apenas superan el 50 por ciento del valor medio y que están por debajo del 25 por ciento en todas las zonas del centro y sur de la península.
Curiosamente, subraya el INM, es de nuevo el archipiélago canario la única región en que se superan los valores normales, quedando por ello al margen del patrón general atmosférico que da lugar a una acusada escasez de lluvias y que viene afectando al resto de las regiones desde el pasado mes de noviembre.
Estrella Digital/ EFE
Madrid
El año hidrometeorológico, que comenzó el 1 de septiembre del año pasado y ha terminado el 31 de agosto de 2005, pasará a la historia de la climatología por ser el más seco de la historia de España desde que comenzaron a hacerse mediciones sistematizadas de lluvias, en 1947, según informó ayer el INM. Sin embargo, el secretario general para el Territorio y la Biodiversidad, Antonio Serrano, explicó ayer que 2004/2005 ha sido el periodo más seco desde 1887 si se tienen en cuenta los primeros datos proporcionados por los escasos observatorios que había entonces en España.
Según informó ayer en una nota el Instituto Nacional de Meteorología (INM), la precipitación media en este año recién finalizado, sobre el conjunto del territorio nacional, ha sido de tan sólo 411 mm, lo que supone casi un 40 por ciento menos que el valor medio normal.
La sequía ha afectado, en mayor o menor medida, a la práctica totalidad de las regiones, salvo Canarias, aunque el déficit mayor de precipitaciones se registra en Extremadura, Andalucía, Castilla-la Mancha y Madrid.
En esas regiones, junto con algunas zonas de Cataluña y del sur de Castilla y León, las precipitaciones acumuladas no han llegado ni siquiera al 50 por ciento de los valores normales.
En zonas del oeste de Andalucía, en el bajo Guadalquivir, y del sureste de Castilla-La Mancha se han registrado totales pluviométricos acumulados que apenas superan el 35 por ciento de los valores medios.
En el resto de las regiones, se aprecia también un déficit de precipitaciones aunque más moderado, de entre el 60 y el 75 por ciento de los valores medios.
Tan sólo en áreas de tamaño relativamente reducido de la vertiente cantábrica, sur de Galicia, La Rioja, Navarra, este de Aragón, centro y norte de la Comunidad Valenciana, sur de Murcia y este de Almería se supera el 75 por ciento de los valores medios, aunque sin llegar a los valores normales, que tan sólo son alcanzados y superados en el archipiélago canario.
El INM también destaca "el hecho excepcional" de que de los últimos 12 meses sólo en octubre se alcanzaron o superaron los valores normales de precipitación en el conjunto del territorio, siendo el resto de los meses secos o muy secos.
El trimestre otoñal septiembre-noviembre fue el menos seco del año, con unas precipitaciones acumuladas desde el inicio del año hidrológico que, a finales de noviembre, suponían en el conjunto de territorio el 81 por ciento del valor medio, centrándose el mayor déficit de lluvias en esta fecha en el tercio sur y en las zonas mediterráneas.
Frente a ese otoño ya algo más seco de lo normal, el trimestre invernal diciembre-febrero tuvo un carácter aun más extremado y no hubo prácticamente lluvias en prolongados períodos de tiempo.
En diciembre, sólo llovió un 62 por ciento del valor medio. En enero, el mes más seco del año en términos relativos, el 16 por ciento y, en febrero, el 58 por ciento.
Por trimestres
En el trimestre primaveral, marzo-mayo, no sólo no se compensó el déficit existente sino que éste continuó acumulándose en la casi totalidad del territorio.
En ese trimestre, las precipitaciones tan solo supusieron el 62 por ciento del valor medio, situándose por debajo del 50 por ciento en una zona que abarca algo más de la mitad sur peninsular e incluso por debajo del 25 por ciento en Madrid y norte de Castilla-La Mancha.
En el trimestre veraniego, junio-agosto, con el que se cierra el año hidrometeorológico, continuó la sequía en la práctica totalidad de las regiones, con unas precipitaciones totales acumuladas en la estación que apenas superan el 50 por ciento del valor medio y que están por debajo del 25 por ciento en todas las zonas del centro y sur de la península.
Curiosamente, subraya el INM, es de nuevo el archipiélago canario la única región en que se superan los valores normales, quedando por ello al margen del patrón general atmosférico que da lugar a una acusada escasez de lluvias y que viene afectando al resto de las regiones desde el pasado mes de noviembre.