Ecologistas en Acción denuncia la pretensión de la empresa Río Narcea de trasvasar agua del Guadiana al Guadalquivir
Vie, 15/07/2005
La asociación Ecologista en Acción de Extremadura denunció hoy la intención de la empresa Río Narcea Recursos de trasvasar aguas de la Cuenca Hidrográfica del Guadiana desde la presa de Tentudía hasta la finca de Aguablanca (Monesterio), dentro de la Cuenca Hidrográfica del Guadalquivir, según la solicitud de concesión y autorización administrativa publica el pasado 29 de junio en el Boletín Oficial de la Provincia de Badajoz.
Ecologistas en Acción aseguró así, en una nota de prensa remitida a Europa Press, que la pretensión de esta empresa es trasvasar 500 millones de litros de agua el primer año (el 10% de la máxima capacidad de este embalse) y 125 millones de litros en años sucesivos para llevarlos hasta la finca de Aguablanca situada en la cuenca del Guadalquivir, y destinarlos a un uso industrial en la explotación minera a cielo abierto.
Según denunció la asociación ecologista, la empresa "ocultó" este hecho en el proyecto, al no hacer referencia a la circunstancia de que Aguablanca y buena parte del trayecto del trasvase se encuentra en cuenca hidrográfica del Guadalquivir.
Desde Ecologistas en Acción manifiestaron que esta actividad es un trasvase entre cuencas (Guadiana y Guadalquivir) y que, por tanto, no se puede aprobar por este procedimiento, por lo que debería denegarse la autorización, a la vez que consideraron "escandaloso" que la Confederación Hidrográfica del Guadiana, dependiente del Ministerio de medio Ambiente, haya admitido a trámite esta solicitud sin contestar a las peticiones de información sobre este asunto que esta organización le remitió hace meses.
Igualmente, el colectivo ecologista animó a los ciudadanos y entidades a que, considerándose perjudicadas con el aprovechamiento y las obras de que se trata, presenten la correspondiente reclamación en el plazo establecido, que concluye el 22 de julio, señalando además que el proyecto puede consultarse en las oficinas de la Confederación Hidrográfica del Guadiana en Badajoz.
Ecologistas en Acción consideró que esta autorización no debe concederse "por muchos motivos", entre los que citan la gran cantidad de agua que se pretende extraer, que "amenaza" la disponibilidad de agua en el embalse de Tentudía, empleado entre otros usos para consumo humano; o que cuando se construyó este embalse con fondos públicos estaba destinado a otros fines, entre ellos el consumo humano, por los que se le concedió la declaración de utilidad pública, pagándose con los impuestos de todos los ciudadanos, por lo cual no consideran lógico que sea empleado para el lucro de una empresa privada, de capital mayoritariamente norteamericano.
Asimismo, destacaron el "notable" impacto ambiental que puede conllevar un trasvase entre cuencas con el consiguiente transporte de fauna y flora, introduciéndolos en un río donde algunas de ellas no existen en la actualidad, consideran bien conocida la grave repercusión de la introducción de nuevas especies en los ecosistemas fluviales en este caso la cuenca del Guadalquivir, catalogada como una de las principales causas de extinción de especies a nivel mundial.
Por otro lado, estiman que afectará al patrimonio natural de todos los ciudadanos, especialmente teniendo en cuenta que la finca de Aguablanca destino del trasvase se encuentra a escasos metros de dos parques naturales; y critican que en el punto 7 del proyecto relativo a expropiaciones y reposición de servicios la empresa diga que atraviesa varios arroyos de la cuenca del Guadiana y se omita, opinan que con toda la intención, el hecho de que también atraviesa arroyos de la cuenca del Guadalquivir, de hecho la mayor parte del trazado discurre por esta cuenca.
Además, también critican "duramente" que la empresa Río Narcea haya adjuntado "un supuesto estudio de impacto ambiental, que despachan en 15 folios de pésima calidad científica, como opinan ya pasó con el EIA de la mina, y lo más grave aún, que el Ministerio de Medio Ambiente los admita", resaltando que la descripción del medio natural "carece de todo rigor científico" y se puede leer textualmente "la vegetación natural del entorno está representada por la vegetación de ribera existente a ambos lados del arroyo y compuesta fundamentalmente eucaliptos, encinas, monte bajo, pastizal y matorral", cuando en primer lugar la conducción del trasvase como se aprecia en los mapas atraviesa otro tipos de ecosistemas con presencia de muchas más especies como es fácilmente comprobable visitando el lugar.
El aspecto "más indignante" para esta organización es que se diga que "el impacto resulta claramente compensado"..... "con el beneficio económico para la población", lo que Ecologistas en Acción considera "una afirmación gratuita" que no se sustenta en ningún tipo de estudio o valoración realizada y que "es más que dudoso", dado que pese a las promesas iniciales de la empresa y algunos políticos que la han promovido en la mina de Aguablanca según los datos de Ecologistas en Acción trabaja escasamente una decena de ciudadanos naturales de Monesterio y han recibido más de 1100 millones de pesetas de subvenciones públicas, "originando un gravísimo impacto medioambiental cuyos perjuicios no parecen quererse valorar".
