Sólo se aprobarán los campos de golf que gasten agua no apta para la agricultura
Sáb, 23/07/2005
VALENCIA. El Gobierno valenciano presentó ayer el anteproyecto de la Ley Reguladora de los campos de golf de la Comunidad, una normativa «pionera en España» en la medida en que trata de regular la implantación del sector «con criterios de sostenibilidad y respeto al medio ambiente», según explicó el consejero de Territorio, Rafael Blasco.
Los campos de golf han servido y sirven de coartada a quienes se oponen al trasvase del Ebro. Ayer mismo, desde el PSPV, el secretario general de Medio Ambiente, Francesc Signes, aprovechó la aprobación de este anteproyecto para acusar a Camps de haber dado un «golpe de gracia a la agricultura valenciana» y de solicitar agua del Ebro «para los campos de golf». Sin embargo, ayuntamientos socialistas como Torrente, Picassent, El Puig, Simat de la Valldigna, Alquerías del Niño Perdido, Penáguila, Denia, Abátera, Villena y San Miguel de las Salinas ha tramitado solicitudes para la construcción de campos de golf.
La intención del Ejecutivo valenciano es controlar el asentamiento de campos de golf y asegurar que su mantenimiento se realiza a través, exclusivamente, de aguas desaladas y depuradas de uso terciario -no aptas para el consumo ni para los regadíos-.
Los campos de golf han servido y sirven de coartada a quienes se oponen al trasvase del Ebro. Ayer mismo, desde el PSPV, el secretario general de Medio Ambiente, Francesc Signes, aprovechó la aprobación de este anteproyecto para acusar a Camps de haber dado un «golpe de gracia a la agricultura valenciana» y de solicitar agua del Ebro «para los campos de golf». Sin embargo, ayuntamientos socialistas como Torrente, Picassent, El Puig, Simat de la Valldigna, Alquerías del Niño Perdido, Penáguila, Denia, Abátera, Villena y San Miguel de las Salinas ha tramitado solicitudes para la construcción de campos de golf.
La intención del Ejecutivo valenciano es controlar el asentamiento de campos de golf y asegurar que su mantenimiento se realiza a través, exclusivamente, de aguas desaladas y depuradas de uso terciario -no aptas para el consumo ni para los regadíos-.