Cincuenta mil regantes invierten 155,8 millones en modernizar 94.727 hectáreas
Vie, 19/08/2005
El presidente de la Federación Nacional de Comunidades de Regantes considera que la politización del problema causa «gran desconcierto» en la sociedad
FRANCISCO LLOSA
VALENCIA. Mejorar los sistemas de riego, favorecer una utilización eficiente del agua y afrontar de una manera más óptima y racional los efectos adversos producidos por la sequía son los objetivos que persiguen los regantes de la Comunidad. Para ello, 50.658 regantes de las tres provincias valencianas están dispuestos ha invertir 155,8 millones de euros para mejorar sus 94.727 hectáreas y consolidar unos cultivo que necesitan de dicha modernización para garantizar su futuro, hoy incierto.
Según los datos que obran en poder de la Federación Nacional de Comunidades de Regantes (Fenacore), la Sociedad Estatal de Inversiones Agrarias tiene previsto realizar 18 obras de modernización de regadíos en la Comunidad Valenciana en colaboración con los regantes, lo que elevará la inversión conjunta a los 237,7 millones de euros. Hasta el momento se han finalizado tres.
Inversiones por provincias
Los regantes de la Comunidad que efectuarán un mayor desembolso en la modernización y consolidación de sus regadíos son los valencianos, que invertirán 73,6 millones de euros en la realización de seis obras, que suponen la actuación sobre más de 38.000 hectáreas de regadío y afectan a 8.690 agricultores de esta provincia
Los regantes alicantinos acometerán la segunda mayor inversión de Valencia en la mejora de sus sistemas de riego, con un montante de 57,3 millones de euros que permitirá modernizar 48.693 hectáreas de regadío, permitiendo así a 31.100 regantes hacer frente a la sequía en mejores condiciones.
Por último, los regantes de Castellón tienen previsto invertir 24,9 millones de euros en la consolidación y modernización de sus regadíos con el fin de utilizar el agua de un modo más racional y aprovechar al máximo este escaso recurso. En total, cerca de 9.900 agricultores de esta provincia se verán favorecidos por la mejora de casi 8.016 hectáreas de regadío.
Uso eficiente del agua
El presidente de Fenacore, Andrés del Campo, destaca que este cúmulo de obras hídricas «permitirán una utilización más eficiente del agua y un ahorro muy importante en todas las redes de riego que dependen de los regantes valencianos. El proyecto es fruto del esfuerzo que están realizando los agricultores para modernizar los regadíos existentes, a pesar de la incertidumbre creada sobre el futuro de la política agraria comunitaria ante el posible cierre de algunos riegos el año próximo».
Del Campo, quien estuvo el pasado mes de junio en Valencia para celebrar el cincuenta aniversario de Fenacore, estima que el esfuerzo que han realizado los regantes españoles para la modernización de regadíos puede caer «en saco roto» si no tienen el agua garantizada para poder desarrollar su actividad con normalidad y amortizar así las inversiones efectuadas en la realización de estas obras.
La Federación de Regantes que lidera considera que la «única solución» para garantizar el abastecimiento de agua en el Levante es traer el agua necesaria de otras cuencas hidrográficas, como la del Tajo o del Ebro, además de ejecutar las obras hidráulicas y embalses necesarios para asegurar el acopio de agua en épocas de lluvias»
La politización del problema
Por otro lado, Andrés Del Campo afirma que la politización del agua está causando un «gran desconcierto» no sólo en los propios usuarios sino también en la sociedad española y en el propio Gobierno de la Nación, que debe agilizar las obras hidráulicas contempladas en el Plan Hidrológico Nacional (PHN), con el fin de despejar la incertidumbre existente entre los agricultores sobre el futuro de su actividad y dar una respuesta lo más temprana posible al problema endémico de la sequía en España
FRANCISCO LLOSA
VALENCIA. Mejorar los sistemas de riego, favorecer una utilización eficiente del agua y afrontar de una manera más óptima y racional los efectos adversos producidos por la sequía son los objetivos que persiguen los regantes de la Comunidad. Para ello, 50.658 regantes de las tres provincias valencianas están dispuestos ha invertir 155,8 millones de euros para mejorar sus 94.727 hectáreas y consolidar unos cultivo que necesitan de dicha modernización para garantizar su futuro, hoy incierto.
Según los datos que obran en poder de la Federación Nacional de Comunidades de Regantes (Fenacore), la Sociedad Estatal de Inversiones Agrarias tiene previsto realizar 18 obras de modernización de regadíos en la Comunidad Valenciana en colaboración con los regantes, lo que elevará la inversión conjunta a los 237,7 millones de euros. Hasta el momento se han finalizado tres.
Inversiones por provincias
Los regantes de la Comunidad que efectuarán un mayor desembolso en la modernización y consolidación de sus regadíos son los valencianos, que invertirán 73,6 millones de euros en la realización de seis obras, que suponen la actuación sobre más de 38.000 hectáreas de regadío y afectan a 8.690 agricultores de esta provincia
Los regantes alicantinos acometerán la segunda mayor inversión de Valencia en la mejora de sus sistemas de riego, con un montante de 57,3 millones de euros que permitirá modernizar 48.693 hectáreas de regadío, permitiendo así a 31.100 regantes hacer frente a la sequía en mejores condiciones.
Por último, los regantes de Castellón tienen previsto invertir 24,9 millones de euros en la consolidación y modernización de sus regadíos con el fin de utilizar el agua de un modo más racional y aprovechar al máximo este escaso recurso. En total, cerca de 9.900 agricultores de esta provincia se verán favorecidos por la mejora de casi 8.016 hectáreas de regadío.
Uso eficiente del agua
El presidente de Fenacore, Andrés del Campo, destaca que este cúmulo de obras hídricas «permitirán una utilización más eficiente del agua y un ahorro muy importante en todas las redes de riego que dependen de los regantes valencianos. El proyecto es fruto del esfuerzo que están realizando los agricultores para modernizar los regadíos existentes, a pesar de la incertidumbre creada sobre el futuro de la política agraria comunitaria ante el posible cierre de algunos riegos el año próximo».
Del Campo, quien estuvo el pasado mes de junio en Valencia para celebrar el cincuenta aniversario de Fenacore, estima que el esfuerzo que han realizado los regantes españoles para la modernización de regadíos puede caer «en saco roto» si no tienen el agua garantizada para poder desarrollar su actividad con normalidad y amortizar así las inversiones efectuadas en la realización de estas obras.
La Federación de Regantes que lidera considera que la «única solución» para garantizar el abastecimiento de agua en el Levante es traer el agua necesaria de otras cuencas hidrográficas, como la del Tajo o del Ebro, además de ejecutar las obras hidráulicas y embalses necesarios para asegurar el acopio de agua en épocas de lluvias»
La politización del problema
Por otro lado, Andrés Del Campo afirma que la politización del agua está causando un «gran desconcierto» no sólo en los propios usuarios sino también en la sociedad española y en el propio Gobierno de la Nación, que debe agilizar las obras hidráulicas contempladas en el Plan Hidrológico Nacional (PHN), con el fin de despejar la incertidumbre existente entre los agricultores sobre el futuro de su actividad y dar una respuesta lo más temprana posible al problema endémico de la sequía en España