Desde Ecologistas en Acción manifestaron, finalmente, su esperanza porque se deniegue esta concesión, desestimándola definitivamente o, en caso contrario, se someta a trámite de evaluación ambiental y para ello debería someterse a su hipotética aprobación mediante ley específica en congreso de los diputados
Ecologistas en Acción aseguró así, en una nota de prensa remitida a Europa Press, que la pretensión de esta empresa es trasvasar 500 millones de litros de agua el primer año (el 10% de la máxima capacidad de este embalse) y 125 millones de litros en años sucesivos para llevarlos hasta la finca de Aguablanca situada en la cuenca del Guadalquivir, y destinarlos a un uso industrial en la explotación minera a cielo abierto.
Según denunció la asociación ecologista, la empresa "ocultó" este hecho en el proyecto, al no hacer referencia a la circunstancia de que Aguablanca y buena parte del trayecto del trasvase se encuentra en cuenca hidrográfica del Guadalquivir.
Desde Ecologistas en Acción manifiestaron que esta actividad es un trasvase entre cuencas (Guadiana y Guadalquivir) y que, por tanto, no se puede aprobar por este procedimiento, por lo que debería denegarse la autorización, a la vez que consideraron "escandaloso" que la Confederación Hidrográfica del Guadiana, dependiente del Ministerio de medio Ambiente, haya admitido a trámite esta solicitud sin contestar a las peticiones de información sobre este asunto que esta organización le remitió hace meses.
Igualmente, el colectivo ecologista animó a los ciudadanos y entidades a que, considerándose perjudicadas con el aprovechamiento y las obras de que se trata, presenten la correspondiente reclamación en el plazo establecido, que concluye el 22 de julio, señalando además que el proyecto puede consultarse en las oficinas de la Confederación Hidrográfica del Guadiana en Badajoz.
Ecologistas en Acción consideró que esta autorización no debe concederse "por muchos motivos", entre los que citan la gran cantidad de agua que se pretende extraer, que "amenaza" la disponibilidad de agua en el embalse de Tentudía, empleado entre otros usos para consumo humano; o que cuando se construyó este embalse con fondos públicos estaba destinado a otros fines, entre ellos el consumo humano, por los que se le concedió la declaración de utilidad pública, pagándose con los impuestos de todos los ciudadanos, por lo cual no consideran lógico que sea empleado para el lucro de una empresa privada, de capital mayoritariamente norteamericano.
Asimismo, destacaron el "notable" impacto ambiental que puede conllevar un trasvase entre cuencas con el consiguiente transporte de fauna y flora, introduciéndolos en un río donde algunas de ellas no existen en la actualidad, consideran bien conocida la grave repercusión de la introducción de nuevas especies en los ecosistemas fluviales en este caso la cuenca del Guadalquivir, catalogada como una de las principales causas de extinción de especies a nivel mundial.
Por otro lado, estiman que afectará al patrimonio natural de todos los ciudadanos, especialmente teniendo en cuenta que la finca de Aguablanca destino del trasvase se encuentra a escasos metros de dos parques naturales; y critican que en el punto 7 del proyecto relativo a expropiaciones y reposición de servicios la empresa diga que atraviesa varios arroyos de la cuenca del Guadiana y se omita, opinan que con toda la intención, el hecho de que también atraviesa arroyos de la cuenca del Guadalquivir, de hecho la mayor parte del trazado discurre por esta cuenca.
Además, también critican "duramente" que la empresa Río Narcea haya adjuntado "un supuesto estudio de impacto ambiental, que despachan en 15 folios de pésima calidad científica, como opinan ya pasó con el EIA de la mina, y lo más grave aún, que el Ministerio de Medio Ambiente los admita", resaltando que la descripción del medio natural "carece de todo rigor científico" y se puede leer textualmente "la vegetación natural del entorno está representada por la vegetación de ribera existente a ambos lados del arroyo y compuesta fundamentalmente eucaliptos, encinas, monte bajo, pastizal y matorral", cuando en primer lugar la conducción del trasvase como se aprecia en los mapas atraviesa otro tipos de ecosistemas con presencia de muchas más especies como es fácilmente comprobable visitando el lugar.
El aspecto "más indignante" para esta organización es que se diga que "el impacto resulta claramente compensado"..... "con el beneficio económico para la población", lo que Ecologistas en Acción considera "una afirmación gratuita" que no se sustenta en ningún tipo de estudio o valoración realizada y que "es más que dudoso", dado que pese a las promesas iniciales de la empresa y algunos políticos que la han promovido en la mina de Aguablanca según los datos de Ecologistas en Acción trabaja escasamente una decena de ciudadanos naturales de Monesterio y han recibido más de 1100 millones de pesetas de subvenciones públicas, "originando un gravísimo impacto medioambiental cuyos perjuicios no parecen quererse valorar".
Desde Ecologistas en Acción manifestaron, finalmente, su esperanza porque se deniegue esta concesión, desestimándola definitivamente o, en caso contrario, se someta a trámite de evaluación ambiental y para ello debería someterse a su hipotética aprobación mediante ley específica en congreso de los diputados