Castilla-La Mancha dice que no negará agua a Murcia para beber, «sí para regar»
Mar, 14/06/2005
El presidente murciano, quien recibió ayer a la ministra de Medio Ambiente, pide medidas contra la sequía y la concesión de las obras del derogado trasvase del Ebro
MADRID. Los presidentes de Murcia, Ramón Luis Valcárcel, y Castilla-La Mancha, José María Barreda, polemizaron ayer sobre el uso del agua y la posibilidad de trasvasarla de una cuenca a otra durante su participación, cada uno desde su Comunidad, en el programa «Los desayunos» de TVE. Mientras el primero reclamó al Ministerio de Medio Ambiente medidas urgentes para paliar la sequía que afecta a su región, el segundo recordó su «prioridad» en el uso del agua por ser cuenca cedente en el trasvase Tajo-Segura. En este sentido, Barreda dijo que «agua para beber no la vamos a negar en ningún caso, pero para regar sí», al tiempo que explicaba que muchos municipios que ven pasar el canal del trasvase sobre sus tejados se están abasteciendo con camiones cisterna.
En este punto, Valcárcel le recordó que «los murcianos pagan el agua» de este trasvase y aprovechó para preguntar a Barreda por qué no se han hecho las infraestructuras necesarias en Castilla-La Mancha con ese dinero para que no sea necesario llevar agua en camiones cisterna a algunas localidades. Fue el momento más tenso del debate, que llevó a Barreda -quien minutos antes había resaltado la solidaridad de los manchegos- a responder de forma contundente: «No vuelva a decir que los murcianos pagan el agua, porque si esa es la cuestión, que se queden con su dinero que nosotros nos quedamos con nuestra agua».
El pasado marzo, ambos presidentes mantuvieron un encuentro cordial en el que trataron las soluciones a las necesidades hídricas de ambas regiones. Ayer, el ambiente era más tenso. Y es que la situación en la que se encuentran los embalses que regulan la transferencia Tajo-Segura es crítica y podría llevar a que no pudiera haber un próximo trasvase o a que éste se reduzca en una tercera parte. Todo ello en un momento en que, como recordó Valcárcel, los embalses de la cuenca del Segura se encuentran «bajo mínimos, en su peor situación en los últimos diez años».
Una situación que el presidente murciano explicó ayer a la ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, con quien se reunió en Murcia. Narbona recordó que el próximo día 23 se reunirá de nuevo la Comisión de Explotación del trasvase Tajo-Segura para analizar la situación en que se encuentran los embalses de cabecera, y previsiblemente se traspase la competencia al Consejo de Ministros para que decida el trasvase para el próximo trimestre.
Recuperar el trasvase del Ebro
La ministra eludió pronunciarse sobre la opinión del presidente de Castilla-La Mancha en el sentido de que sólo se trasvase agua para beber y no para regadío. «Es una decisión que corresponde al Consejo de Ministros que, por supuesto, tendrá muy en cuenta la situación tanto en la cuenca del Segura como en la del Tajo, pero no voy a decir nada más», concluyó Narbona. Asimiso, Valcárcel reiteró a la ministra la petición de que le conceda, junto a la Comunidad Valenciana, las obras del derogado trasvase del Ebro.
MADRID. Los presidentes de Murcia, Ramón Luis Valcárcel, y Castilla-La Mancha, José María Barreda, polemizaron ayer sobre el uso del agua y la posibilidad de trasvasarla de una cuenca a otra durante su participación, cada uno desde su Comunidad, en el programa «Los desayunos» de TVE. Mientras el primero reclamó al Ministerio de Medio Ambiente medidas urgentes para paliar la sequía que afecta a su región, el segundo recordó su «prioridad» en el uso del agua por ser cuenca cedente en el trasvase Tajo-Segura. En este sentido, Barreda dijo que «agua para beber no la vamos a negar en ningún caso, pero para regar sí», al tiempo que explicaba que muchos municipios que ven pasar el canal del trasvase sobre sus tejados se están abasteciendo con camiones cisterna.
En este punto, Valcárcel le recordó que «los murcianos pagan el agua» de este trasvase y aprovechó para preguntar a Barreda por qué no se han hecho las infraestructuras necesarias en Castilla-La Mancha con ese dinero para que no sea necesario llevar agua en camiones cisterna a algunas localidades. Fue el momento más tenso del debate, que llevó a Barreda -quien minutos antes había resaltado la solidaridad de los manchegos- a responder de forma contundente: «No vuelva a decir que los murcianos pagan el agua, porque si esa es la cuestión, que se queden con su dinero que nosotros nos quedamos con nuestra agua».
El pasado marzo, ambos presidentes mantuvieron un encuentro cordial en el que trataron las soluciones a las necesidades hídricas de ambas regiones. Ayer, el ambiente era más tenso. Y es que la situación en la que se encuentran los embalses que regulan la transferencia Tajo-Segura es crítica y podría llevar a que no pudiera haber un próximo trasvase o a que éste se reduzca en una tercera parte. Todo ello en un momento en que, como recordó Valcárcel, los embalses de la cuenca del Segura se encuentran «bajo mínimos, en su peor situación en los últimos diez años».
Una situación que el presidente murciano explicó ayer a la ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, con quien se reunió en Murcia. Narbona recordó que el próximo día 23 se reunirá de nuevo la Comisión de Explotación del trasvase Tajo-Segura para analizar la situación en que se encuentran los embalses de cabecera, y previsiblemente se traspase la competencia al Consejo de Ministros para que decida el trasvase para el próximo trimestre.
Recuperar el trasvase del Ebro
La ministra eludió pronunciarse sobre la opinión del presidente de Castilla-La Mancha en el sentido de que sólo se trasvase agua para beber y no para regadío. «Es una decisión que corresponde al Consejo de Ministros que, por supuesto, tendrá muy en cuenta la situación tanto en la cuenca del Segura como en la del Tajo, pero no voy a decir nada más», concluyó Narbona. Asimiso, Valcárcel reiteró a la ministra la petición de que le conceda, junto a la Comunidad Valenciana, las obras del derogado trasvase del Ebro.