El Duero lleva la mitad de agua que en el 2004 a su paso por la provincia

Vie, 05/08/2005

El Norte de Castilla

El río Duero, a su paso por Puente Duero, en Valladolid. / GABRIEL VILLAMIL
Aunque ya es un tópico hablar del escaso caudal que tienen los ríos españoles durante el verano, el cauce del Duero en su tramo vallisoletano es especialmente bajo, de tal modo que la cantidad de agua que transporta es solamente la mitad de la que llevaba el año pasado.
Este hecho puede observarse a simple vista en el tramo fluvial que hay entre Puente Duero y Peñafiel. «No recuerdo que otros veranos haya estado tan bajo», afirma el alcalde de esta localidad vallisoletana, aunque matiza que «por ahora esto no ha provocado mayores problemas, pero hay un cierto temor e incertidumbre de que puedan restringirse los regadíos».
Las causa general es simple y evidente: la sequía. Este año no ha llovido prácticamente nada en la región, y los ríos comienzan a resentirse. Sin embargo, las causas concretas parecen una versión local de la teoría del efecto mariposa: el Duero no lleva agua en Valladolid porque no llueve en Soria.
Un embalse muy afectado
El tramo vallisoletano del río Duero está regulado por el embalse de la Cuerda del Pozo, situado en el término municipal de Vinuesa, a los pies de los picos de Urbión, en la provincia de Soria. Este pantano, construido en 1941, abastece de agua potable a Soria y a parte de la provincia de Valladolid. Y se trata de uno de los embalses más afectados por la sequía que se vive actualmente.
El embalse de la Cuerda del Pozo tiene una capacidad de 249 millones de metros cúbicos. Actualmente, sin embargo, el agua que contiene alcanza solo los 78,6 millones. Si se compara con los datos del año pasado, cuando el embalse albergaba 168,6 millones de metros cúbicos de este preciado líquido, se observa que la cantidad de agua disponible se ha reducido este verano algo más de la mitad. Los datos hablan por sí solos.
La Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) explica que, durante una única semana, este embalse pierde 5,2 millones de metros cúbicos. De toda esta cantidad, la mayor parte (un 90%) está destinada al riego, mientras que el resto se dedica a usos industriales y al abastecimiento de agua para las poblaciones, como Soria y Valladolid. Toda esta cantidad es proporcionada por el embalse soriano a una velocidad de 9 metros cúbicos por segundo. Sin embargo, la cantidad que el río Duero aporta al pantano (y su cuenca es la mayor de la Península) es de 0,4 metros cúbicos por segundo. Como consecuencia, cada vez queda menos agua en el embalse y en el río al que regula.
Aunque los datos pueden parecer graves, la situación no es alarmante: el abastecimiento a las poblaciones está garantizado y la campaña de regadíos (cuyo consumo es muchísimo mayor que el de las ciudades) se está salvando, no sin ciertas dificultades.
Por el momento, la CHD dice ofrecer a los agricultores todo el agua de que dispone, y los campesinos admiten con sacrificio los límites establecidos en los riegos, por lo que se confía en salvar esta mala racha. Y mientras, todos esperan que llegue la lluvia.