El recibo del agua en Palma es un 43% más caro que en Barcelona y un 30% superior a Madrid

Dom, 26/06/2005

El Mundo

PALMA.- Sin ella no podríamos lavarnos las manos. Ni ducharnos. Ni vivir... Es el elemento vital del organismo. El agua. Se trata de un bien de división de honor que en Palma sale por un ojo y medio del rostro.
El precio del agua en Palma es un 43,75% más caro que en Barcelona y un 30,63% superior que en Madrid, según el estudio de EL MUNDO / El Día de Baleares sobre el coste de la insularidad para los ciudadanos de las Islas.
Para evaluar cuánto cuesta el agua en la capital balear se tomó como base la media de lo que gasta un palmesano en consumo de agua: 23 metros cúbicos cada dos meses, según indicaron fuentes de Emaya a este periódico.
Para la comparación con Aguas de Barcelona, la empresa de capital privado encargada de la distribución del agua en la Ciudad Condal, y con el Canal de Isabel II, su homóloga en Madrid, pero de capital público, se utilizó el mismo baremo para la comparativa entre las tres ciudades: un consumo de agua bimestral de 23 metros cúbicos.
Así, el precio de estos 23 metros cúbicos en Palma sale por 1,60 euros, frente a los 1,11 euros de Madrid y los 0,90 euros de Barcelona.
Si se tiene en cuenta el consumo por día la cantidad que un palmesano utiliza -siempre hablando de media- es de 0,61 euros, frente a los 0,43 euros del Canal Isabel II madrileño y los 0,30 de Aguas de Barcelona.
En cualquier caso, cada empresa de agua tiene una estructura totalmente diferente. Y la factura también cuenta con un diseño distinto en cada caso.
En el ejemplo de Emaya tan sólo hay tres conceptos inamovibles, esto es, que cualquier ciudadano que contrata el servicio de agua tiene que pagar independientemente de los metros cúbicos de agua que consuma.
Hablamos de la cuota fija del agua (8,21 euros), del mantenimiento (3,01 euros) y de la cuota fija del alcantarillado (1,46 euros). El detalle de la factura de Emaya muestra cuatro bloques en el servicio de agua -que en la empresa Aguas de Barcelona se denominan tramos- con cuotas variables del líquido elemento.
Cuota variable
Mientras, en la parte del servicio de alcantarillado, sanitario y tuberías residuales también figuran cuatro bloques con su correspondiente cuota variable.
«En Palma tenemos unas tarifas progresivas en la que el precio va creciendo si aumenta el consumo, es decir, cuanto más metros cúbicos consumes más caro resulta el precio», explicaron a EL MUNDO / El Día de Baleares fuentes de Emaya, cuya sede se sitúa en el número 3 de la calle Joan Maragall, junto a la parte sur de las Avenidas.
La factura de Emaya se complica aún más pues en ella se incluye el servicio de Residuos Sólidos Urbanos (R.S.U.) con una cuota fija de 11,48 euros y que también incluye una cuota variable.
En la factura aparece asimismo los impuestos que cobra el Govern de Baleares, pues el Ejecutivo autonómico grava la venta del agua.
Pasemos al caso barcelonés. Aguas de Barcelona, cuya sede se sitúa en el número 29 del Paseo Sant Joan de la capital catalana, es el primer operador privado de la gestión del agua urbana en España. Da servicio a más de 15 millones de habitantes en casi 1.000 poblaciones y ciudades, que van desde los 1.000 hasta los más de 3 millones de habitantes.
El grupo Agbar registró un beneficio neto consolidado de 197,94 millones en el 2004, lo que supone un aumento del 1,9% respecto al año anterior, según los últimos resultados económicos presentados.
Durante el 2004 el grupo Agbar (que emplea a 31.000 personas) invirtió 544,9 millones, muy por encima -un 68% más- que los 323 millones que se invirtieron el año anterior, y el destino mayoritario de este esfuerzo -342 millones- se concentró en el sector del agua.
En el desglose de la factura es mucho más visual en el caso de Aguas de Barcelona que en el de Emaya. La factura tiene una periodicidad trimestral. La cuota de servicio en Barcelona asciende a 8,06 euros, mientras que la del canon del agua se eleva a 7,29 euros. El total del canon del agua (tributo recaudado por cuenta de la Generalitat de Catalunya) es de 7,80 euros.
Canon del agua
El canon del agua es un tributo «con finalidad ecológica que se destina a proteger los recursos del agua con el objetivo de garantizar un suministro con calidad a los ciudadanos y de posibilitar la recuperación de los ríos, lagos y litoral de nuestro entorno», reza en www.aguasdebarcelona.es.
El canon del agua se recauda por cuenta de la Agencia Catalana del Agua, organismo de la Generalitat. Entretanto, la tasa de alcantarillado (que se recauda por cuenta del Ayuntamiento de Barcelona) se sitúa en 3,09 euros y el total del ciclo del agua es de 32,91 euros.
La tasa de alcantarillado se destina a cubrir el coste de conservación de la red de alcantarillado para desguace de las aguas sucias desde su hogar hasta los puntos de vertido generales y estaciones depuradoras.
La factura del Canal de Isabel II -empresa pública de la Comunidad de Madrid- presenta cuatro conceptos bien diferenciados: aducción, distribución, tasa de saneamiento y también depuración.
Asimismo figura en la factura de los madrileños un histórico de los consumos realizados, un desglose de importes según los perceptores y la fecha en la que se realizará la próxima lectura del contador.
El Canal de Isabel II de Madrid ha presentado precisamente un plan para mejorar la factura del agua. En 2005 plantean una tarifa «progresiva y bonificada, ya que potencia el consumo racional del agua y también estacional e incentiva el uso racional en periodos de escasez y alto consumo», según destacan.
En la nueva tabla de tarifas el Canal de Isabel II de Madrid también muestra su orgullo de contar con una factura más económica que en otras ciudades españolas.
«Los ciudadanos de Madrid disfrutamos de un agua de las de mayor calidad de Europa y a unos precios más bajos si nos comparamos con el resto de capitales europeas y por debajo de la media si lo hacemos con otras ciudades españolas», se argumenta en la web www.cyii.es. ¿Y Palma? ¿Seguirá siendo una ciudad tan cara para la factura del agua? La alcaldesa de Palma, Catalina Cirer, anunció que este año no subirían las tarifas del agua. Es una promesa.
La Emaya (Empresa Municipal de Aguas y Alcantarillado) que preside la concejala Catalina Terrassa -que sustituyó al ex teniente de alcalde Antoni Nadal tras ratificarse una condena por una falta de coacciones por cortar el agua a las inquilinas de su ex esposa, como destapó EL MUNDO / El Día de Baleares- tiene trabajo por delante: abandonar la clasificación de las capitales españoles más caras