Narbona estudia combinar tres trasvases para rebajar la presión sobre el río Tajo
Mar, 28/06/2005
Los regadíos y abastecimientos de Alicante y Almería podrían recibir recursos del Negratín y Júcar Uno de los motivos es que la sequía puede prolongarse el próximo otoño
M. BUITRAGO/ALICANTE
ACUEDUCTO. Narbona bromea con Fuentes Zorita en una parte del canal del trasvase Tajo-Segura. / JUAN LEAL
EL REPARTO
Volumen máximo: 400 hm3 anuales del Tajo en situación normal de aportaciones.
Distribución por hm3:
- Vegas alta y media del Segura, 65.
- Mula y comarca, 8.
- Lorca y Valle del Guadalentín, 65.
- Riegos de Levante, Vega Baja del Segura y saladares de Albatera, 125.
- Campo de Cartagena, 122.
Volumen solicitado para el verano: 120 hm3 para regadíos y 40 para abastecimiento.
Distribución en estudio:
- Aguas del Tajo para regadío y abastecimiento de Murcia.
- Aguas del Negratín para el Levante almeriense.
- El Júcar para Riegos de Levante y abastecimiento de Alicante.
Para que todo el peso del nuevo desembalse no recaiga sobre los pantanos de la cabecera del Tajo, el Ministerio de Medio Ambiente está estudiando la posibilidad de atender por separado la demanda de los regadíos y abastecimientos de la cuenca del Segura -en las provincias de Murcia y Alicante- y del Levante almeriense que se abastecen habitualmente con los excedentes de Entrepeñas y Buendía.
Dadas las ajustadas reservas de estos últimos, unido a la presión política y social que está ejercicio el Gobierno de Castilla-La Mancha, y al hecho de que la sequía puede prolongarse el próximo otoño, una de las fórmulas que se estudia estos días es diversificar los orígenes de suministro poniendo también en juego a las cuencas del Sur y del Júcar. Dada la situación excepcional, se trata de la primera vez que se aplicaría esta medida desde el Ministerio.
Los regantes del Sindicato Central solicitan 120 hm3 del Tajo para salvar los cultivos y el arbolado durante este verano. A esta cantidad habría que sumar otros 40 hm3 para los abastecimientos para más de tres millones de habitantes de la mitad sur de Alicante, de Murcia y de Almería.
Pozos de sequía
Según ha podido saber este diario de dos fuentes bien informadas, la cantidad de agua que decida el viernes el Consejo de Ministros no procedería toda del Tajo, sino que se combinaría con el trasvase del Negratín a Almería y con recursos del Júcar almacenados en el pantano de Alarcón que se utilizarían de permuta. Esto sería posible siempre que existan recursos suficientes y que no se presenten obstáculos legales que lo impidan, ya que a efectos prácticos se trataría de préstamos de agua que después habría que devolver.
En el Ministerio de Cristina Narbona están realizando estos días auténticas filigranas para que cuadren los números. En el caso del Negratín, sus aguas reemplazarían a las que recibe Almería desde el Tajo (la provincia vecina tiene una asignación máxima anual de 15 hm3). Se trataría de que los arroceros del Guadalquivir cedieran parte de sus derechos de agua a los regadíos del Levante almeriense. El conducto sería desde el embalse del Negratín hasta el de Cuevas de Almanzora.
La zona de la Vega Baja de Alicante, a su vez, podría recibir otras aportaciones desde Alarcón. El sistema consistiría en abrir pozos de sequía en la cuenca del Júcar, similares a los que se han abierto en el acuífero de Calasparra. Estos nuevos caudales se permutarían con las reservas que hay almacenadas en el pantano de Alarcón, que regula el trasvase Tajo-Segura.
Taibilla
Desde este embalse bajarían las aguas por el acueducto para destinarlas a los regadíos y abastecimientos de Riegos de Levante, Margen Izquierda, y las grandes poblaciones de Alicante y Elche, entre otras. Oficialmente es territorio de la cuenca del Júcar, pero siempre ha estado adscrito a la Confederación Hidrográfica del Segura y a la Mancomunidad de Canales del Taibilla.
