Los agricultores de la Vega Baja ya no podrán regar más con agua del embalse de La Pedrera

Mié, 31/08/2005

La Verdad

Un agricultor contempla el embalse de La Pedrera, cerrado desde ayer al riego para la Vega Baja. / JUAN LEAL

El que está en la cola o se seca o se ahoga. En esta ocasión, son los regantes de la Vega Baja los que muy posiblemente se vayan a ahogar si la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS) no toma medidas urgentemente. Desde ayer, este grupo de agricultores no puede extraer más agua del embalse de La Pedrera, situado en la localidad alicantina de Orihuela, del que ya han agotado el caudal de riego que les corresponde.

Hasta ahora, esta zona de la cuenca se nutría del desagüe de fondo del pantano que aportaba alrededor de 1.000 litros de agua por segundo. Desde ayer, no pueden sacar ni una sola gota.

La situación es casi desesperada. Por lo menos así la ve el juez de Aguas de Orihuela, Antonio Barberá, que aseguró que «si ya los frutales están arrugados por la sequía, ahora con esta medida los agricultores no saben como van a poder pasar el invierno». Barberá se mostró también muy preocupado «porque es una Vega que siempre está sufriendo y de la que se olvidan por la simple razón de que se encuentra a la cola del río».

En compensación, la CHS ha previsto diez pozos de emergencia, de los cuales cuatro ya están en funcionamiento, para que a través de las acequias lleven agua hasta las tierras de la Vega Baja. A pesar de esta medida, el Comisario de Aguas de la CHS, Manuel Aldeguer, reconoce que esta aportación no alcanza las necesidades actuales de los agricultores. «Apenas les llegará para salvar el año hidrológico», apostilla Aldeguer que ha anunciado que hoy se cerrará también el pantano de El Sifón de Orihuela.

Ahora, la CHS se va a centrar en asegurar «agua de gracia» para poder plantar la alcachofa de la próxima temporada ya que «el futuro de muchos agricultores murcianos depende de la futura cosecha», según Aldeguer. Les separan 31 días para que concluya este año hidrológico. La mayoría está deseando que acabe, para ver si el próximo les trae alguna alegría.