José Pascual Fortea, presidente de la Comunidad de Regantes de Sueca, condicionó ayer su apoyo al nuevo Plan Hidrológico de la cuenca del Júcar (PHJ) a que el Gobierno paralice las obras del trasvase Júcar-Vinalopó y estudie la viabilidad de la toma de agua desde el azud de la Marquesa, en Cullera, o desde la depuradora de Pinedo. Fortea calificó de 'barbaridad' que sigan las obras de la conducción después de que el Tribunal Supremo haya anulado la reserva de agua para el trasvase al Vinalopó y anunció que bloqueará el nuevo plan del Júcar si el proyecto no varía.
'No se puede comenzar a hacer la casa por el tejado y gastar dinero público en una obra que no se sabe si ve va a poder utilizar', dijo el presidente de los regantes de Sueca. 'Hoy por hoy no hay ni una gota para trasvasar; estamos por debajo de la curva de reserva que establece el convenio de Alarcón, lo que significa que los únicos que tenemos derecho a utilizar las aguas embalsadas somos los regantes tradicionales del Júcar', resaltó.
Fortea se mostró partidario de abrir una mesa de negociación 'en la que no estén los políticos', sino quienes entienden de 'agua' y estimó que la modificación a fondo del plan del Júcar puede llevar tres o cuatro años. 'Ahora no va a ser tan fácil engañarnos', advirtió. Para Fortea, mantener las obras a pesar de la sentencia que anuló la base del plan del Júcar y la reserva de agua para el Vinalopó 'es una provocación a los regantes y una falta de respeto a la Administración de justicia'. El Ministerio de Medio Ambiente ha anunciado que en unas semanas presentará un documento legal que permita restituir el plan derogado y cumplir la sentencia.
Por otra parte, cerca de 300 expertos participan en el 23 Congreso Nacional de Riegos que se celebra en la Universidad Miguel Hernández de Elche. En el acto de inauguración, el consejero de Agricultura, Juan Cotino, propuso perforar 16 nuevos pozos como medida provisional para paliar la sequía. Los regantes del sur, sin embargo, creen que esta solución es ahora mismo inviable, y abogaron por un nuevo desembalse del Tajo-Segura para afrontar un riego de urgencia en julio.
Cotino explicó que se ha pedido autorización al Ministerio de Medio Ambiente y al de Agricultura para abrir estos pozos, e insistió en que el trasvase del Ebro es la única solución a largo plazo para paliar el déficit de agua.
Las comunidades de regantes del sur de Alicante comentaron sobre la sequía que la situación es 'delicada'. Explicaron que esperan un verano muy duro, muy seco y que dependen de que se apruebe un 'riego de socorro' para salvar cosechas en los próximos meses. Ángel Urbina, portavoz de la Sociedad de Transformación Agraria San Enrique, que engloba a unos 600 regantes de Elche, dijo que si el Consejo de Ministros no autoriza el envío de agua por el acueducto Tajo-Segura 'será un desastre'. Urbina explicó que en algunos casos se riega cinco minutos de agua por tahúlla (unos 1.118 metros cuadrados), cuando lo normal es una hora.