Se da la circunstancia de que Riegos de Levante Margen Izquierda es, después del Campo de Cartagena, la mayor zona de riego que recibe aguas del Tajo, con una asignación máxima anual de 97,5 hm3. Asimismo, y proporcionalmente, los regadíos de la Vega Baja alicantina son los que más agua reciben de la cabecera del Tajo, ya que tienen asignados por ley un máximo de 125 hm3 anuales; un 31,5% del total.
El resultado de esta combinación es que se desembalsarían menos volúmenes de agua del Tajo, que irían principalmente para los regadíos del Sindicato Central en territorio murciano.
Aparte de estos tres desembalses, las necesidades de los regantes se podrían completar con la apertura de pozos de sequía, habida cuenta de que el director general del Agua, Jaime Palop, se comprometió a poner en marcha una comisión que estudie la apertura de los sondeos en aquellos acuíferos menos sobreexplotados en la cuenca del Segura.
Con todas estas medidas en estudio se persigue derivar este verano lo mínimo imprescindible desde la cabecera del Tajo, que se encuentra en situación de excepcionalidad hidrológica.
Las mismas fuentes indicaron que la decisión que tome el Consejo de Ministros estaría «más cerca que lejos» de la petición de los regantes. La ministra Cristina Narbona advirtió el viernes que no es lo mismo perder una cosecha de alcachofas, que se repone en la siguiente campaña, que el arbolado. Este último necesitaría alrededor de 15 años para alcanzar de nuevo su madurez productiva.
El desembalse que debe decidir el Consejo de Ministros no podría pasar de 114 hm3 para regar y beber (frente a los 160 solicitados) sin violentar el marco jurídico del Trasvase y enfrentarse en el futuro con una sentencia judicial adversa.
Esos 114 hectómetros cúbicos es lo máximo que habría autorizado la Comisión de Explotación sino se hubiera entrado en situación de excepcionalidad hidrológica. Por lo tanto, las fuentes consultadas no creen que el Gobierno pase de esa cantidad.
M. BUITRAGO/ALICANTE
ACUEDUCTO. Narbona bromea con Fuentes Zorita en una parte del canal del trasvase Tajo-Segura. / JUAN LEAL
EL REPARTO
Volumen máximo: 400 hm3 anuales del Tajo en situación normal de aportaciones.
Distribución por hm3:
- Vegas alta y media del Segura, 65.
- Mula y comarca, 8.
- Lorca y Valle del Guadalentín, 65.
- Riegos de Levante, Vega Baja del Segura y saladares de Albatera, 125.
- Campo de Cartagena, 122.
Volumen solicitado para el verano: 120 hm3 para regadíos y 40 para abastecimiento.
Distribución en estudio:
- Aguas del Tajo para regadío y abastecimiento de Murcia.
- Aguas del Negratín para el Levante almeriense.
- El Júcar para Riegos de Levante y abastecimiento de Alicante.
Para que todo el peso del nuevo desembalse no recaiga sobre los pantanos de la cabecera del Tajo, el Ministerio de Medio Ambiente está estudiando la posibilidad de atender por separado la demanda de los regadíos y abastecimientos de la cuenca del Segura -en las provincias de Murcia y Alicante- y del Levante almeriense que se abastecen habitualmente con los excedentes de Entrepeñas y Buendía.
Dadas las ajustadas reservas de estos últimos, unido a la presión política y social que está ejercicio el Gobierno de Castilla-La Mancha, y al hecho de que la sequía puede prolongarse el próximo otoño, una de las fórmulas que se estudia estos días es diversificar los orígenes de suministro poniendo también en juego a las cuencas del Sur y del Júcar. Dada la situación excepcional, se trata de la primera vez que se aplicaría esta medida desde el Ministerio.
