La sequía dispara el uso de carbón y fuel para la generación de energía
Jue, 14/07/2005
Hay que reducir el consumo energético en viviendas y fomentar el transporte público Estamos en un año hidrológico en el que la escasez de precipitaciones está provocando en toda España graves problemas para la agricultura de secano y la ganadería extensiva, que también puede afectar a las masas forestales por el estrés hídrico que atraviesan, sin olvidar que hay un mayor riesgo de que aumenten los incendios forestales. Pero ahí no acaban los problemas. El drástico descenso por el que atraviesan los embalses está reduciendo de forma importante la producción hidroeléctrica obligando a aumentar el uso de fuentes más contaminantes (carbón, fuel) para generar electricidad, poniendo en peligro el compromiso español con el Protocolo de Kioto. El exceso de emisiones de dióxido de carbono supone para las empresas una penalización que obliga a la adquisición de derechos de emisión, que será mayor para las que poseen más centrales de carbón y fuel (Endesa, Unión Fenosa, Hidrocantábrico), y menor para las que han invertido más en energías renovables y gas (Iberdrola y Gas Natural). En las últimas fechas, los embalses no alcanzaban el 50% de su capacidad para producir electricidad, quince puntos por debajo del año pasado y más de veinte que la media de los últimos cinco años. Según Red Eléctrica, la producción de energía hidráulica ha sido inferior al 10%, mientras que cerca del 25% tuvo su origen en las centrales térmicas y el 6% en las de fuel. Por su parte, desde Iberdrola se afirma que en Castilla y León, la Comunidad que encabeza la lista en producción hidroeléctrica gracias al tramo final del Duero (Salamanca y Zamora) donde están las centrales con mayor producción, a 31 de mayo se habían generado 1.684 millones de Kw/h, mientras que en la misma fecha del año pasado se alcanzaron 3.800. Los embalses más afectados han sido el de Aldeadávila, en cuyas dos centrales se obtuvieron 572 millones de Kw/h, frente a los 1.462 del año pasado, y el de Saucelle, cuya producción descendió de 643 a 236 Kw/h. Sensibilización En la actualidad, el ritmo de crecimiento de las emisiones de gases contaminantes en Castilla y León es inferior al del resto de España, aproximadamente un 20% respecto a los niveles de 1990, frente a más del 45% a nivel nacional. Sin embargo, nuestra Comunidad emite el doble de dióxido de carbono por habitante que la media nacional debido, además del transporte, a que nuestras centrales térmicas generan el triple de lo que consumimos y a las enormes cantidades de metano procedente de la fermentación de materia orgánica de las explotaciones ganaderas. Para algunos expertos, la solución para cumplir con Kioto pasa, además de sensibilizar a los ciudadanos para reducir el consumo energético en viviendas y por fomentar el uso del transporte público, por utilizar combustibles menos contaminantes como el gas natural o la energía nuclear (aunque no produce CO2, genera residuos radiactivos). Y, por supuesto, por el uso de energías renovables como la eólica o la fotovoltaica para cumplir en el año 2012 con el objetivo de la UE de que el 12% de la energía consumida proceda de fuentes limpias