VALLADOLID. Si la sequía está produciendo cuantiosas pérdidas a la agricultura y la ganadería de Castilla y León, los efectos de la escasez de agua también se están haciendo notar en la producción hidroeléctrica que hasta el 31 de mayo se había reducido al 44 por ciento sobre la cantidad alcanzada el año anterior por estas mismas fechas. Las lluvias de estos últimos días poco a nada pueden hacer ya -en la agricultura prácticamente nada- ya que llegan cuando el cereal se ha «agostado» es decir, ya ha dejado de crecer y ya sólo se puede recolectar. En el caso de los embalses, la cantidad de agua caída no es ni mucho menos suficiente como para que pueda haber un cambio sustancial en los volúmenes almacenados.

Casi al 60 por ciento

Bien es cierto que los embalses de la Cuenca del Duero, a diferencia de los de otras cuencas de España, no están, por el momento, en dificultades, ya que, según los datos facilitados por el Ministerio de Medio Ambiente, esta pasada semana se encontraban casi al 60% de su capacidad. Eso no impide, sin embargo, que el uso del agua no se tenga que hacer con el suficiente rigor, ya que si en el próximo otoño no es lluvioso, los problemas en la Comunidad podían empezar a aparecer.

Y dificultades ya empiezan a tener los embalses hidroeléctricos que ven cómo no disponen del agua suficiente para que se pueda turbinar en las centrales y obtener energía eléctrica. Salvo que una orden administrativa, en este caso del propio Gobierno del Estado, diga lo contrario, los embalses hidroeléctricos reciben el agua que les llega después de que se hayan cumplido con los usos esenciales, que son el abastecimiento y los riegos.

Así, los embalses de Iberdrola en la cuenca del Duero disponen actualmente de 3.346 GW/h, cuando la capacidad total es de 6.534, lo que supone el 51,2 por ciento del total. Este descenso de la producción hidroeléctrica llega en un momento en el que, además, se produce un récord de consumo, debido al intenso calor que se padece estos días y aunque si bien es cierto que en Castilla y León no ha tenido consecuencias en cuanto a interrupciones en el suministro, sí las ha tenido en el norte del país. donde REE se vio obligada a realizar cortes a algunas grandes empresas.

Así, durante la pasada semana en Castilla y león se batió el récord de consumo eléctrico en verano, con una demanda de 1.564 MW/h , si bien hay que matizar que el mayor consumo se produce en Castilla y León en los meses de invierno.

La región, la mayor productora

Si la situación en cuanto a la demanda está batiendo registros en la región, no hay que olvidar que la cuenca del Duero se convierte en la gran productora de energía hidroeléctrica, la mayor del país, gracias al tramo final del río Duero, entre las provincias de Salamanca y Zamora, donde se encuentran las centrales con mayor producción. Así las cosas, según fuentes de Iberdrola, la producción de sus centrales hidroeléctricas en la cuenca del Duero alcanzó hasta el 31 de mayo los 1.684 millones de KWh, cuando el pasado año, considerado como normal, se llegaron a los 3.792.

Por embalses, uno de los más afectados es el de Aldeadávila (Salamanca) que cuenta con dos centrales que han conseguido tan sólo 572 millones de KWh, mientras que en 2004 por estas mismas fechas ya se habían alcanzado los 1.462. Otro embalse seriamente afectado es el de Saucelle, que ha visto como los 643 millones de KWh de 2004, se han quedado en esta campaña en 236.