Los regadíos pacenses no han sufrido restricciones de agua a pesar de la sequía

Lun, 15/08/2005

Hoy

Las zonas regables de Montijo y Lobón han consumido este año 35.000.000 metros cúbicos más que en el 2004 por la falta de lluvias El tomate, el maíz, los frutales y el arroz son los cultivos de la provincia que más agua requieren durante la campaña de verano
ÁNGELA MURILLO/BADAJOZ
A pesar de que el volumen de agua embalsada ha disminuido en 14 de las 16 presas de la provincia de Badajoz en el último año, la cantidad suministrada para regar cultivos como el tomate o el maíz se ha mantenido e incluso ha aumentado ligeramente respecto al año anterior.

«En estos momentos los embalses que abastecen las necesidades de riego en Extremadura se encuentran al 61% de su capacidad», declara el presidente de la Confederación Hidrográfica del Guadiana, José Ignacio Sánchez Sánchez-Mora. Con los datos en la mano, el presidente de la CHG asegura que «no debemos tener una alarma excesiva».

No obstante, si el próximo año seguimos sufriendo la falta de lluvias, «habrá que pensar algunas medidas de ahorro sin descartar las restricciones para el riego», puntualiza.

El volumen de agua que han consumido los agricultores durante este campaña ha sido prácticamente el mismo que el registrado en el 2003, y algo superior al del año pasado, «puesto que las lluvias que hubo al principio del año hicieron posible que el periodo de riego se retrasase», apunta Sánchez.

En la campaña de riego del 2003 se suministraron a los cultivos de la zona de Montijo un total de 127.100.000 metros cúbicos, mientras que la zona de Lobón recibió 74.100.000 m3. Durante el periodo de riego del año pasado, la comarca de Badajoz tuvo unas necesidades de agua para riego algo inferiores, habiéndosele suministrado un total de 164.400.000 m3.

La falta de precipitaciones que sufre el campo en la presente campaña ha supuesto un incremento de estos valores. Según datos de la CHG, desde que empezó la temporada de riego, se han consumido 126.800.000 m3 en los cultivos del área de Montijo, y 73.500.000 m3 en los regadíos de la zona de Lobón. Esto significa que se han gastado 35.000.000 m3 más que el año pasado.

Las necesidades de riego en ambas zonas son distintas, puesto que la superficie regable de Montijo es de 26.248 hectáreas, mientras que Lobón abarca 14.998 hectáreas de cultivos.

En cuanto al consumo urbano, la CHG suministró el año pasado 22.927.360 m3 de agua procedentes de la presa de Villar del Rey para el abastecimiento de la ciudad de la ciudad de Badajoz y su comarca, 910.000 m3 más que en el 2003.

Embalses

El agua que se utiliza para regar las dos zonas de cultivo en las que se divide la comarca de Badajoz procede de distintos embalses. «Puede venir del sistema Guadiana -formado por los embalses de Orellana, Cijara y Puerto Peña-, del sistema Zújar -embalses de La Serena y Zújar-, del sistema Ruecas -embalses de Gargáligas, Sierra Brava.- o bien de la presa de Alange», explica José Ignacio Sánchez. «Contamos con la posibilidad de derivar agua desde cualquiera de estas presas para canalizarla después a la de Montijo -presa de la que se extrae el agua para regar la comarca de Badajoz- a través de los dos canales que parten de la misma: el canal de Lobón y el de Montijo», añade el presidente de la CHG.

El criterio utilizado para desviar agua de un embalse a otro es el volumen de que disponga cada uno de ellos en el momento del trasvase. «Tratamos de mantener un equilibrio entre las distintas cuencas. Procuramos que los sistemas del Guadiana y del Zújar estén equilibrados para que ninguna zona se quede sin agua haciendo peligrar el suministro».

Producción hidroeléctrica

Estas operaciones realizadas por la CHG se denominan desembalses internos y se llevan a cabo con una periodicidad semanal -e incluso diariamente-, dependiendo de la situación en las que se encuentren las presas de las cuencas del Guadiana y sus afluentes.

«Con estos desembalses intentamos generar energía hidroeléctrica. Cuando turbinamos el agua no la tiramos alegremente, sino que la encauzamos a través de la red hidroeléctrica», asegura José Ignacio García. La energía generada gracias a pequeñas centrales hidroeléctricas instaladas en los embalses de la provincia se destinan principalmente a producciones puntas para optimizar el aprovechamiento de los recursos hídricos.

En cuanto al estado en el que se encuentran las canalizaciones de las Vegas Bajas del Guadiana, desde la CHG se informa del buen ritmo de las obras que se realizan desde hace años en los canales de Lobón y Montijo, aunque ahora mismo están paralizadas para que no afecten al riego. «Se están recreciendo e impermeabilizando unas infraestructuras que fueron construidas en la década de los sesenta. Por su parte, las comunidades de regantes están mejorando la red que depende de ellos», explica el presidente.

La campaña de riego veraniega abastece en la comarca de Badajoz tres cultivos básicos para la economía de la zona: el tomate, los frutales y el maíz. Asimismo, en las Vegas Bajas del Guadiana ha aumentado en las últimas campañas la superficie destinada al cultivo de arroz.

En cuanto a las necesidades de agua que demandan los cultivos de regadío, el presidente de la CHG afirma que «la demanda se mantiene más o menos estable».

Gracias a modernos medios técnicos como el riego por goteo se han logrado racionalizar el consumo de agua, además de facilitar las tareas de abonado.

Recomendaciones

Ignacio Sánchez recomienda a los agricultores una utilización respetuosa de los recursos disponibles. «No debemos derrochar el agua principalmente porque no sabemos cómo se va a presentar el futuro. Si este año hidrológico que comienza en octubre es normal no habrá problemas, pero si no es así habrá que disminuir el volumen de agua que actualmente estamos suministrando para riego».

Por su parte, el presidente de la comunidad de regantes del Rincón de Caya, Francisco Espárrago, corrobora que este año la campaña de riego está siendo normal. «Los embalses de la cabecera alta del Guadiana como Cijara o La Serena tienen reservas aseguradas para al menos dos años, por eso no es un tema que nos preocupe».

Las parcelas integradas en la comunidad de regantes Rincón de Caya están ubicadas entre la capital pacense y la carretera de Portugal, y algunas de ellas están lindando con el casco urbano de la ciudad. Los cultivos predominantes en estas parcelas son el tomate y el maíz.

Al igual que las demás comunidades de regantes, estos agricultores tampoco han sufrido restricciones en el abastecimiento de agua durante la presente campaña. «Hemos consumido una cantidad de hectómetros cúbicos muy similar a la del año pasado, y eso a pesar de que estamos en sequía». Según Espárrago, este ahorro se debe al aumento de la superficie regada con riego por goteo», señala Espárrago.

Gracias a este proceso de modernización y ahorro, los regantes consiguen abaratar la mano de obra y facilitar las labores de riego y abonado. De hecho, tienen previsto aumentar la instalación de este sistema en un 40% de la superficie cultivada. «Si lo conseguimos, sólo quedaría un 20% sin goteo», apunta Espárrago. Sin embargo, las obras no podrán llevarse a cabo sin la preceptiva autorización del Plan Hidrológico Nacional.