Los embalses notan poco las últimas lluvias
Jue, 16/06/2005
Las precipitaciones de los últimos días no han mejorado la situación de sequía que vive Catalunya, explicó ayer el conseller , Salvador Milà. Las lluvias tampoco han contribuido a la recuperación de los embalses, que están a un 44% de su capacidad, un 1,5% menos que en mayo, cuando se dictó el decreto de medidas contra la sequía. El titular de Medi Ambient dio estas explicaciones en una comparecencia en el Parlament sobre el estado de los recursos hídricos.
Milà explicó que la sequía es "tan extrema" que buena parte del agua caída "ha quedado retenida en la vegetación" sin llegar a los embalses. Como mucho, dijo, las lluvias han contribuido a "mantener la situación", pero nada más.
A pesar de ello, no se prevé "entrar en fase de emergencia", dijo el conseller . De momento, el 95% de los pueblos de Catalunya están en nivel 1, que supone restricciones de agua en la agricultura, los aprovechamientos hidroeléctricos, los riegos, la limpieza de calles y los usos recreativos. Si las cosas empeoran se puede pasar al nivel 2, que afectaría a todos los sectores excepto al doméstico. Y en caso extremo se llegaría al nivel de emergencia con restricciones al uso doméstico.
La Agència Catalana de l'Aigua (ACA) ha calculado el ahorro que comportará la aplicación de las medidas de contención del nivel 1. Concretamente, en el sistema Ter-Llobregat y en el periodo junio-diciembre, se ahorrará un 20% del agua destinada a regadíos y un 7% de la que va a abastecimiento respecto a un año ordinario. En volumen serán unos 16 hectómetros mensuales.
MÁS RESTRICCIONES Las cuencas del Segura, con el 15,9% de agua embalsada, y del Júcar, con el 29,8%, están aún peor que las catalanas. Ayer, la Comisión de Desembalse del Júcar acordó aplicar unas restricciones del 20% para los regadíos tradicionales y del 40% para los regadíos del canal Júcar-Turia y de la Mancha oriental. Eso supone un incremento de un 5% y un 10%, respectivamente, sobre la limitación de caudales que la comisión ya había aprobado en mayo
Milà explicó que la sequía es "tan extrema" que buena parte del agua caída "ha quedado retenida en la vegetación" sin llegar a los embalses. Como mucho, dijo, las lluvias han contribuido a "mantener la situación", pero nada más.
A pesar de ello, no se prevé "entrar en fase de emergencia", dijo el conseller . De momento, el 95% de los pueblos de Catalunya están en nivel 1, que supone restricciones de agua en la agricultura, los aprovechamientos hidroeléctricos, los riegos, la limpieza de calles y los usos recreativos. Si las cosas empeoran se puede pasar al nivel 2, que afectaría a todos los sectores excepto al doméstico. Y en caso extremo se llegaría al nivel de emergencia con restricciones al uso doméstico.
La Agència Catalana de l'Aigua (ACA) ha calculado el ahorro que comportará la aplicación de las medidas de contención del nivel 1. Concretamente, en el sistema Ter-Llobregat y en el periodo junio-diciembre, se ahorrará un 20% del agua destinada a regadíos y un 7% de la que va a abastecimiento respecto a un año ordinario. En volumen serán unos 16 hectómetros mensuales.
MÁS RESTRICCIONES Las cuencas del Segura, con el 15,9% de agua embalsada, y del Júcar, con el 29,8%, están aún peor que las catalanas. Ayer, la Comisión de Desembalse del Júcar acordó aplicar unas restricciones del 20% para los regadíos tradicionales y del 40% para los regadíos del canal Júcar-Turia y de la Mancha oriental. Eso supone un incremento de un 5% y un 10%, respectivamente, sobre la limitación de caudales que la comisión ya había aprobado en mayo