El Gobierno autonómico advierte de la amenaza para el consumo humano si persiste la sequía en otoño
Dom, 17/07/2005
TOLEDO. La consejera de Obras Públicas del Gobierno de Castilla-La Mancha, María Encina Álvarez, afirmó ayer que, de momento, «no hay problemas de abastecimiento urbano» en la región, pero advirtió que «de persistir» la sequía en otoño, éste podría verse afectado.
Así se expresó la consejera castellanomanchega durante un receso de la Conferencia Sectorial sobre Medio Ambiente que durante los dos últimos días celebró la ministra Cristina Narbona con consejeros y representantes de los Gobiernos autonómicos.En declaraciones a un grupo de periodistas, Álvarez llamó la atención sobre la gravedad de la sequía, que, de continuar en otoño, podría afectar al abastecimiento urbano en Castilla-La Mancha, ya que, apuntó, «determinados pozos y arroyos pueden secarse». Con todo, el consumo, de momento, está asegurado para todos los ciudadanos de la región, si bien, dijo, «se van a tomar medidas».
Álvarez se refirió a las restricciones de entre un 20 y 40 por ciento que durante este verano empezarán a sufrir los regantes. No obstante, matizó la consejera, según los datos que maneja el Ministerio de Medio Ambiente, el próximo año hidrológico, que comienza en octubre, no resultará tan escaso de precipitaciones como el actual. «Pero tenemos que ponernos en la peor situación, que es que persista la sequía, lo que nos obliga a ahorrar y a llevar a cabo una gestión eficaz del agua en colaboración con el Ministerio de Medio Ambiente», aseveró la consejera.
Esta gestión eficaz pasa por la materialización del segundo plan de emergencia, cuyo contenido acordaron el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y su homólogo en Castilla-La Mancha, José María Barreda, durante la reunión que ambos tuvieron en el palacio de La Moncloa hace unos meses.
Álvarez precisó que actualmente «se está acometiendo de manera gradual» las medidas que dicho plan recoge para paliar los efectos de la sequía y evitar que desde comienzos del próximo otoño «disminuyan las reservas» de algunos embalses.
Añadió que la Junta de Castilla-La Mancha va a entregar al Ministerio de Medio Ambiente un documento «que puede servir de base para definir las demarcaciones hidrográficas», de modo que los trabajos entre ambas partes podrían iniciarse el próximo mes de septiembre.
Así se expresó la consejera castellanomanchega durante un receso de la Conferencia Sectorial sobre Medio Ambiente que durante los dos últimos días celebró la ministra Cristina Narbona con consejeros y representantes de los Gobiernos autonómicos.En declaraciones a un grupo de periodistas, Álvarez llamó la atención sobre la gravedad de la sequía, que, de continuar en otoño, podría afectar al abastecimiento urbano en Castilla-La Mancha, ya que, apuntó, «determinados pozos y arroyos pueden secarse». Con todo, el consumo, de momento, está asegurado para todos los ciudadanos de la región, si bien, dijo, «se van a tomar medidas».
Álvarez se refirió a las restricciones de entre un 20 y 40 por ciento que durante este verano empezarán a sufrir los regantes. No obstante, matizó la consejera, según los datos que maneja el Ministerio de Medio Ambiente, el próximo año hidrológico, que comienza en octubre, no resultará tan escaso de precipitaciones como el actual. «Pero tenemos que ponernos en la peor situación, que es que persista la sequía, lo que nos obliga a ahorrar y a llevar a cabo una gestión eficaz del agua en colaboración con el Ministerio de Medio Ambiente», aseveró la consejera.
Esta gestión eficaz pasa por la materialización del segundo plan de emergencia, cuyo contenido acordaron el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y su homólogo en Castilla-La Mancha, José María Barreda, durante la reunión que ambos tuvieron en el palacio de La Moncloa hace unos meses.
Álvarez precisó que actualmente «se está acometiendo de manera gradual» las medidas que dicho plan recoge para paliar los efectos de la sequía y evitar que desde comienzos del próximo otoño «disminuyan las reservas» de algunos embalses.
Añadió que la Junta de Castilla-La Mancha va a entregar al Ministerio de Medio Ambiente un documento «que puede servir de base para definir las demarcaciones hidrográficas», de modo que los trabajos entre ambas partes podrían iniciarse el próximo mes de septiembre.