Salud implanta un programa de vigilancia que obligará al control de la calidad del agua del grifo en los domicilios

Vie, 26/08/2005

Europa Press

La Consejería de Salud pondrá en marcha un nuevo Programa de Vigilancia Sanitaria de Aguas de Consumo en Andalucía que, entre otras actuaciones dirigidas a intensificar la seguridad en esta materia, contempla la obligación de realizar controles de la calidad del agua del grifo en los domicilios.
En rueda de prensa, la consejera de Salud de la Junta de Andalucía, María Jesús Montero, que presentó hoy en Sevilla esta nueva iniciativa, señaló que entrará en vigor el próximo mes de septiembre y que supone "una mayor definición de las competencias, actuaciones y requisitos que deben regir en materia de vigilancia de aguas de consumo".
De este modo, para la elaboración de este documento, Salud ha contado con la participación de la Federación Andaluza de Municipios y Provincias (FAMP), la Agencia Andaluza de Aguas y los representantes de los abastecedores de aguas de Andalucía, lo que convierte, según la titular del ramo, la comunidad autónoma "en la primera en el conjunto del Estado en contar con los abastecedores en la regulación de esta materia".
En su contenido, el nuevo programa recoge la obligación de que, periódicamente, se realicen controles de la calidad del agua de los grifos, una función que corresponderá a los ayuntamientos al ser competencia municipal el asegurar que el agua suministrada en su ámbito sea apta para el consumo. En este sentido, Montero puntualizó que "la frecuencia con que anualmente se van a realizar estas inspecciones dependerá de la población que sea abastecida dentro de la red de distribución".
Además, cada municipio deberá elaborar anualmente un informe con los resultados de los muestreos, de manera que la Administración sanitaria pueda disponer de toda la información acerca de la situación del agua en todos los domicilios. De esta forma, Montero destacó que, junto a la actividad desarrollada por los ayuntamientos, el programa "va a permitir mejorar las funciones de organismos gestores que se encargan del abastecimiento del agua y de controlar su calidad, gracias a la elaboración de un Protocolo de Autocontrol y Gestión del Abastecimiento.
En este documento, los gestores deberán incluir una descripción de las infraestructuras que integran el sistema de abastecimiento, detallando si existen posibles riesgos que puedan afectar a la calidad del producto y qué medidas habría que llevar a cabo para evitarlos. Asimismo, según la consejera de Salud, el protocolo incluirá también información sobre los análisis a efectuar, los puntos de muestreo o las pruebas realizadas en los laboratorios, entre otras cosas.
Dichos datos, se remitirán a la Consejería de Salud, que, a su vez, podrá solicitar que se adopten medidas complementarias o que se realicen muestreos adicionales cuando sospeche de la existencia de un riesgo para la salud. Además, el Programa de Vigilancia Sanitaria establece igualmente los titulares de los establecimientos dedicados a actividades comerciales, asumen las competencias del control del agua de suministro si no están conectados a una red de distribución.
Por el contrario, según Montero, en el caso de otros inmuebles, entre ellos los domicilios privados, los propietarios tendrán que mantener sus instalaciones en unas condiciones adecuadas para que la calidad del agua no sufra modificaciones desde la acometida hasta los grifos. Asimismo, los organismos de cuenca y la Agencia Andaluza del Agua deberán ofrecer a la Consejería de Salud y a los gestores de las captaciones los resultados de los análisis efectuados al agua, y evaluar si hay presencia de posibles contaminantes.
Finalmente, Montero señaló que a la Consejería de Salud corresponde "vigilar la calidad del agua y establecer las correspondientes medidas que permitan garantizar la salud de los usuarios". De esta forma, en el desarrollo de esta función cobrará un papel muy importante el Sistema de Información Nacional de Aguas de Consumo (SINAC), una aplicación informática a nivel nacional a la que se accede a través de Internet --http://sinac.msc.es-- y en la que los gestores deberán incluir todos los datos sobre la calidad sanitaria de las aguas de consumo, las infraestructuras y los laboratorios que realicen los controles.
De este modo, la Consejería de Salud podrá desarrollar con mayor eficacia la labor de vigilancia sanitaria de las aguas de consumo, al disponer de información unificada sobre todos los puntos de abastecimiento y el estado de las aguas. También, según la titular del ramo, el sistema permitirá igualmente a los ciudadanos obtener información acerca de la calidad del agua de los distintos abastecimientos, a través del acceso a los últimos 30 análisis realizados.
NUEVOS REQUISITOS
Otras novedades que incluye el programa andaluz son la relación de los requisitos sanitarios que deben cumplir las infraestructuras de abastecimiento nuevas y las ya existentes con anterioridad, como la necesidad de tener previstas actuaciones específicas en las zonas de las estaciones de tratamiento que puedan registrar contaminantes con cierta frecuencia, o la descripción de suministros alternativos cuando en los puntos de distribución se produzcan situaciones de emergencia, como pérdida de potabilidad o sequía.
En otro orden de cosas, se exige que los depósitos de aguas incorporen un sistema de desinfección automático, y se ofrece un plazo máximo de un año para que los que la realizan de forma manual puedan adecuar sus instalaciones. También se ofrecerá un plazo de un año para que los puntos de muestreo implanten dispositivos destinados a la extracción de muestras en las redes de distribución, con el fin de que los análisis de la calidad del agua se efectúen con todas las garantías.
El programa contempla igualmente las actuaciones que habrá desarrollar ante casos de incumplimientos o alertas respecto a los niveles de calidad establecidos, concretando tanto la activación como las medidas que habrá que llevar a cabo. Así, durante su intervención, la consejera de Salud destacó la importante aportación que este programa va a suponer para ofrecer "una respuesta eficaz" en materia de vigilancia sanitaria del agua en la comunidad y subrayó que la implicación en su desarrollo de todos los sectores relacionados con esta actividad permitirá mejorar la salud y la calidad de vida de los ciudadanos.