Los regantes del Sindicato Central solicitan 120 hm3 del Tajo para salvar los cultivos y el arbolado durante este verano. A esta cantidad habría que sumar otros 40 hm3 para los abastecimientos para más de tres millones de habitantes de la mitad sur de Alicante, de Murcia y de Almería.
Pozos de sequía
Según ha podido saber este diario de dos fuentes bien informadas, la cantidad de agua que decida el viernes el Consejo de Ministros no procedería toda del Tajo, sino que se combinaría con el trasvase del Negratín a Almería y con recursos del Júcar almacenados en el pantano de Alarcón que se utilizarían de permuta. Esto sería posible siempre que existan recursos suficientes y que no se presenten obstáculos legales que lo impidan, ya que a efectos prácticos se trataría de préstamos de agua que después habría que devolver.
En el Ministerio de Cristina Narbona están realizando estos días auténticas filigranas para que cuadren los números. En el caso del Negratín, sus aguas reemplazarían a las que recibe Almería desde el Tajo (la provincia vecina tiene una asignación máxima anual de 15 hm3). Se trataría de que los arroceros del Guadalquivir cedieran parte de sus derechos de agua a los regadíos del Levante almeriense. El conducto sería desde el embalse del Negratín hasta el de Cuevas de Almanzora.
La zona de la Vega Baja de Alicante, a su vez, podría recibir otras aportaciones desde Alarcón. El sistema consistiría en abrir pozos de sequía en la cuenca del Júcar, similares a los que se han abierto en el acuífero de Calasparra. Estos nuevos caudales se permutarían con las reservas que hay almacenadas en el pantano de Alarcón, que regula el trasvase Tajo-Segura.
Taibilla
Desde este embalse bajarían las aguas por el acueducto para destinarlas a los regadíos y abastecimientos de Riegos de Levante, Margen Izquierda, y las grandes poblaciones de Alicante y Elche, entre otras. Oficialmente es territorio de la cuenca del Júcar, pero siempre ha estado adscrito a la Confederación Hidrográfica del Segura y a la Mancomunidad de Canales del Taibilla.
Se da la circunstancia de que Riegos de Levante Margen Izquierda es, después del Campo de Cartagena, la mayor zona de riego que recibe aguas del Tajo, con una asignación máxima anual de 97,5 hm3. Asimismo, y proporcionalmente, los regadíos de la Vega Baja alicantina son los que más agua reciben de la cabecera del Tajo, ya que tienen asignados por ley un máximo de 125 hm3 anuales; un 31,5% del total.
El resultado de esta combinación es que se desembalsarían menos volúmenes de agua del Tajo, que irían principalmente para los regadíos del Sindicato Central en territorio murciano.
Aparte de estos tres desembalses, las necesidades de los regantes se podrían completar con la apertura de pozos de sequía, habida cuenta de que el director general del Agua, Jaime Palop, se comprometió a poner en marcha una comisión que estudie la apertura de los sondeos en aquellos acuíferos menos sobreexplotados en la cuenca del Segura.
Con todas estas medidas en estudio se persigue derivar este verano lo mínimo imprescindible desde la cabecera del Tajo, que se encuentra en situación de excepcionalidad hidrológica.
Las mismas fuentes indicaron que la decisión que tome el Consejo de Ministros estaría «más cerca que lejos» de la petición de los regantes. La ministra Cristina Narbona advirtió el viernes que no es lo mismo perder una cosecha de alcachofas, que se repone en la siguiente campaña, que el arbolado. Este último necesitaría alrededor de 15 años para alcanzar de nuevo su madurez productiva.
El desembalse que debe decidir el Consejo de Ministros no podría pasar de 114 hm3 para regar y beber (frente a los 160 solicitados) sin violentar el marco jurídico del Trasvase y enfrentarse en el futuro con una sentencia judicial adversa.
Esos 114 hectómetros cúbicos es lo máximo que habría autorizado la Comisión de Explotación sino se hubiera entrado en situación de excepcionalidad hidrológica. Por lo tanto, las fuentes consultadas no creen que el Gobierno pase de esa cantidad.