El proyecto, recogido en el programa hídrico del gobierno, tardará 10 años en ejecutarse. Creará reservas en puntos clave de la comarca a partir de excedentes de lluvias torrenciales
Aitana García, Dénia
El agua es uno de los grandes déficits de la Marina Alta. Por esta razón, el ministerio y el Consell han centrado sus objetivos en este preciado recurso que se está agotando. Ayer en Ondara la dirección territorial de Agricultura de Alacant presentó a la comunidad de regantes de la comarca un anteproyecto, que está incluido en el plan AGUA del Gobierno central, cuyo fin es rentabilizar el agua y hacer frente a la sequía. Esta planificación hídrica, que tardará diez años en desarrollarse, prevé recoger el excedente de agua pluvial -también llamada agua caballera- y almacenarla a lo largo de una red de depósitos o pequeños embalses construidos en toda la geografía comarcal.
El principal objetivo es poder aprovechar los excedentes que produce la particular climatología de la Marina Alta. La comarca tiene altos índices pluviométricos, pero cuando llueve lo hace de forma torrencial, lo que provoca inundaciones, sobre todo en aquellos municipios que se encuentran próximos a la costa. Esta agresividad en la caída del agua evita que se pueda almacenar y propicia que la mayor parte de la misma acabe perdiéndose.
En este momento la comunidad de regantes de los pueblos de la Marina Alta se abastece del agua procedente de los pozos y acuíferos naturales, en los que, actualmente, los niveles se encuentran un poco «justos», según explicó el representante de la concejalía de agricultura de Dénia, Manolo Micó.
Con esta iniciativa, se construirán tuberías en puntos clave de la comarca -donde se producen grandes acumulaciones de agua cuando llueve, próximas generalmente a los ríos- de forma que se bombeará el excedente pluvial y será conducido por las canalizaciones hasta llegar a pequeños embalses o depósitos. Así se creará una reserva que será utilizada por los regantes en las épocas en las que los pueblos carecen de la misma como es por ejemplo la época estival.
Con esta alternativa se podrán mantener los niveles de agua de los pozos y acuíferos naturales que con la escasez de lluvias se están viendo seriamente perjudicados. Además permitirá una mayor rentabilidad de los agricultores, ya que «el recurso recogido de los embalses será prácticamente gratuito», manifestó Micó.
Puntos estratégicos
Con este plan, se crearán reservas de agua en diferentes puntos. Hay previstos unos diez embalses -que variarán en su tamaño y ninguno de los mismos superará los dos hectómetros y medio- que se ubicarán en principio en los municipios de Sagra, Sanet i Negrals, Dénia, La Xara, la zona del Segària, y uno más entre Jesús Pobre y Gata de Gorgos. A pesar de esta primera localización, los regantes podrán decidir el lugar exacto de los depósitos.
Ésta es la primera fase de un proyecto que podría solucionar el abastecimiento, al menos en parte. Una de las dificultades del mismo es calcular el impacto que se produciría con la recogida de estas aguas ya que «es muy difícil baremar cuando el agua es sobrante y cuando no», explicó Micó.