Ocho niños mueren cada segundo a causa de enfermedades relacionadas con el agua

Lun, 25/07/2005

Levante

El 18% de la población mundial no tiene acceso a fuentes seguras para beber
M. Ros, Valencia
Disponer de agua potable es un lujo para muchas personas en el mundo. En los países occidentales la escasez de este líquido es menos notoria porque existen sistemas que la hacen accesible a casi toda la población. Mientras que en muchos lugares el agua limpia y fresca se da por hecho, en otros es un recurso escaso debido a la falta de recursos o a la contaminación de sus fuentes.
Los desequilibrios entre países ricos y pobres son enormes, según la ONU, que señala que cada vez que alguien usa una cisterna en occidente utiliza tanta agua como la que consume una persona para beber, cocinar, lavarse y limpiar durante todo un día.
Y es que una de cada seis personas carece de un acceso regular de agua potable. Aproximadamente 1.100 millones de personas, es decir, el 18% de la población mundial no tiene acceso a fuentes seguras de agua potable, y más de 2.400 millones de personas carecen de saneamiento adecuado. En los países en desarrollo, más de 2.200 millones de personas mueren cada día a causa de enfermedades asociadas a la falta de acceso al agua potable, un saneamiento inadecuado e insalubridad. Las malaltías vinculadas al agua provocan la muerte de un niño cada 8 segundos y son la causa del 80% de los fallecimientos en los países en desarrollo.
Y es que en gran parte de estas regiones, los habitantes sufren enfermedades causadas directa o indirectamente por el consumo de agua o alimentos contaminados. O por enfermedades que se reproducen en el agua y que podrían ser fácilmente prevenibles. Con el suministro adecuado de agua potable y de saneamiento, la incidencia de contraer algunas enfermedades y consiguientes muertes podría reducirse hasta un 75%.
Desde la ONU señalan que que la recolección de agua de lluvia podría ayudar a 2.000 millones de personas en Asia, y las campañas sobre purificación del agua y salubridad sobre prácticas de higiene aliviarían la carga de morbilidad mundial ocasionada por el agua sucia. Y es que en los países en vía de desarrollo entre el 90 y el 95% de las aguas residuales y el 70% de los desechos industriales se vierten sin ningún tratamiento en aguas potables que, consecuentemente, contaminan el suministro de agua utilizable.
La mayor carencia
África y Asia Occidental son las zonas de mayor carencia. En los países enriquecidos podría decirse -de forma simplificada- que el problema del agua afecta sobre todo a la conservación de la naturaleza y a los problemas de crecimiento económico, mientras que en los países pobres es la falta de agua potable es la causante directa de enfermedades como la diarrea y el cólera, que causan la muerte de 15 millones de niños cada año.